El edificio nuevo de la Escuela de Arte fue conseguido con la lucha de los alumnos y docentes, con el Centro de Estudiantes a la cabeza. Pero las autoridades ocultan la lucha, y se preparan para aplaudir a Scioli y De Lucía en la inauguración.
Viernes 10 de abril de 2015
Este viernes, el gobernador y candidato presidencial por el FPV Daniel Scioli vendrá a participar de la inauguración del nuevo edificio de la Escuela de Arte N° 501 de San Nicolás, junto con el intendente Ismael Passaglia y la Directora General de Cultura y Educación de la provincia, Nora De Lucía. En las declaraciones previas al evento, tanto el intendente como la dirección de la Escuela vienen haciendo hincapié en los 26 años en los que la institución careció de un edificio propio, y reivindican las gestiones gubernamentales para resolver el problema. Los alumnos más nuevos no lo saben, pero no fue gracias a los gobiernos que se solucionó el conflicto.
Entonces, ¿de dónde salió el edificio?
Efectivamente, desde su fundación, la escuela nunca contó con un edificio propio, teniendo que alquilar diversos locales para que funcionaran las muchas carreras que allí se cursan. Ninguno de esos locales eran adecuados a las necesidades de estudiantes y docentes, pero el colmo llegó a inicios del año 2012 cuando los propietarios del inmueble donde se dictaban la mayoría de los cursos notificó a la dirección de la escuela que ya no iban a renovar el contrato de locación.
En ese momento, los alumnos estaban organizados en un Centro de Estudiantes democrático, combativo, independiente de las autoridades y los gobiernos, dispuesto a defender los intereses de los compañeros de cursada y de los trabajadores. Cuando se conoció la noticia, el CE convocó rápidamente a una asamblea para que los estudiantes discutieran y decidieran los pasos a seguir para resolver el problema, ante la pasividad de la dirección que proponía confiar en los tiempos del mismo gobierno que los había dejado más de 20 años a la deriva.
Fue un proceso que incluyó acciones en común con los docentes y la dirección de la institución, asambleas de estudiantes, reuniones con el Consejo Escolar y varias acciones callejeras para visibilizar el conflicto junto con la solidaridad de otros Centros de Estudiantes de San Nicolás y Villa Constitución. El punto culminante fue una gran movilización y acto en las puertas del Teatro Municipal donde en ese momento se encontraba la subsecretaria de educación de la provincia. Fue gracias a la acción independiente de los Estudiantes, con su Centro a la cabeza, que se logró la firma de un Acta en la que las autoridades se comprometían a renovar el alquiler del local hasta que estuviera en condiciones dignas el edificio de la antigua estación de ferrocarriles, junto con la ampliación de cargos para docentes y preceptores.
Invitados con prontuario
Los "invitados de honor" a la inauguración del edificio son toda una muestra de cinismo. Scioli, que se propone como la profundización de los aspectos más reaccionarios del kirchnerismo; Nora De Lucía, que opina que el salario docente es alto, mientras ella cobra más de $50.000 por mes; Passaglia, denunciado penalmente por desviar fondos educativos para pavimentar calles que se siguen rompiendo; y el secretario de Cultura Petrucci, que en una movilización casi se trompea con los estudiantes que exigían el mismo edificio que va a inaugurar. A estos enemigos de la educación pública no se les debería permitir el ingreso al edificio, ¡mucho menos invitarlos para aplaudirlos!
Izquierda Diario consultó a Rocío Fernández de la agrupación 9 de Abril, delegada de SUTEBA y docente de Historia del Teatro en la Escuela de Arte: “Yo estaba estudiando cuando se dio el proceso de lucha y era parte del Centro de Estudiantes, recuerdo las asambleas en las que discutíamos entre todos los pasos a dar y los desaires y provocaciones del gobierno provincial. Y ahora, cuando hay muchísimos docentes que trabajan sin cobrar sus sueldos, incluso algunos de esta misma escuela, viene Nora De Lucía con otra provocación más. Una funcionaria que manda a sus hijos a escuela privada, que gana más de $50.000 por atacarnos y que es la responsable de que no cobremos, no tiene nada que hacer en la Escuela de Arte”.
La importancia de una organización previa
El Centro de Estudiantes de Arte se fundó con grandes campañas como el apoyo a las luchas de los trabajadores de Paraná Metal y Kraft, contra el golpe de Estado en Honduras y por la aparición con vida de Julio López y Luciano Arruga. Funcionó siempre mediante asambleas democráticas, no sólo para ponerse al frente de los reclamos estudiantiles, sino para convertir a la juventud en un actor político relevante en San Nicolás, organizando eventos por el 24 de marzo y movilizándose en los juicios por delitos de lesa humanidad. Y esa "gimnasia" cotidiana de democracia, combatividad y movilización fue lo que le permitió asumir rápidamente la responsabilidad de defender la educación pública y el reclamo por el edificio propio. Las autoridades nunca hubieran firmado las actas de compromiso, ni mucho menos darles cumplimiento, de no haber sido por la lucha incansable de los estudiantes con su Centro al frente.
Hoy en día la escuela ya no cuenta con un Centro de Estudiantes. La agrupación que lo condujo durante todo el conflicto, integrada por militantes de la Juventud de PTS y por estudiantes independientes, perdió la secretaría general en el 2013 a manos de una lista armada desde la dirección de la escuela. La llamada "lista Blanca" se encargó de desmantelar los métodos asamblearios del Centro llegando prácticamente hasta su disolución.
Juani González, estudiante de Arte y militante de la Juventud del PTS, afirma: “Frente a los ataques que se avecinan, que ya están siendo aplicados por los mismos que asistirán a la reinauguración, tenemos que reimpulsar ahora mismo la organización de los estudiantes, independiente de las autoridades y de los gobiernos, en defensa de la educación pública y de los derechos de estudiantes y trabajadores”.
