Con gol de Calleri a los 28 minutos del segundo tiempo, Boca alcanzó la definición por penales en Asunción, ya que había caído en la Bombonera y en el resultado global quedaron 1 a 1 con el novato equipo paraguayo. Desde los 12 pasos, el arquero Agustín Orion fue el único héroe “en este lío”: convirtió el último y atajó el penal decisivo. Ahora el xeneize enfrentará a Cerro Porteño, uno de los clubes grandes de Paraguay.
Viernes 24 de octubre de 2014
Boca tenía que salir a ganar y con esa decisión empezó el partido. A los 4 minutos de comenzado el encuentro, Meli estrelló un remate en el palo derecho que pudo haber sido la apertura del marcador. Un minuto después fue Chávez con un zurdazo, que pasó muy cerca del arco local, el que le daba ánimos al equipo del Vasco Arruabarrena.
Deportivo Capiatá se acomodó en el campo y ganó terreno para hacer su juego, que pasen los minutos para sostener la diferencia favorable conseguida en La Boca. Incluso con un remate cruzado de Ruíz los locales casi amplían la ventaja.
El segundo tiempo empezó a todo ritmo, con dos oportunidades para Boca, obra de Chávez (el mejor jugador hasta ese momento) y Capiatá contestó con un remate desde afuera del área de Aquino. Luego el equipo paraguayo se excedió en su cautela.
A los 19 minutos, Gustavo Velázquez colecciona su segunda amarilla, lo que le vale la expulsión y a Capiatá le cuesta tener que aguantar el resultado con un jugador menos.
El Vasco decidió que era el momento de jugarse y volcar mayor peso ofensivo: determinó el ingreso del Burrito Martínez y de Luciano Acosta.
Así, a los 28 minutos consiguió el gol anhelado. De un centro cruzado de Colazo que bajó Chávez en el área, le quedó boyando la pelota a Calleri en la puerta del área chica y con un zurdazo oportuno puso el 1 a 0 para Boca.
Pudo estirar la diferencia el xeneize, cuando Colazo remató cruzado para una atajada espectacular del arquerito Franco.
Pero el destino (y la mala producción futbolística en el partido de ida) le deparó definición por penales al auriazul.
En esa instancia, Orion se erigió en protagonista excluyente. Primero convirtió Gigliotti, luego Escobar para los locales. El “Chiqui” Pérez canchereó demasiado ante un arquero que –es justo decirlo- se adelantó como una cuadra para atajar y tuvo éxito. Se nublaba el panorama para Boca porque encima González ponía en ventaja a Capiatá en los penales.
Pero Gago cumplió con el suyo –con categoría- e Irala (jugador del equipo paraguayo que paradójicamente se llama como una emblemática y pintoresca calle de La Boca) le pegó por arriba del travesaño. En la cancha, alguno le habrá gritado que vaya “a patear calefones”.
Boca podía recomponerse pero Franco le adivinó la intención a Colazo y se tiró al palo correcto, desviando el remate. Orion se dio cuenta que iba a ser él quien corrigiera las chances desaprovechadas y le atajó el penal a Irrazábal. Chávez, cumplió como en toda la noche y convirtió. Quedaban 3 a 3.
Empezaba la serie de a uno y el 1 de Boca pidió la pelota. Remató al medio arriba, inatajable para su colega.
Para el local, el turno de Aquino. Y Orion quiso ser la estrella: con una atajada bárbara, puro mérito propio, estirándose hacia su izquierda, le dio la (sufrida) clasificación al conjunto boquense. Y más que estrella, Orion fue una constelación entera.
En cuartos de final, Boca se medirá con Cerro Porteño, equipo que eliminó al último campeón de la Sudamericana, el Club Atlético Lanús.