×
×
Red Internacional
lid bot

REFORMA DE EDUCACIÓN. Con el Frente Amplio como cómplice, el gobierno logra aprobar su reforma educativa neoliberal

La Cámara de Diputados aprobó en general la idea de legislar el proyecto de Reforma a la Educación Superior con 67 votos a favor, 41 en contra y 3 abstenciones. De esta forma, el gobierno de Michelle Bachelet logra avanzar con una reforma que mantiene intacto el negocio de los empresarios de la educación.

Francisco Flores Cobo

Francisco Flores Cobo Egresado/Gradista de Derecho U. de Chile

Jueves 20 de abril de 2017

Si hace unos días los votos de los diputados de la bancada estudiantil Camila Vallejo y Giorgio Jackson habían sido claves para rechazar el proyecto en la Comisión de Educación, este lunes lo fueron para aprobar la reforma más emblemática del gobierno. ¿De dónde viene este cambio en la votación?

Con un gobierno desesperado por aprobar este proyecto, las presiones de la Nueva Mayoría sobre el Frente Amplio surtieron efecto. Los diputados que representan al conglomerado de Beatriz Sánchez, aprobaron la idea de legislar una reforma que se aleja completamente de las demandas que desde 2011 vienen exigiendo en las calles los estudiantes: no se termina con la lógica de endeudamiento ni se consagra la educación como derecho universal garantizado para todas y todos, y el Estado seguirá financiando el negocio de privados, mientras que tampoco se consideró la demanda de condonación de la deudas.

Este hito, sin duda marca un antes y un después en la forma que desarrolla su política el Frente Amplio. Si ya han anunciado que no serán el salvavidas de la Nueva Mayoría en una eventual segunda vuelta en la elección presidencial, este lunes fueron ellos los que salvaguardaron al gobierno, aprobando la idea de legislar una reforma estructuralmente neoliberal.

Esta contradicción se expresa en las propias palabras de Gabriel Boric, quien manifestó que “este proyecto no está a la altura”, a la vez que votaba su aprobación, asegurando que “no vamos a ser quien para obstaculizar este proyecto”.

La justificación que dieron desde el Frente Amplio para apoyar la iniciativa del ejecutivo, fue la promesa de la ministra Delpiano de acabar en el 2018 con el CAE, pero de ninguna forma esta vaga promesa significará el fin del endeudamiento de miles de estudiantes, puesto que será reemplazado por otro tipo de crédito. El quiebre político de los diputados de la "bancada estudiantil" con las reivindicaciones históricas del movimiento, que les permitió nacer como figuras públicas, es evidente.

La tesis levantada por las actuales dirigencias del movimiento estudiantil de "incidir" al interior del parlamento, haciendo lobby con políticos corruptos, ha demostrado ser un total fracaso. En un año marcado por las elecciones, la CONFECH se ve en la obligación de levantar un plan de acción y movilización, de la mano con otros “movimientos” como Ni Una Menos y No + AFP, para pronunciarse firmemente contra la aprobación de la reforma.

En ese sentido, es necesario que las federaciones, centros de estudiantes y organizaciones políticas de izquierda que compartimos la necesidad del rechazo a la reforma y la exigencia de una educación gratuita ahora, comencemos a articularnos y organizarnos para preparar los próximos escenarios de votación y movilización; para generar fuerza material que permita que este sector se pronuncie claramente, en las calles y con movilización, en rechazo a la reforma neoliberal.