Soy Alejandra Guillén, precandidata a concejal en San Rafael por el PTS-FIT, acompaño la candidatura de Noelia Barbeito a Diputada Nacional por Mendoza.
Miércoles 26 de julio de 2017 11:44
Soy Alejandra Guillén, tengo 43 años y he vivido siempre en San Rafael, salvo cuando cursé la carrera de Trabajo Social en la UNCuyo. Durante la década del 90, mientras cursaba, participé de innumerables luchas estudiantiles para defender la educación pública de los ataques del menemismo.
Me recibí de trabajadora social en el 98 y, como a miles de mi generación, me tocó lidiar con la flexibilización laboral y un Estado cómplice de las empresas. Logré hacer unas pasantías en el municipio mal pagas y en negro, para luego pasar a planta temporalmente. Luego ingresé por concurso a tribunales, como trabajadora judicial. Durante todos estos años como trabajadora estatal, vi como avanzaba la precarización en el Estado, situación que los doce años de Kichnerismo no revirtió, dejando así las puertas abiertas para los despidos en el sector estatal durante el actual gobierno.
Mientras todo esto pasaba, en San Rafael gobernó ininterrumpidamente el PJ (Russo y ambos Felix). Los Felix, amparados momentáneamente bajo el manto “progresista” del kirchnerismo, se reciclaron tratando de esconder sus vínculos con la última dictadura militar. Ellos no pueden hablar de DDHH.
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Como trabajadora y jefa de hogar, tengo que cumplir con las responsabilidades del cuidado y crianza de dos hijas. A la exigencia de la jornada laboral se le suma llegar a casa y continuar con las tareas domésticas. Mi trabajo, me pone en contacto cotidiano con cientos de mujeres con historias de vida marcadas por salarios miserables, desocupación, subempleo, dependencia económica de sus parejas, condiciones de vivienda y salud deplorables. Muchas son golpeadas y violentadas de muchas maneras. Vivimos así, en carne propia la doble explotación y la opresión de género de este sistema capitalista y patriarcal.
Mi trabajo, me pone en contacto cotidiano con cientos de mujeres con historias de vida marcadas por salarios miserables, desocupación, subempleo, dependencia económica de sus parejas, condiciones de vivienda y salud deplorables.
Con cifras que alcanzan a una mujer muerta cada dieciocho horas, como la más extrema de las violencias, debimos salir a las calles a reclamar los más básicos de todos los derechos “la vida”, bajo el grito de “NI Una Menos”. También lo hicimos aquí, en este pueblo del sur mendocino, donde pesan tanto los mandatos sociales sobre el “deber ser” mujer.
Queremos que mí compañera Noelia Barbeito ingrese al Congreso Nacional, para que sea otra voz que lleve la lucha de las mujeres allí, para desenmascarar el más conveniente de todos los matrimonios: patriarcado y capitalismo. Fortaleciendo la organización desde abajo que le arranque al Estado nuestros plenos derechos. Súmate a esta gran campaña!
