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Red Internacional
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XXXI ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES. ¿Cómo recibe Rosario al próximo Encuentro de Mujeres?

Antecedentes y contexto de la ciudad donde se reciben 300 denuncias semanales por violencia de género. Marco provincial de la situación de las mujeres luego de ocho años de gobierno del Partido Socialista.

Úrsula Vivas @ursulavivas

Jueves 15 de septiembre de 2016 00:00

Los Encuentros Nacionales de Mujeres (ENM) se llevan a cabo ininterrumpidamente desde el año 1986, y esta será la tercera vez que tendrá lugar en nuestra ciudad, la primera vez fue en 1989 y la segunda en 2003. Año a año la participación se multiplica por miles, en tanto la situación de las mujeres se agrava. Tomando como punto de referencia el último Encuentro realizado en Rosario, la participación ascendió de 15 mil a 65 mil mujeres en 13 años.

Aunque los gobiernos han cambiado, las problemáticas no tanto. En 2003, Santa Fe era gobernada por el justicialista Jorge Obeid, quien más tarde votaría contra la ley de matrimonio igualitario y se ausentaría en el debate por la Ley de Identidad de Género. Durante su gestión como gobernador Obeid bloqueó todo tipo de reivindicación de derechos para el colectivo LGBT y protagonizó contrapuntos con organizaciones locales a raíz de controvertidos cursos de Educación Sexual Integral para docentes, impartidos por referentes de la Iglesia Católica.

Bajo su gobierno falleció Ana María Acevedo, una joven de 20 años oriunda de Vera a la que se le negó la realización de un aborto no punible. Ana María había sido diagnosticada con cáncer meses antes de enterarse de su embarazo, razón por la cual ella y su familia habían solicitado al médico la interrupción a fin de poder iniciar el tratamiento correspondiente, pero le fue negado por el Comité de Bioética del Hospital Iturraspe. Ana María dio a luz a una nena que murió a los dos días, y tres semanas después, fallece.

En 2007 Hermes Binner derrota al peronismo que venía gobernando desde 1983 la provincia, para inaugurar la “etapa socialista” en Santa Fe. Esto trajo ciertas expectativas en sectores del progresismo y del movimiento de mujeres que anhelaban cambios culturales y políticos, pero años más tarde el mismo Binner y sus sucesores Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz se encargarían de comprobar lo contrario.

Violencia de género

Rosario recibe al próximo Encuentro con altísimos promedios de denuncias por violencia de género, mientras la provincia de Santa Fe ´obsequia´ con el segundo puesto del ranking nacional de violencia hacia las mujeres.

Este año el informe preliminar de la encuesta impulsada por el colectivo que motorizó las movilizaciones del Ni Una Menos, luego del femicidio de Chiara Páez en Rufino, revela que desde el 3 de junio de 2016 hasta septiembre se realizaron 5904 encuestas, donde se alcanzaron 1793 localidades y fueron representadas 24 provincias. De las santafesinas que completaron el cuestionario, el 99% aseguró haber sufrido violencia de género.

Por otro lado, aunque no hay datos oficiales, en el mapa interactivo publicado en junio de este año por la concejala rosarina del FpV Norma López, donde se reflejan todos los femicidios ocurridos en la provincia en los últimos cinco años, la ciudad de Santa Fe llegó a 27. Según ese relevamiento, en Rosario los casos se duplicaron en el último año. Además indica que en Santa Fe desde 2011 hubo 144 femicidios, y en 2015, en el marco del movimiento Ni Una Menos, hubo 41 en toda la provincia.

El recrudecimiento de la violencia machista pone en jaque a sucesivos gobiernos que han demostrado que ni la medidas paliativas que se propusieron funcionan. En 2012 se declaró la emergencia en violencia de género en Rosario, pero esta propuesta que tenía como objetivo aumentar los recursos para atender a estas problemáticas fracasó, al punto de que existen actualmente 2 refugios en toda la ciudad para mujeres en situación de violencia.

Precarización y desocupación

Los datos oficiales confirman que en comparación con los hombres, las mujeres ocupan menos empleos, están más precarizadas y perciben menos salarios. El Informe Laboral de la Encuesta Permanente de Hogares publicada en febrero de este año con los datos recogidos en los últimos meses del 2015, y que lleva la firma del gobernador Miguel Lifschitz y del ministro de Economía, Gonzalo Saglione, registra que las mujeres tienen una tasa desocupación que casi duplica a la de los hombres. Este informe además afirma que el 58,5% del total de los empleados del Gran Rosario corresponde al sexo masculino, mientras que el 41,5% restante al sexo femenino. Las mujeres conforman el 57,2% total de desocupados.

Impunidad

Los escuálidos presupuestos en materia de género contrastan con el presupuesto destinado a políticas de seguridad, que constituye un 14% del presupuesto provincial total. Esto va acompañado de una cuestionada institución policial, probadamente cómplice en redes de narcotráfico y trata. El caso de Paula Perassi, desaparecida y presuntamente asesinada hace más de cuatro años por un grupo de policías y civiles, es una de las más significativas muestras de impunidad en la región, donde un entramado de poder político, complicidad judicial y policial garantiza el no esclarecimiento de la causa.

Las mujeres también son protagonistas en la lucha contra la impunidad. Las luchadoras contra el gatillo fácil, que pelean todos los días contra quienes les arrebataron las vidas de seres queridos, también luchan contra quienes las oprimen. Este año la madre y hermana Jonatan Herrera y la hermana de Gerardo Escobar participarán, como lo hicieron el año pasado en Mar del Plata, del Encuentro Nacional de Mujeres.

Otra reciente muestra de impunidad es el fallo deleznable de la justicia local que condena a 9 años de prisión a Yamila por “abandono de persona seguido de muerte, agravado por el vínculo”. El pedido de anulación del fallo y por la liberación de Yamila es una pelea de conjunto contra una justicia machista que estigmatiza a las mujeres, y será, seguramente, tema de debate en próximo Encuentro Nacional de Mujeres.

Pese a la brutalidad de las condiciones en que viven las mujeres, y la desidia de los gobiernos, las movilizaciones no paran de crecer. En 2015 el Ni Una Menos fue de los más masivos de todo el país, y en 2016 la respuesta volvió a ser contundente. Las mujeres son protagonistas de un cambio en la conciencia y un quiebre cultural, comenzando a salir a la calle por decenas de miles, por ello también se espera que este ENM sea el más masivo de la historia de los Encuentros.