Tres policías de la Federal a indagatoria por torturar a dos jóvenes que caminaban cerca de la Villa 20.
Rosa D’Alesio @rosaquiara
Viernes 10 de julio de 2015
Una nueva acusación contra los asesinos que andan uniformados. Esta vez se trata de los federales de la comisaría 52°. Para torturar, sin ser vistos, contaron con la inestimable colaboración de otros uniformados que les facilitaron un refugio dentro de un destacamento de la Gendarmería Nacional. Dos gendarmes están imputados por no haber denunciado y haber encubierto las torturas.
Fue durante la madrugada del 29 de abril pasado, cuando el subinspector Mauro Radesh y el cabo 1º Ceferino dos Santos, de la comisaría 52ª, detuvieron a los dos jóvenes que caminaban en las inmediaciones de la villa 20, los tiraron al piso, los patearon y le rociaron los ojos con gas pimienta. Después se los llevaron hasta el destacamento de los gendarmes para continuar torturando a los jóvenes.
Los Federales, después de haberlos golpeado con toda la brutalidad de la ley, gatillaron varias veces sobre las cabezas de los jóvenes. Luego lo trasladaron a la comisaría 52° bajo los cargos de “resistencia a la autoridad”. Bajo estos cargos las policías cometen todo los abusos de autoridad que se les venga en gana, y en conveniencia.
Un caso más
Pero este no es solo un caso más protagonizado por las policías, sean Federal, la Bonaerense, Metropolitanas, o provinciales. Todas ellas cuentan en su haber, en su currículum, cientos de casos de gatillo fácil, crímenes y torturas contra los jóvenes de los sectores populares. No es solo un caso más de policías asesinas, es también un caso más en el que queda expuesta que la juventud de los barrios pobres no puede salir tranquila de sus casas.
Como bien denuncia Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga, “la inseguridad es la que sufren los pibes en manos de la cana”. Al salir de los tribunales donde se juzgaba a uno solo de los responsables de las torturas y persecuciones, crimen y desaparición de su hermano, Orieta sostuvo ante la prensa: “Ustedes no saben cuántos pibes asesina la Policía ni a cuántos desaparece”. Y además expresó con mucha claridad quiénes sufren los pedidos de mayor seguridad que se clama desde los medios. “Lo que pasó con Luciano tiene que ver con los pedidos de ‘más seguridad’. Porque se pide ‘seguridad’ y se inauguran destacamentos que no son controlados, donde nuestros pibes están detenidos pese a no tener las instalaciones. Mientras para nosotros no había posibilidad de denunciar ante la Justicia lo que le ocurría a Luciano, porque te iba peor, seguro que te armaban otra causa” concluyó Vanesa Orieta.
“Plan Unidad Cinturón Sur”
Los gendarmes a través del “Plan Unidad Cinturón Sur”, desde el 2011 desembarcaron en los barrios porteños.
De esta manera respondió Cristina Kirchner a las franjas más reaccionarias de las clases medias porteñas. Más de 2.500 efectivos de Gendarmería y Prefectura llegaron para patrullar las calles de los barrios del sur de la Ciudad de Buenos Aires. Ahí, donde sus habitantes son señalados, incriminados de ser sospechosos. Ahí donde la juventud no puede andar seguro por las calles de su barrio, porque la inseguridad los asecha. Este caso que se conoce, cerca de la Villa 20, no hace más que confirmar eso.
Rosa D’Alesio
Militante del PTS, columnista de la sección Libertades Democráticas de La Izquierda Diario; se especializa en temas de narcotráfico y Fuerzas Armadas.