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Red Internacional
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Cambio climático. ¿Cómo afecta la privatización del agua ante la sequía en el norte del país?

La actualización del Monitor de Sequía del Servicio Meteorológico Nacional al 15 de abril, muestra un incremento del 53 al 55 % en la extensión de sequía en estados del norte y occidente, que son los más afectados con intensidad extrema a excepcional en varios de sus municipios.

Jueves 12 de mayo de 2022

Aunque el 77.72 % del país se encuentra con afectaciones por la falta de lluvias y escurrimientos, en contraste con el 84.9 % de abril, la superficie con sequía de moderada a excepcional (D1 a D4) es de 55.19 % a nivel nacional, 1.94 % mayor que lo cuantificado al pasado 15 de abril y más del 9 % de lo cuantificado en marzo de este mismo año.

El cambio climático no sólo ha agravado los periodos de sequía y ha intensificado los fenómenos naturales alrededor del mundo, ahora muestra cambios en el ecosistema antártico, haciéndolo florecer cuando debería estar cubierto de hielo.

El problema no es sólo la sequía

El norte de México carece cada vez más de agua debido a la sobreexplotación y contaminación de acuíferos, la falta de infraestructura y las fallas en el sistema de distribución que causan fugas.

El significativo lema “¡No es sequía, es saqueo!”, utilizado en la protesta de Puebla contra la empresa Bonafont, se ha hecho parte de las protestas de varios estados del país cuyas comunidades también se ven afectadas por el acaparamiento del agua que realizan empresas nacionales y trasnacionales en distintos sectores de la economía.

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Chihuahua mantiene un 8.5 % de su territorio en sequía extrema, según el último reporte de la Conagua. Esto afecta a 35 de los 67 municipios de la entidad, en la región agrícola de la cuenca baja del río Conchos, afectado por la siembra desmesurada de nogales.

En Coahuila, el último mes la entidad pasó de tener 86.8 % municipios afectados por la sequía, a 92.1 %. Así, el 29.7 % de su territorio está en situación de sequía extrema y el 1.7 % en sequía excepcional. Este problema sigue avanzando desde los últimos cuatro años aunado al acaparamiento de la industria de leche más grande del país, Lala, y de la minera Peñoles, que han traído graves problemas a la salud de la población por la contaminación ambiental que afecta al cuerpo humano.

Nuevo León es uno de los estados más perjudicados, con 15.2 % de su territorio en sequía extrema; las presas Cerro Prieto, en el municipio de Linares, y La Boca, en la localidad de Santiago, se encuentran desde hace dos meses en sus mínimos históricos. Las medidas del gobierno, lejos de reducir el consumo para el uso lucrativo del agua que llevan a cabo los grandes empresarios, el gobierno decidió restringir durante 12 horas al día el consumo del agua para la población. En Monterrey cada uno de los siete sectores de la zona se queda sin suministro un día a la semana.

Según información del Registro Público de Derechos de Agua (REPDA) de la Conagua, las empresas acaparan el agua en Nuevo León, de las que destacan 15 que ocupan alrededor de 44 millones 500 mil metros cúbicos de agua, 43.22 veces más que la destinada al uso doméstico, a la vez hay ex funcionarios políticos que consumen cantidades ingentes de agua.

Consulta aquí la lista de las empresas que acaparan el agua en Nuevo León: El gobernador de Nuevo León pide bañarse una vez al día ante sequía

Tamaulipas tiene 42 % de territorio en sequía moderada, 2.4 % en severa, 4.2 en extrema y 1.6 % en excepcional. La región más perjudicada es la citrícola, en el centro del estado. En Ciudad Victoria, la capital de esta entidad, el desabasto de agua es un problema constante desde hace más de 10 años. Sin embargo, la familia Valdez, propietaria del consorcio Tres Ases posee concesiones que les permiten el cultivo de 400 hectáreas de limón italiano.

No más saqueo

Ante esta situación, las familias trabajadoras a ambos lados de la frontera debemos exigir que las empresas dejen de saquear el agua y que los distintos gobiernos y sus instituciones dejen de ser sus cómplices por permitirles acapararla y explotarla, mientras niegan el acceso y la administración de este vital recurso a la mayoría de la población.

En México 41 millones de personas carecen del suministro de agua a diario y ante la escasez los gobiernos engordan este número privándoles de su derecho al agua para consumo humano.

Es urgente una economía planificada, racional y sustentable, basada en la necesidad humana y no en la ganancia de unos cuantos. La clase trabajadora y los sectores populares de todo el país, deben exigir al Estado un plan de obras públicas para garantizar el suministro de agua potable para toda la población, que esté financiado a partir del no pago de la deuda externa, de impuestos progresivos a las grandes fortunas y a las empresas nacionales y trasnacionales, así como la reducción de los salarios desmedidos de los altos funcionarios, los cuales deben ser acordes con los salarios de las y los profesionistas, como son las maestras y enfermeras.