Jueves 23 de julio de 2015
El sindicato MUA y sus predecesores han tenido una larga relación con el comunismo, una relación que ha dejado un legado contradictorio. Por un lado, hay existe un historia orgullosa de militancia obrera y acciones de internacionalismo obrero y por la paz. Por otro lado, existe un legado político reformista del estalinismo de apoyo a gobiernos antiobreros como el socialdemócrata Partido Laborista Australiano, de parte de las direcciones sindicales.
MUA es producto de la fusión en 1993 de diferentes sindicatos marítimos, siendo los más importantes el Seamen’s Union of Australia (SUA - Unión de los Marineros de Australia) y el Waterside Workers’ Federation (WWF - Federación de los trabajadores portuarios). La influencia del Partido Comunista de Australia no es difícil de encontrar. Los dirigentes de esos dos sindicatos durante largo tiempo fueron miembros del PC australiano. Jim Healy fue elegido como secretario general del WWF en 1937 y lo encabezó hasta su muerte repentina en 1961. Eliot V. Elliott fue secretaria federal del sindicato SUA desde 1941 hasta su retiro a finales de 1978. Elliot fue sucedido por su compañero comunista Pat Geraghty que fue secretario federal del SUA hasta 1993.
Los sindicatos marítimos en Australia tienen una larga historia en la acción internacionalista. Uno de los más famosos fue el conflicto de 1938 conocido como “Pig Iron dispute” en Port Kembla en el estado de Nueva Gales del Sur. Después de que el ejército japonés invadiera China en 1937, los miembros del WWF lanzaron una serie de acciones en gran parte espontáneas, donde se negaron a transportar carga japonesa. El conflicto liderado por el dirigente local PC australiano y del WWF Ted Roach duró nueve semanas. Por su papel en el intento de romper el boicot, el fiscal general conservador y anticomunista (más tarde primer ministro) Robert Menzies se ganó el odio de militantes sindicalistas y el apodo despectivo de “Pig Iron Bob”.
Otras acciones de solidaridad internacional incluyeron el boicot en 1946 al navío holandés en apoyo de la recién formada República de Indonesia; la negativa durante 1966-67 a la carga y navegación del "Jeparit" y el "Boonaroo", dos buques de transporte de bombas y municiones a Vietnam del sur durante la guerra de Vietnam; y las periódicas lucha anti-Apartheid en Sudáfrica durante los años 70 y 80.
Estas acciones tenían a menudo un carácter contradictorio. Por ejemplo, el sentimiento de la clase obrera durante el conflicto de “Pig Iron” fue una mezcla de genuina indignación por las atrocidades japonesas y en solidaridad con China, junto con el miedo racista al “peligro amarillo” de los japoneses que amenazaba con invadir la “Australia blanca”. Asimismo, estas acciones no tuvieron siempre el apoyo inicial de dirigentes sindicales marítimos o del Partido Comunista. Sin embargo, todas muestras una verdadera tradición internacionalista, que los sindicatos australianos harían muy bien en reavivar.
La contracara del internacionalismo es el legado político reformista del estalinismo, que todavía se siente hoy en los sindicatos marítimos australianos. Para comprender este legado, haremos un breve recorrido de la historia de la izquierda estalinista en país.
Como la mayoría de los partidos comunistas en los países capitalistas avanzados, el PC australiano se encaminó en los años sesenta lentamente hacia el eurocomunismo. La primavera de Praga provocó una división en el partido, donde la minoría pro Moscú finalmente se separó del PC y formó Partido Socialista de Australia (SPA) en 1971.
El SPA sufrió su propia división una década más tarde. En 1983, el recién elegido gobierno Partido Laborista introdujo el acuerdo de precios y rentas, un acuerdo contrato social británico Laborista de 1974-79 (de colaboración de clases). Este acuerdo tuvo el apoyo abrumador de dirigentes sindicales de la izquierda del laborismo y el PC eurocomunista. Trece años después del “Acuerdo”, los salarios reales han caído entre 15 y 25 por ciento, las ganancias corporativas se disparan y se desató una oleada de reestructuración económica neoliberal. Todo mientras las estructuras y la fuerza de los sindicatos se derrumbaban.
El SPA y otros grupos de izquierda se opusieron correctamente al “Acuerdo”. Sin embargo, un nutrido grupo de dirigentes sindicales del SPA se alinearon con el gobierno del partido laborista y los dirigentes sindicales del PC favorables al acuerdo y la ’izquierda’ laboralista. El SPA expulsó a varios de sus dirigentes
Activistas y dirigentes sindicales ex SPA formaron la Asociación de sindicalistas marítimas de actividades socialistas, MUSAA por sus siglas en inglés). MUSAA desarrolló rápidamente un bastión dentro del SUA, donde se convirtió burócratas sindicales “marxistas”. La mayoría de los líderes de MUA, incluyendo Paddy Crumlin, Mick Doleman y Wal Pritchard, fueron figuras destacadas de MUSAA.
La fusión de la WWF y el SUA para formar el MUA en 1993 unificó dos sindicatos diferentes, ambos dirigidos históricamente por comunistas, pero con dos culturas de organización muy diferentes. La WWF fue un sindicato democrático y descentralizado con oficinas locales en cada puerto, con una buena dosis de autonomía. El SUA es una entidad muy diferente, con una estructura centralizada y burocrática. Los dirigentes de MUSAA ayudaron a garantizar que MUA heredara algunas de las peores características organizativas de SUA.
Luego de la unificación, dirigentes de MUSAA en el MUA han presidido repetidos reveses para los trabajadores marítimos. En septiembre de 1994, después de una huelga marítima nacional de cinco días, los líderes de MUA acordaron con el gobierno laborista y sus planes de privatizar la naviera nacional australiana, propiedad del gobierno.
En 1997, los líderes del MUA entregaron el control sindical de los turnos de los marineros. Así se sustituyó el sistema de igualdad de compromiso por uno que deja a los marineros a merced de las compañías navieras.
La famosa “disputa de Patrick” de 1998 mostró la conspiración entre la empresa Patrick Steveadores y el gobierno liberal conservador para destruir el sindicato MUA. La estrategia del sindicato durante el lockout priorizó la estrategia legal y evitó escalar el conflicto, ya sea de parte de otros miembros de MUA como de la solidaridad de otros sindicatos. La victoria en los piquetes fue entregada en la mesa de negociaciones. MUA volvió a los muelles, pero a costa de perder 600 empleos permanentes en Patrick y otros 500 en P&O Ports un año más tarde. El “conflicto de Patrick” resultó en un crecimiento masivo en la precarización y un debilitamiento del MUA, del que el sindicato no se ha recuperado completamente.
La izquierda estalinista en Australia ha continuado en su decadencia. El PC eurocomunista se disolvió en 1991, y el envejecido SPA se reapropió del nombre “Partido Comunista de Australia” en 1996. Un año más tarde el “nuevo” CPA realizó una alianza formal con MUSAA. Pero MUSAA no ha colapsado, aunque la mayoría de los viejos líderes de MUA se han unido al Partido Laborista. Otros se unieron al “nuevo” CPA, que ha ampliado un poco su único bastión en la regional de Sydney del MUA.
Aunque sería incorrecto hoy decir que el MUA es un sindicato controlado por estalinistas, siguen existiendo aspectos residuales. Una de las cosas que se niegan a desaparecer es el lenguaje estalinista de los dirigentes del MUA, que acusan a la oposición de izquierda en el sindicato de ser "divisionistas", "anti-sindicato” y “agentes de los empresarios, el Partido Liberal conservador y la extrema derecha”. Antes de asumir el cargo en 2003, miembros de la lista militante de West Australia “Rank and File” (Las bases), fueron sometidos a este tipo de abusos (que hace que la actual convergencia entre ellos y exlíderes de MUSAA sea todavía más irónica).
Los dirigentes de MUA todavía hablan el idioma de “lucha de clases”, y de vez en cuando del “marxismo”. Pero los días de lucha obrera y militancia política de los sindicatos WWF y SUA son cosa del pasado. Con excepción de la sección de WA, cualquier acción limitada o de solidaridad se levanta tan pronto como los tribunales laborales amenazan al sindicato con multas o sanciones legales. Políticamente, el sindicato es un jugador dentro de la ‘izquierda’ del Partido Laborista, una ‘izquierda’ que, además de peleas fraccionales, apenas se distingue de la corriente principal de ‘derecha’. A nivel organizativo, su estructura centralizada, burocrática y de ocasionales conferencias orquestadas a menudo se combinan con políticas idealistas y palabrerío internacionalista, pero sin acciones concretas. El MUA actual puede que no sea controlado por el estalinismo, pero todavía como está muy lejos de ser una verdadera organización controlada por su base.
Esta ese una versión reducida del artículo original “Communism and maritime unions in Australia”.