Soy Viole Contrisciani, tengo 15 años, milito de No Pasarán Secundarixs, soy nieta de desaparecidos y coordinadora del Centro de estudiantes Carlos Vergara de La Plata. A 44 años del golpe genocida, retomamos las banderas de toda una generación que dio su vida por otro mundo.
Martes 24 de marzo de 2020 12:03
Hoy se cumplen 44 años del aniversario del golpe genocida, el 24 de marzo es una fecha muy movilizante para muchos de nosotros. 44 años atrás, en 1976, comenzaba un golpe de Estado, parte del Plan Condor, un plan sistemático para desaparecer a toda una generación en América Latina.
Mi abuelo, Luis Contrisciani es uno de los 30.000 desaparecidos que le dedicó su vida a cambiarlo todo, militaba en el PRT y era un luchador por un mundo distinto, al que le hervía la sangre con las irracionalidades del sistema capitalista, y no iba a hacer la vista gorda ante un mundo profundamente desigual. El iba a pelear por otro tipo de sociedad.
Desde que soy muy chica me contaron de mi abuelo, pero hace poco mas de 2 años empecé a organizarme en mi Centro de Estudiantes. De un momento a otro se fue cayendo la venda de los ojos y empecé a sentir yo misma las injusticias, cuatro décadas después de mi abuelo. Fui llegando a la conclusión de que hay muchas cosas que hay que cambiarlas para siempre.
Al calor de la marea verde y el Ni Una Menos comencé a cuestionar mucho de lo que este sistema te impone, sobre todo si sos piba. Me empezaron a doler cada vez mas los femicidios y la violencia machista, como también las muertes por abortos clandestinos y junto a millones de pibas como yo nos abanderamos de esa pelea. De repente los casos de gatillo fácil o las desapariciones forzadas como la de Santiago Maldonado me erizaban la piel.
La historia de mi familia ya no la veía como algo lejano del pasado, ahora la sentía como algo que trascendió generaciones y que interpelaba a mi papá y a mi también. Mas que nunca me di cuenta que yo tenia que ser parte de una causa mucho mas grande, y así elegí organizarme en No Pasaran y la juventud del PTS, para ser parte de la enorme pelea por terminar con este sistema de opresión y explotación. Me encontré con cientos de jóvenes, que como yo, queremos dar vuelta la tortilla. Había llegado el momento de organizar la rebeldía.
Este 24 va a ser bastante distinto a todos, en el contexto de una pandemia que amenaza con propagarse a gran escala en nuestro país, muchos de los que podemos vamos a pasarlo en casa, aunque sabemos que millones aun tienen que asistir a trabajar o ir de changa en changa porque de otra forma no pueden llevar ingresos a sus casas.
No va a ser igual a todos los demás, un día por la memoria, la verdad y la justicia, recordando a los 30.000 compañerxs detenidxs desaparecidxs de la dictadura del 76 y a un genocidio de clase, que se encargo de desaparecer y asesinar a toda una generación revolucionaria, que lucho por cambiar el mundo de raíz, contra un sistema que abunda de miserias y desigualdad.
Este 24 las calles van a estar llenas de policías, porque hoy nos quieren convencer que ellos están para cuidarnos. La misma policía que lleva 283 de personal que participo de la dictadura. A mi no me cuidan los responsables del gatillo fácil, me cuidan los trabajadores de la salud, que vienen exigiendo mas presupuesto y también mejores condiciones de laburo, incluida la denuncia que hacen sobre las migajas que les pagan.
Hoy, 24 de Marzo, con el congreso cerrado y las Fuerzas Armadas en las calles, lo volvemos a decir: No vamos a dar vuelta ninguna pagina. No olvidamos, no perdonamos ni nos reconciliamos. No fue “inconductas de algunos " como dijo Alberto Fernández, fueron 30.000 y fue un genocidio de clase.
Desde el Frente de Izquierda Unidad repudiamos la presencia de la policía en la calle, proponemos que toda la plata que se destina a montar esto vaya para salud, que es lo que realmente hoy necesitamos, al igual que test masivos para controlar un virus que se propaga y que no podemos dejar que se lleve ni una vida mas.
Este 24 mi pelea es recordando a mi abuelo y su generación, retomando sus banderas y haciendo nuestra su lucha, pero también es por dar vuelta las prioridades. Para que después de décadas de ajuste del neoliberalismo al sistema de salud, hoy se le destine el presupuesto necesario para enfrentar esta crisis sanitaria. No vamos a resignar nuestras vidas. Que todxs podamos acceder a la salud publica, gratuita y de calidad vale muchísimo mas que sus ganancias.