PANORAMA POLITICO. Con el arriba nervioso y el abajo que se mueve

El show mediático montado alrededor de los allanamientos a domicilios de Cristina Kirchner, no pudo evitar que este jueves se colara en la agenda política el costado más duro de la realidad nacional.

Según la difusión de estadísticas oficiales del INDEC, la actividad económica tuvo en junio un derrumbe del 6,7 % interanual. Para encontrar una caída similar, hay que remontarse a casi una década atrás, cuando el mundo estaba convulsionado por la crisis de Lehman Brothers, que fue el cimbronazo más fuerte de la economía mundial en varias décadas.

Si bien las actividades agropecuarias explican una parte de la caída, lo cierto es que también hubo bajas muy importantes en otros sectores como el comercio, que descendió un 8,4 %, la industria (7,5 %) o transporte y telecomunicaciones (6,1 %).

Como contracara, los que siguen ganando son los grandes beneficiados del modelo macrista: la intermediación financiera, la minería y las empresas de servicios públicos. Es decir, los privilegiados de un modelo económico de especulación financiera, baja de retenciones y tarifazos.

La situación inversa, evidentemente, es la del pueblo trabajador. Mientras el dólar sigue subiendo, se pronostica que la inflación este año no será menor al 32 %, a la vez que se siguen perdiendo miles de puestos de trabajo por mes, lo cual no hará más que profundizarse a medida que avance la recesión.

A su vez, la crisis política derivada del escándalo de los cuadernos, la incertidumbre electoral hacia 2019 y la crisis económica, se retroalimentan mutuamente. La primera no solo afecta la actividad de sectores como la obra pública, sino que también, aunque el macrismo intenta usarla en su favor con ayuda de distintos medios de comunicación, deja al desnudo los negociados del kirchnerismo pero también los de la familia presidencial, y contribuye al descrédito del régimen político, sus partidos, e instituciones como el Poder Judicial, cuya arbitrariedad e intencionalidad política queda a la vista para quien la quiera ver.

Algo nuevo surge desde abajo

Sin embargo, hay otro elemento que es novedoso en la realidad nacional. Lo había anticipado, semanas atrás, el poderoso movimiento de mujeres que protagonizó movilizaciones multitudinarias por el derecho al aborto, y que ahora se continúa exigiendo la separación de la Iglesia del Estado.

Hoy, a pesar de las diversas burocracias que intentan impedirlo, hay nuevos síntomas de un renovado impulso de luchas de resistencia a los ataques.

El más extendido de todos probablemente sea el de la lucha universitaria que recorre el país, y que es ocultada por la mayor parte de los grandes medios de comunicación. Frente a una provocadora “propuesta” paritaria del 10,8 %, el paro docente se desarrolla en múltiples provincias, con apoyo estudiantil y no docente. Clases públicas, movilizaciones de miles, tomas de facultad, son parte del proceso.

Hasta el momento las marchas más multitudinarias tienen lugar en provincias como Córdoba y Santa Fe, aunque el fenómeno tiene lugar en todo el país. Este viernes, sin ir más lejos, habrá clases públicas en Plaza de Mayo. De profundizarse el conflicto, quizás el movimiento estudiantil (junto con los docentes), esté anticipando, como caja de resonancia de las contradicciones sociales, un nuevo momento de la lucha de clases.

También en el plano de la crisis educativa, este jueves el Frente de Unidad Docente bonaerense anunció un paro de 72 horas para la semana que viene, en respuesta a la “oferta” salarial de Vidal, de tan solo un 19 % más 1,7 % en concepto de material didáctico. Mientras tanto, a tres semanas del crimen social de Moreno que se cobró las vidas de Sandra Calamaro y Rubén Rodríguez por la explosión de gas en la escuela EP 49 del municipio, hay cientos de escuelas de la provincia de Buenos Aires que siguen sin clases, y miles de docentes, muchas veces junto a madres y padres de la comunidad educativa, están protagonizando acciones en respuesta a la crisis de infraestructura.

También en la provincia de Buenos Aires se da una lucha testigo del movimiento obrero en el momento actual, la de los obreros del Astillero Río Santiago contra el ataque a sus conquistas, pero también contra las campañas de difamación que buscan crear el terreno para avanzar en vaciar y privatizar la empresa estatal, la única que resistió las privatizaciones de los años ´90. La respuesta de María Eugenia Vidal a la resistencia fue la represión, pero los obreros siguen en pie de lucha. Este viernes habrá una reunión de coordinación para definir los próximos pasos.

En Córdoba, hace pocos días tuvo lugar una importante marcha en apoyo a los trabajadores de Luz y Fuerza, que enfrentan el ataque hacia su convenio laboral y una mayor participación privada en la empresa EPEC. También, frente al anuncio de más de 100 despidos en Fábricas Militares, una importante movilización de más de 2000 personas marchó por el centro de Río Tercero.

En Fray Luis Beltrán, Santa Fe, hubo medidas de lucha como paro, corte de ruta, asamblea y caravana al centro de la ciudad de San Lorenzo contra los despidos en Fabricaciones Militares. Este jueves se movilizarán hacia Buenos Aires.

En Jujuy, ante la falta de pago del mes de julio, y por la reincorporación de 40 despedidos, en el Ingenio La Esperanza se impidió la salida de azúcar como medida de fuerza. También en esa provincia trabajadores de Exincor acampan a la vera de la ruta exigiendo el pago de salarios adeudados y realizaron una marcha por el centro de Palpalá.

En Salta, trabajadores de la Secretaría de Agricultura Familiar realizaron cortes de ruta y otras medidas contra los anuncios de despidos en el sector. En el marco de un paro nacional de 96 horas en el sector, también hubo acciones en otras provincias como La Pampa, Mendoza, Catamarca, Santiago del Estero o Santa Cruz.

En Neuquén, enfermeras del servicio de obstetricia hacen paro en el Hospital Castro Rendón exigiendo la incorporación inmediata del personal necesario para completar el plantel óptimo para brindar una atención de calidad a la comunidad. Por su parte, las fábricas ceramistas gestionadas por sus trabajadores se movilizaron desde el Monumento a San Martín a Casa de Gobierno para exigir una respuesta por las amenazas de cortes de gas ante los tarifazos impagables. A su vez, sigue el reclamo de los trabajadores de MAM en defensa de sus puestos de trabajo con un acampe frente a la fábrica.

En la Ciudad de Buenos Aires, por último, junto con la lucha docente y estudiantil, continúa la pelea de los trabajadores de Télam contra el vaciamiento de la agencia.

Es urgente un paro nacional y plan de lucha

Los ataques del macrismo y de los gobernadores peronistas y de Cambiemos no harán más que profundizarse. En las próximas semanas, terminarán de definir junto a sus diputados y senadores un presupuesto para el año 2019 que, a pedido del Fondo Monetario Internacional, implicará un ajuste brutal del gasto público, para garantizar los pagos de la ilegal, ilegítima y fraudulenta deuda pública.

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Ante las respuestas de lucha, también el Gobierno mostró que está dispuesto a reprimir el descontento social. Así lo vimos esta semana en la lucha del Astillero Río Santiago y en la de los obreros de Tandanor. Sin embargo, gobernadores peronistas como Juan Schiaretti no actúan muy distinto, como se vio en el desalojo de la Facultad de Derecho en Córdoba este jueves. El decreto para permitir la intervención de las Fuerzas Armadas en seguridad interior, que en lo inmediato tiene como principal efecto práctico destinar más gendarmes al conurbano bonaerense, marca una predisposición estratégica frente a la crisis.

Frente a esta situación, los dirigentes de las centrales sindicales y los sindicatos más poderosos, se han borrado después del paro nacional del 25 de junio, que lo hicieron solo para intentar descomprimir el descontento. La cúpula de la CGT, con desparpajo, se reunió directamente con el enviado del FMI a la Argentina. Por su parte, las distintas variantes de la CTA a veces hacen medidas de lucha aisladas, sin perspectivas ni continuidad en planes de lucha serios. En su variante kirchnerista, directamente buscan canalizar todo el descontento hacia las elecciones de 2019.

Las luchas mencionadas arriba, de distintas características y perspectivas (algunas abortadas por el rol de sus direcciones burocráticas), muestran la predisposición para enfrentar los ataques. Pero necesitan ser unificadas en una pelea del conjunto del pueblo trabajador para poder triunfar.

Por eso es necesario impulsar asambleas en todos los lugares de trabajo y estudio para exigirle e imponerle a las centrales sindicales un paro nacional activo ya, con movilización de cientos de miles a Plaza de Mayo y todas las plazas del país, y un plan de lucha con continuidad, en la perspectiva de la huelga general para derrotar el plan de ajuste que afecta a todo el pueblo trabajador.

Junto a esta necesidad urgente, el PTS difundió un planteo de conjunto para la intervención del Frente de Izquierda en la crisis. Contra quienes solo alientan a esperar al 2019 mientras el pueblo trabajador sufre el ajuste, entre las propuestas se destacan el lanzamiento de una agitación de masas por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana ligada al planteo de un programa anticapitalista; rodear de solidaridad a las luchas; y un gran acto del FIT para aparecer con fuerza en la escena nacional.

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