Casta. Con la discusión de la Ley Bases de fondo, en junio los senadores cobrarán $ 8 millones de “sueldo”

En medio de la tensa discusión entre el oficialismo y la oposición patronal sobre el dictamen del proyecto de Ley Bases, el Senado de la Nación vuelve a ser noticia por razones de casta. Desde el mes de junio, las dietas de las y los 72 senadores pegarán un nuevo salto nominal.

Legalmente, las modificaciones en los ingresos de las y los legisladores de la Cámara que preside Victoria Villarruel dependen de los ajustes de la paritaria de los trabajadores del Congreso Nacional. De acuerdo a las últimas negociaciones, en mayo a quienes trabajan en el Parlamento tendrán un incremento salarial del 9% (2 de retroactivo y 7 de actualización). Y a quienes ocupan las bancas les toca premio.

Atadas a esa paritaria laboral, desde junio las y los 72 senadores pasarán de una dieta de $ 7 millones en bruto a una de $ 8 millones. Con las deducciones correspondientes, en mano (neto) pasarán de recibir $ 4,5 millones y a más de $ 5 millones.

Vale recordar que en abril, cuando se votó el dietazo que recibió un amplio repudio popular, los senadores de La Libertad Avanza convalidaron ese escandaloso autoaumento. Si bien no levantaron la mano, al no oponerse explícitamente dejaron correr lo que votaban peronistas, radicales y miembros de partidos provinciales. La casta no sólo no tiene miedo, sino que también está integrada por el espacio político que encabeza Javier Milei.

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No es nada casual que estos aumentos millonarios se produzcan en medio de la discusión sobre el futuro de la Ley Bases, madre de todas las batallas del Gobierno para lograr legalizar su plan de ajuste y saqueo sobre el pueblo trabajador. La idea de mantener a las senadoras y los senadores con los bolsillos llenos es perfectamente compatible con la necesidad del minoritario bloque libertariano de sumar voluntades “opositoras” para aprobar el proyecto que ya consiguió media sanción en Diputados.

Pero a la vez, mientras esa rosca palaciega sigue dando bochornosas novedades, el grueso de la población padece las consecuencias de plan de gerra que vienen implementando Milei, Villarruel, Caputo y compañía. Caída abrupta del consumo, salarios que no alcanzan a garantizar la almentación básica de las familias trabajadoras, cientos de miles de nuevos desocupados, comedores populares vaciados por la ministra Sandra Pettovello, jubilaciones de indigencia y un largo etcétera configuran el escenario social en el que se dan estos avances de los sectores políticos en su propio beneficio.

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Más casta no se consigue. El Frente de Izquierda propone desde hace más de una década que cada legislador, funcionario del Ejecutivo, juez y demás cargos públicos perciba un ingreso equivalente al de un trabajador. Única alternativa posible contra los privilegios de los que gozan quienes fueron elegidos para mejorar las condiciones de vida de la población. Privilegios que, sobra decirlo, existen desde siempre, gobierne quien gobierne.