Este lunes 8 de agosto comenzó el paro cívico de Santa Cruz exigiendo la realización del Censo Nacional de Población para el año 2023. Amagues de enfrentamientos y desbloqueos se viven en la zona central. Este paro expresa los intentos de reagrupamiento derechista en las calles.
Lunes 8 de agosto de 2022
Foto: Pablo Deheza
Comenzó el paro cívico de 48hs convocado por la asamblea de la cruceñidad y el gobernador de ese departamento, el golpista conservador y clerical, Luis Fernando Camacho. Afines a la reaccionaria Juventud Cruceñista montan guardia en la sede del Comité Cívico ante rumores de contingentes de desbloqueadores en sus proximidades. El ministro Edgar Montaño recorre la ciudad con la ayuda de simpatizantes del MAS para la “limpieza” de calles. Por su parte, afines al alcalde de la ciudad Johnny Fernández, también resguardan la sede de la institución edil ante los enfrentamientos que días atrás se desarrollaron con motivo del rechazo al paro por parte de Fernández y las acusaciones cívicas de “venderse al MAS”.
La postergación del censo nacional para el año 2024 por parte del gobierno de Arce junto a la aceptación de las 8 gobernaciones departamentales, se ha constituido en el pretexto para que los sectores derechistas comprometidos con el golpe del 2019 inicien una gimnasia movilizadora con el objetivo de ir reagrupando fuerzas y revertir la situación de extrema fragmentación en que quedaron luego del gobierno de Áñez y de las elecciones nacionales del 2020. Buscan reconstruir una oposición de derecha al gobierno de Arce que pueda poner un límite a los actuales procesos por el golpe de estado y que podrían conducir a Camacho y otros prominentes derechistas a una situación delicada.
Pero, si quienes llevaron adelante el golpe de estado del 2019 se encuentran divididos y sin ejes claros de acción que les permitan reagruparse, no es menos cierto que en el oficialismo la fragmentación entre evistas y renovadores amenaza la gobernabilidad de Arce-Choquehuanca.
La postergación del Censo Nacional para el 2024, tiene el objetivo de “patear” para adelante los conflictos que asoman con diversas regiones ante la posibilidad que el censo establezca nuevos parámetros para la distribución de recursos así como para la representación parlamentaria de las próximas elecciones. Estos nuevos parámetros podrían provocar la resistencia de diversas regiones que muestran una persistente tendencia a la migración como sucede en el campo y algunos departamentos postergados. Lejos de que el motor de las políticas gubernamentales sea la fortaleza, en realidad, vemos que es la debilidad estructural del gobierno la que lo empuja a postergar y retrasar definiciones políticas claves en su negociación permanente con la derecha agroindustrial.
Noticia en desarrollo