Aún no se conoce con precisión lo que se habría acordado hasta el momento, pues las reuniones se realizan a puertas cerradas, aunque por las declaraciones de prensa todo parece indicar que entre el gobierno de Maduro se tejen importantes pactos.
Lunes 4 de diciembre de 2017 23:11
El chavismo y la oposición concluyeron el sábado en Santo Domingo las reuniones en las cuales se buscan acuerdos políticos que lejos están de los intereses de las mayorías trabajadoras y populares. Al término de la segunda jornada de conversaciones, el presidente de República Dominica, Danilo Medina anunció que ambas partes se volverán a reunir el próximo 15 de diciembre en Santo Domingo para una firma definitiva.
Las conversaciones de este 1 y 2 de diciembre tuvieron lugar en la sede de la Cancillería de República Dominicana, bajo el auspicio del presidente de este país, y del expresidente del Gobierno del Estado Español José Luis Rodríguez Zapatero.
Aunque es de destacar que se llega a la misma luego de una serie de reuniones secretas y discrecionales desde la última que se realizara también en el país caribeño el pasado 14 de septiembre.
Es de considerar que estas reuniones se estarían llevando a cabo negociaciones de más largo alcance o algún tipo de transición política a diferencia de todos los encuentros anteriores. La presencia de seis países de la región actuando como “acompañantes”, además de realizarse bajo la mediación directa del presidente de República Dominicana y de la presencia del ya histórico mediador José Luis Rodríguez Zapatero, le dan otro carácter. No en vano el llamado “equipo asesor de técnicos” de la oposición haya declarado que “el proceso de negociación se produjo siguiendo los acuerdos previos, en cuanto a las condiciones metodológicas determinadas por la facilitación internacional y aprobadas por ambas partes”, recalcando que “La comunidad internacional, que por primera vez acompaña con realismo el proceso de negociación, contribuye a crear una luz de esperanza para avanzar con una agenda precisa…”.
Aunque es más que claro que el imperialismo estadounidense ha jugado un papel central en forzar al gobierno de Maduro a sentarse a negociar con una oposición dividida y debilitada, e incluso que llegase a aceptar como “acompañantes” a países propuestos por la oposición como Chile, México y Paraguay. En este sentido han venido actuando las sanciones de Estados Unidos, tal como declarara a mediados de octubre Thomas Shannon, actual subsecretario de Estado para Asuntos Políticos del gobierno de Trump.
De acuerdo a Danilo Medina, en la reunión de este sábado se habrían dado "significativos avances" en los acuerdos, destacando que "se ha avanzado en profundidad" sobre los seis puntos de la agenda acordados previamente, sosteniendo que “el gobierno y la oposición venezolana han reiterado la firme voluntad de avanzar en un acuerdo". De allí el nuevo encuentro a mediados de diciembre para sellar el “acuerdo definitivo", agregando el presidente dominicano que esta nueva cita de debe a que "como son dos sectores que tienen que hacer consultas, lo mejor es ir despacio para que las cosas salgan bien".
La oposición continúa insistiendo que sus principales demandas son “la apertura de un canal humanitario que permita el envío de medicinas y alimentos”, “un cambio en la composición del Consejo Electoral”, la liberación de los encarcelados que consideran son "presos políticos" y “la restitución de unos poderes constitucionales de los que fue despojado el Parlamento”. Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación, que encabeza la delegación del chavismo, remarca permanentemente que lo que exigen es "el cese inmediato de las agresiones económicas contra Venezuela". Pero todo esto puede ser el juego de “tensiones” de declaraciones públicas para pujar en las mesas “reservadas” que se mantienen bajo puertas cerradas.
A estas negociaciones acuden los partidos con más diputados de la oposición en la Asamblea Nacional, donde buscan lo que ellos llaman “lograr garantías electorales de cara a los comicios presidenciales para 2018”. La delegación de la oposición la encabeza el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges (del partido Primero Justicia de Henrique Capriles), junto a las otras representaciones políticas y otras personalidades del ámbito empresarial, económico, social y hasta del sindicalismo. Es que, a esta nueva cita, la oposición busca de alguna manera de “blindarse” por los reiterados cuestionamientos que han tenido por su participación en los encuentros anteriores, y por ello insistieron de la presencia de Chile, México y Paraguay cuestión a la que Maduro venía negándose; por lo que el chavismo nombrara por su parte a Bolivia, Nicaragua y San Vicente y Granadinas como “acompañantes”.
Concluido el encuentro formal del viernes y sábado, Maduro quiso jugar adelantado este domingo al invitar a los representantes de las cuatro formaciones más importantes de la MUD a una "reunión especial esta semana" en el palacio presidencial de Miraflores para “evaluar la materia discutida hasta ahora”, criticando al mismo tiempo dos de los puntos tratados este fin de semana y que han sido banderas de la oposición: “que se devuelvan todas las competencias al Parlamento” y “la apertura de un canal humanitario”. Quiere presentarse como la “voz cantante” en una situación en hiperinflación y catástrofe económica.
El planteo de invitarlos a la reunión obviamente rompe “el formato” de las reuniones donde están los mediadores y los representantes de los países que actúan como “observadores” y “garantes”, por eso era más que cantado que la oposición rechazaría la propuesta de Maduro. Julio Borges, respondió a través de su cuenta en Twitter que: "@NicolasMaduro nuestro interés no es atender sus invitaciones, sino lograr un acuerdo donde se trace una ruta de futuro para Venezuela, que incluya comida, medicinas y voto libre". Prosiguiendo con más mensajes difundidos a través la misma red social como "Hoy con los cancilleres de la región, tenemos una fecha, una agenda para la próxima reunión y reglas claras que debemos cumplir. Somos nosotros quienes los sentamos a ustedes". Esto último en alusión a lo que declara Maduro que él fue el que logró que la oposición se sentara en las conversaciones.
Pero habrá que esperar entonces hasta el 15 de diciembre para conocer lo pactado, fecha en la cual se firmaría un acuerdo final. El último encuentro entre el chavismo y oposición se realizó también en República Dominicana el 14 de septiembre pasado y luego una tentativa fracasada a finales de septiembre, pero es de considerar que el proceso de encuentros entre la oposición y el chavismo nunca cesaron y estuvo mediada por múltiples reuniones discrecionales de lo que ellos llaman “mesas técnicas”.
Como hemos venido sosteniendo, en todos estos entramados y negociaciones que se vengan a suceder como el de este fin de semana, para nada saldrán beneficiados los trabajadores y el pueblo pobre, que ya llevan cuatro años sufriendo en sus espaldas una agobiante crisis económica, viendo rebajadas sus condiciones de vida y aumentando sus padecimientos.
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