Una histórica jornada de lucha vivieron ayer en el hospital Clínico Universitario, con tres asambleas y movilización interna. Destaparon una olla de corrupción y declararon personas no gratas a los directivos, declararon paro de actividades y enfrentaron a los grupos parapoliciales.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Martes 8 de enero de 2019
Los múltiples padecimientos del pueblo en medio de la tragedia social que vivimos no cesaron el fin de año, ni tampoco las protestas y las luchas. En este contexto, el inicio de año arranca con nuevos bríos de lucha de la clase obrera. Así, si este lunes 07 de enero en muchos barrios la semana empezó levantándose a la 1 de la madrugada para hacer la cola para comprar la bombona de gas –y aún así muchas familias se quedaron sin el combustible porque no alcanzó para todos–, para sectores como los docentes de primaria y media, y los trabajadores de la salud, fue un inicio de semana con importante jornadas de lucha.
Los maestros y profesores protagonizaron importantes asambleas en algunos estados, aún a pesar de las burocracias sindicales de las federaciones nacionales, tanto las alineadas con el gobierno con las ligadas a la oposición de derecha, que se negaron a acompañar los llamados a movilización hechos por algunos sindicatos regionales de base y trabajadores autoconvocados. En Cumaná y Lara, por ejemplo, hubo masivas asambleas docentes, reclamado el incumplimiento de numerosos derechos y compromisos derivados de las contrataciones colectivas.
En este marco, los trabajadores y trabajadoras del Hospital Universitario de Caracas (HUC), mejor conocido como “el Clínico”, protagonizaron lo que ya puede considerarse una jornada histórica de lucha.
Una verdadera rebelión obrera se vivió ayer en este hospital, una asamblea masiva en la mañana, con centenares de trabajadores, en la cual se presentaron pruebas contundentes de la grosera corrupción de la directiva con los recursos de los trabajadores y los pacientes, desató un estado de movilización permanente durante todo el día, con dos asambleas más en el transcurso de la jornada y la decisión de iniciar un paro de actividades, junto a esto, los trabajadores sacaron del hospital a varios de los directivos, tomaron la dirección del hospital y expulsaron a los mal llamados “colectivos”, instalados desde hacía meses allí para amedrentar y agredir a los trabajadores.
Con pruebas en mano destaparon una olla de corrupción
El Clínico fue uno de los centros más visibles del pasado paro indefinido de las enfermeras, que en la segunda mitad del año pasado marcó una verdadera referencia en el país y sirvió para animar las fuerzas de los trabajadores. El día de ayer, contar con pruebas contundentes de la enorme red de corrupción en el hospital, fue la gota que desató esta indignación de los trabajadores.
Como el resto de la clase obrera en el país, los trabajadores y trabajadoras del Clínico vienen soportando las inclemencias del salario pulverizado y la hiperinflación, pero además, padecen desde hace tiempo la realidad de trabajar en el sistema de salud público colapsado, en condiciones totalmente precarias.
Así mismo, para hacer frente a su lucha, las autoridades se han valido de la violencia institucionalizada de los grupos parapoliciales al servicio del gobierno, los mal llamados “colectivos”, establecidos dentro del propio hospital, dedicados a intimidar y agredir trabajadores: golpes, amenazas de puñaladas, mensajes como amenazas de muerte a los teléfonos personales, han sido algunas de las cosas que han debido soportar los trabajadores por parte de estos grupos. El encarcelamiento de un enfermero, injustamente acusado por el CICPC, precisamente en medio del paro indefinido del año pasado, es otra de las acciones intimidatorias que han soportado.
Este lunes 07, al comprobar que esas mismas autoridades se robaron impunemente dinero que debía ser destinado para pagos a los trabajadores, y que estaban gestionando negocios turbios con los insumos destinados a la atención de los pacientes, no aguantaron más y decidieron de una vez por todas sacarse de encima a estos personajes corruptos y antiobreros.
En conversación con La Izquierda Diario, Denis Guedez, delegado de base en el HUC del Sindicato de Hospitales y Clínicas, señaló que se trató de una “protesta general de todos los trabajadores del hospital, por la situación que se viene presentando por la falta de insumos, la falta de medicamentos, la infraestructura, además de la corrupción que existe en el hospital”.
Contó que en una primera asamblea en la mañana, con la presencia de entre 400 y 500 trabajadores, se presentaron facturas de la corrupción evidente. Entre las que se comprobó, por ejemplo, que el 21 de diciembre la directiva transfirió a una cuenta de una cooperativa en el Banco Bicentenario, 38 millones de bolívares soberanos por concepto de una fiesta para los trabajadores, fiesta que jamás se realizó. Así mismo, constataron con un acta de entrega, que la directiva anterior a la actual, que asumió el 10 de agosto de 2017, dejaba en la partida 401 (correspondiente a pago del personal) 777 millardos de bolívares fuertes, sin embargo, la gestión actual les dijo que las cuentas estaban “en cero”, y que por eso no les pagaban lo que les correspondía a los trabajadores.
También se expusieron varios audios en los que toda una serie de directivos orquestaban un negocio con los insumos del hospital. En los audios se puede escuchar como de manera descarada directivos del departamento de Logística, de Relaciones Laborales, de Recursos Humanos, de Administración y de la propia Dirección del hospital, hablan de negocios por entre 15 mil y 18 mil dólares, otro de 25 mil dólares, y lo refieren como “una torta” que “se va a compartir entre todos”.
Declaradas personas no gratas
Luego de esto, señala Guedez que “la asamblea declaró persona no grata al director y su tren directivo, y para hacerlo concreto fuimos y sacamos al jefe de vigilancia, fuimos y sacamos al jefe de mantenimiento, a la jefa de control perceptivo, a la jefa de administración, fuimos a hotelería hospitalaria y sacamos a los jefes de hotelería hospitalaria, fuimos y sacamos al jefe encargado de relaciones laborales”.
Al ser declarados personas no gratas no debían permanecer en las instalaciones del hospital, fue el razonamiento de los trabajadores, y “si mañana martes se presentan de nuevo, van a ser expulsados por los trabajadores a la calle”, señalan.
Así mismo, informó que “se tomó la dirección del hospital, hicimos bajar a la directiva a una asamblea, luego de que un trabajador fuera herido en la cabeza, por lo cual le debieron agarrar 14 puntos”. Los trabajadores fueron hasta la oficina del director del hospital, dado que este nunca apareció para dar la cara, los grupos violentos al servicio patronal, agredieron a los trabajadores, lo que acrecentó la indignación de los trabajadores, quienes tomaron la oficina, obligaron a los directivos presentes a bajar a otra asamblea, ante la cual presentaron de nuevo todas las pruebas de la olla de corrupción que destaparon.
Una comisión de la Vicepresidencia de la República se hizo presente en el hospital, a la cual se hizo entrega de las diferentes pruebas de la corrupción patronal.
Tras la agresión a los trabajadores, también la movilización decidió darle un ¡basta! a estos grupos parapoliciales y los sacaron de las instalaciones del hospital.
Los trabajadores del Hospital Universitario de Caracas se rebelan en una jornada de lucha expulsando a los cuerpos parapoliciales del gobierno. pic.twitter.com/Xz7l3zB3xz
— Milton D'León (@MiltonDLeon) 8 de enero de 2019
Paro y continuidad de la lucha
El delegado de los trabajadores y uno de los principales dirigentes a la cabeza de esta jornada, señala que “Ya basta de tanta corrupción y que nos vieran a los trabajadores la cara de pendejos. Nos han robado los reales del servicio funerario, del HCM, el dinero de las prestaciones sociales, de la caja de ahorro, el dinero que le descuentan al trabajador del seguro social, y ya está bueno ya. Es por esto que todos nos unimos”.
“Ya basta ya de la situación que están viviendo los pacientes sin insumos –dice–, sin medicamentos, la comida que les dan es arroz con lenteja sin siquiera sal, no haya ascensores, a las parturientas las tienen que subir por escaleras hasta el piso 10, no hay agua, cuatro meses los trabajadores cargando agua por las escaleras, por la rampa… el hospital con áreas totalmente contaminadas”.
La delegación de la Vicepresidencia que asistió al hospital fue llevada por los trabajadores, entre otras áreas, a Triaje de adultos, donde pudieron constatar que está contaminada, “sin aire acondicionado, con los baños tapados, sin material médico, sin insumos… salieron sorprendidos porque no aguantaban los olores que de allí emanaban”.
En función de todo esto es que “la asamblea decidió que a partir de hoy (ayer lunes) estamos en paro y solo serán atendidas las áreas críticas… vamos a seguir en la lucha hasta que no quede ni uno de esa directiva, y no nos detendremos hasta que vayan presos”. La indignación de los trabajadores es mucho mayor por cuanto llevan 7 meses con un compañero preso, el enfermero Alfonso Román, con una falsa acusación en medio del paro indefinido de enfermeras, para intimidarlos. “Se llevaron al compañero con el argumento de que tenía dos inyectadoras y un diclofenac, mientras ellos se roban millones, y ahora hasta en dólares”, señala.
Guedez culmina diciendo claramente: “Señoras y señores, ¡se acabo el miedo en el Hospital Universitario de Caracas!”.