Voces setentistas. ¿Cómo viviste el día del golpe de Estado del ´76? Habla ex trabajadora de Chrysler

Se acerca una de las fechas mas importantes del calendario politico argentino, el 24 de marzo, aniversario del golpe de Estado que dio origen al genocidio de 30 mil detenidos-desaparecidos. En esta columna ya han dado su testimonio Carlos Morelli, Liliana Battistotti, Walter Moretti y Pedro Alvarez. En esta oportunidad, desde La Matanza, nos cuenta su experiencia Ana Campos, ex trabajadora de Chrysler que al momento del inicio de la dictadura tenía 19 años:

¿Cómo viviste el día del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976?

Hola mi nombre es Ana, yo nací en el año 1957 y les cuento que tuve que vivir toda la infancia con miedo a la muerte porque crecí con tres gobiernos militares; el de Onganía, el de Levingston y finalmente el de Lanusse. Y la verdad es que teníamos soldados con fusiles en nuestras casas, literalmente, adentro de nuestras casas, ya que las casas tenían zaguán y para entrar tenías que pasar entre medio de los soldados armados. En la calle era común ver a los tanques de guerra y los trenes siempre con militares ya que los obreros reclamaban sus derechos y, para doblegarlos, al frente del manejo de los trenes estaban las Fuerzas Armadas.

El 24 de marzo de 1976 no fue un día más, fue terrorífico escuchar nuevamente el famoso y temerario "comunicado de la fuerza mayor en conjunto número 1". Fuimos a trabajar tristes porque ya había sucedido la muerte de Perón, un presidente que si bien no era el cien por ciento de nuestro agrado, era constitucional y para nosotros fue un terrible logro. Pero luego de su muerte, asumió la vice presidenta, que era su viuda, Isabel Martínez de Perón y a horas del mediodía del 24 de marzo del ́76, nos enteramos que la bajaron de un avión en el cual se iba a ir y tomaron por completo el mando los militares.

A la salida del trabajo ya se veía el miedo en la gente, los famosos toques de queda y el fantasma de años anteriores en los que nadie era amigo de nadie invadieron al común de la gente.

Vos eras trabajadora de Chrysler ¿como fueron aquellos años en la fábrica?

En los años de represión trabajaba en una empresa multinacional, la automotriz Chrysler Argentina, como administrativa de dirección ya que hablo alemán. Y como yo era administrativa estaba fuera de convenio por lo que a las luchas obreras las veía desde otro plano. Si bien siempre tuve un pensamiento pro social y humanitario solo podía ayudar en esas luchas desde un lado digamos de "infiltrada" porque al ser secretaria de dirección desde mi puesto de trabajo solo podia dar informacion a los trabajadores para que se puedan organizar y hacer acciones como el boicot en las líneas de producción o falsear datos para que los compañeros tengan oportunidad de hacer reuniones en lugares a los que solo los directivos tenían acceso.

Igual el miedo me invadía ya sea por el pasado como por lo poco que teníamos de información, todos los días escuchábamos que mataban a algún directivo de alguna empresa o sindicalista, a veces eran familias enteras en las que también mataban a las empleadas de esa familia, nadie era amigo de nadie.

Teníamos un pañol enorme al que solo alguno de nosotros teníamos acceso y del cual sacaba elementos para ayudar a los compañeros en lucha, ya se trate de bulones para trabar la línea de producción como elementos como nafta para hacer bombas molotov, las gomas rechazadas también se usaban. En fin, hice todo lo que pude hasta que la empresa despidió en un solo día a 800 empleados y se fue a Monte Chingolo.

A partir de ese momento pasé a pertenecer a una multinacional alemana Hoechst perteneciente al grupo Bunge & Born, ese grupo era el monopolio absoluto del campo y la farmacia. Ahí solo tuve acceso a ver manipulación de documentos entre Alemania y Argentina, robo de divisas que hacían subir o bajar la bolsa a conveniencia.

¿Como ves el panorama hoy a 47 años del inicio de la dictadura cívico-militar?

Comparando los años 70 con los días de hoy, veo una diferencia en la lucha contra la impunidad, es muy desigual. En aquella época no había herramientas para luchar, solo la voluntad y ser valientes. Sabíamos que si los militares bajaban a la gente del colectivo estaban en manos de ellos, si no contestabas rápido a una pregunta te ponían contra la pared y ni sabias lo que te iban a hacer. Y ni hablemos si veíamos un Ford Falcon parado en alguna casa, el miedo era absoluto, ya que eso significaba que algún sindicalista o activista vivía ahí.

Hoy si bien hay desaparecidos en democracia cada vez hay más asambleas sin miedo, la juventud se involucra más porque no tiene miedo. Hay libertad de expresión en todo sentido, a pesar de los malos gobiernos nadie pide el derrocamiento por parte de los militares de tal o cual mal presidente y se espera a que hablen los votos. Hay luchas, paros y piquetes. Si bien todavía hay balas de goma y policías armados en las luchas, confío que la gente aprendió a decir basta a los gobiernos nefastos asesinos de aquellas épocas. Tiemblo cuando algún trasnochado pide que vuelva el servicio militar, ni sueña lo que dice.

Sueño y deseo que los que vivimos esa época de horror seamos escuchados y recuerden nuestros relatos para que jamás nadie tenga que vivir con tanto tanto miedo.