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Red Internacional
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RELATOS DE LA VIDA COTIDIANA. ¿Cómo viven las mujeres trabajadoras la emergencia por el coronavirus?

En el contexto de la crisis sanitaria, económica y social por el coronavirus, los problemas toman otras dimensiones para las mujeres, sobre todo las trabajadoras y de sectores populares: horas interminables de labores, jornadas extenuantes de trabajo. Se doblan y hasta triplican las tareas.

Viernes 10 de abril de 2020

Acá algunos relatos de mujeres trabajadoras que nos hicieron llegar a la redacción de La Izquierda Diario Costa Rica. Una dura realidad que toca vivir cotidianamente.

Elizabeth, trabajadora independiente:

"La situación ahorita es muy difícil como mujer, madre, como esposa, como trabajadora independiente. Tengo que dividir mi tiempo entre los quehacer de mi casa, cuidar dos adolescentes, y es bastante complicado porque tenerlos prácticamente encerrados hace que todo sea más complejo. Tengo que ver cómo hago para lavar, planchar, cocinar, limpiar, estar pendiente de todo, tratar también de que ellos estén bien con esta situación de crisis. Ahora todo se nos sale de las manos, la situación económica está muy complicada, tengo que ver cómo agendo citas, yo vivo muy largo del trabajo y no me puedo desplazar fácilmente. Yo no quiero salir de mi casa, pero se me complica el asunto porque necesito el dinero. Es demasiado el estrés, si tiempo atrás era complicado ahora se triplica. La verdad esto nadie lo toma en cuenta, ser trabajadora independiente, ser ama de casa y lidiar con todo… Las mujeres siempre somos las que estamos llevando el control en una casa y muchas personas piensan que nosotras no nos cansamos, que una es todo terreno, pero esta situación hace que sea evidente que no, que hay mucho estrés, yo a veces siento que no puedo más, la carga es muy pesada. Definitivamente las mujeres estamos llevando una carga doble."

Fabiola, trabajadora asalariada:

"Siempre es complicado, yo trabajo y tengo dos hijos, ahora que estamos siempre en la casa porque no pueden ir a la escuela y yo estoy con teletrabajo, es duro, porque siempre necesitan algo y yo no es como que me puedo esconder. Es difícil trabajar con esas circunstancias. Lo que pasa es que si las cosas siguen así no sé cómo voy a hacer, es mucha presión porque tengo doble trabajo. Yo tengo que hacerles almuerzos a mi hijo y a mi hija, y además no sé cuánto tiempo más voy a tener trabajo."

Adriana, docente universitaria:

"A nosotras las mujeres que somos madres, todo esto del coronavirus nos impacta muy fuerte. Esto no se está hablando suficiente, el desgaste de las mujeres como trabajadoras. Es como tener tres trabajos, soy mujer, madre y trabajadora. Cuando todo esto estalla, lo que a una le da es casi un colapso nervioso y además sin tiempo de expresarlo y trabajarlo, ya no hay espacios personales como por ejemplo salir a tener una práctica física, eso se elimina, se concentra todo mucho en lo doméstico y además yo soy docente. Tengo a mis hijos a cargo, a mis estudiantes y la casa cargo. Es un recargo del trabajo “normal” de las mujeres, trabajo que además no es justo, nunca ha sido justo. Ha sido muy difícil encontrar recursos para sobrevivir, y menos para vivir, es diferente. Las parodias que hay en redes sociales que la gente encuentra gracioso sobre la situación que vivimos las mujeres, no es nada gracioso glorificar las recargas de las mujeres como si fuéramos la mujer maravilla, esto está teniendo un costo social, económico y emocional severo, y no es una broma. Lo hemos tenido que hacer forzosamente. No es jugando las cosas que nosotras hacemos. Yo he tenido que hacer todo, no me imagino las que encima están cargando con el peso como por ejemplo de tener que vivir con su abusador."

Y así como muestran estos relatos, en estos tiempos de crisis vuelven a poner de relieve la cruda realidad que viven miles de mujeres trabajadoras en sus hogares, donde una gran proporción de esos hogares están sostenidos por una mujer, muchas de ellas madres solteras. Madres que muchas veces están en los trabajos más precarios: tercerizadas de la limpieza, cuidadoras domiciliarias, empleadas domésticas, operarias de las fábricas alimenticias del propio barrio donde trabajan junto a sus compañeros y vecinos.