El Consejo Nacional Electoral anunció el inicio de la renovación de los partidos políticos, proceso necesario para participar en las próximas elecciones, con unas condiciones imposibles de cumplir para las organizaciones que no cuentan con gran financiamiento y maquinaria política.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Viernes 10 de febrero de 2017
A través de una nota de prensa, el Consejo Nacional Electoral (CNE) indicó que acordó los criterios que regirán esta renovación, en concordancia con una sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). De acuerdo con esta decisión del CNE prácticamente solo podrían postular candidatos el PSUV y la MUD, de cara a las elecciones regionales que deberían realizarse a mediados de este año, como explicamos a seguir.
Según el escrito en este proceso, que se realizará durante 10 fines de semana desde el 18 de febrero hasta el 23 de abril, "deberán renovar el registro de sus militantes 59 organizaciones con fines políticos que no participaron en los dos últimos procesos electorales o que no alcanzaron una votación equivalente a 1% de los sufragios emitidos" en 12 estados. También se señala que "cada partido tendrá dos días para la recolección de manifestaciones de voluntad de sus miembros".
El orden en que los partidos deberán validar sus nóminas dependerá del último proceso electoral en el que hayan participado y de los votos que obtuvo entonces. "Así, el primer grupo está conformado por aquellos partidos que no presentaron candidaturas en las dos últimas elecciones, a los cuales se les contabilizarán los votos obtenidos en las elecciones parlamentarias de 2010", explicó el CNE.
Agrega que "la secuencia de atención se iniciará con el partido que haya obtenido menos votos", mientras que el segundo grupo lo integran los que sí participaron en los comicios del 2015, a los que se le contabilizarán los votos obtenidos en ese proceso. Señala el CNE que "El Registro Electoral (RE) que será tomado en cuenta para esta renovación es el utilizado para la elección de la Asamblea Nacional del 2015" y "los militantes deberán validar su identidad en el estado en el que se encontraban registrados para esa fecha". Para este proceso de renovación, el CNE dispondrá de 390 puntos que trabajarán siete horas diarias y que contarán con la plataforma de captación de huellas digitales para validar a los “militantes”.
Con esta resolución del CNE es evidente que solo los grandes partidos del status quo están en condiciones de renovar su legalidad. Al momento, apenas el PSUV y la MUD –en cuanto alianza política– no tienen necesidad de recurrir al mecanismo de renovación, por ser las organizaciones que más votos obtuvieron en la última contienda electoral, las legislativas del 6 de diciembre de 2015. Aunque los componentes de la MUD en cuando partidos individuales sí tendrán que recurrir al mecanismo de renovación, pues en las últimas elecciones legislativas todos se presentaron con la inscripción del nombre de la alianza “MUD”. Las principales organizaciones que integran la alianza de la derecha no tendrían dificultad en poder cumplir la nueva norma, pues disponen de la maquinaria y recursos suficientes, además de ser partidos de gran presencia nacional. Sí pueden verse en dificultades los partidos menores, con escaso aparato o con presencia importante solo a nivel regional.
Dificultades mayores para las organizaciones políticas de la clase trabajadora
Ahora bien, si partidos de presencia nacional media se pueden encontrar con algunas dificultades, es más que evidente que el proceso de renovación para los partidos pequeños es de imposible cumplimiento, lo que en otras palabras significa impedir el ejercicio pleno del derecho a la asociación política y a la participación electoral. Sobre todo de aquellas organizaciones críticas al sistema capitalista o que se reivindican de la clase trabajadora, y que no disponen de recursos económicos –recordemos que en nuestro país se eliminó el financiamiento público a las organizaciones políticas–, como sí disponen los grandes partidos de la clase dominante que se financian ya sea de los recursos del Estado y de empresarios ligados al mismo (como el PSUV), o de grandes sectores empresariales y “ayudas” o “contribuciones” financieras de gobiernos imperialistas, como los de la MUD.
Pues tal como fue aprobado este proceso, los partidos tienen que alcanzar el 0,5 % del registro electoral en al menos 12 estados para mantener su vigencia, en un lapso de solo un fin de semana para cada partido. En otras palabras, los partidos inscritos tendrán solo 14 horas hábiles para llevar a alrededor de 60 mil personas, como piso, para expresar “su voluntad” de pertenecer a su respectiva organización a las mesas de la captación de huellas que dispondrá el organismo electoral. Además de que los “militantes” deberán validar su identidad en el estado en el que se encontraban registrados para las elecciones del 2015.
Adicionalmente, no existe la figura de adhesión democrática, que implique la manifestación de voluntad de una persona para que un partido pueda seguir siendo legal, aún sin que esa persona se reivindique militante de esa organización. Por tanto, solo existe la figura de militantes y, como la legislación proscribe la “doble militancia”, una misma persona no pueda manifestar su voluntad de apoyo a más de una organización, pues esa voluntad estaría automáticamente anulada.
El CNE ya había impedido que nuevas organizaciones de izquierda pudieran inscribirse como partido legal, incluso cumpliendo la normativa, como fue el caso de Marea Socialista –que se reivindica como chavismo crítico–, al que ni siquiera le dieron el derecho de iniciar el proceso para poder legalizarse. Ahora, con la nueva normativa, busca borrar de un plumazo una gran cantidad de organizaciones pequeñas, como por ejemplo, al Partido Socialismo y Libertad (PSL) que se reivindica socialista y de los trabajadores y tiene como principal referente al dirigente sindical Orlando Chirino.
¿Postergando a como dé lugar las elecciones?
Aunque otro de los objetivos del CNE al llamar a realizar este proceso de renovación política obedecería a patear para adelante las elecciones regionales que estaban programadas para el primer semestre del año. Es de destacar que las regionales tendrían que haberse realizado al menos en el mes de noviembre del año pasado, pues el mandato a los gobernadores se les vencía en diciembre.
El chavismo ha venido huyéndole a cualquier proceso electoral luego de su fuerte derrota en las legislativas del 2015, razón por la cual también impidió que el revocatorio impulsado por la MUD se pudiera realizar. Además de borrar de un plumazo a una gran cantidad de partidos pequeños, e impedir que otros puedan inscribirse, busca de todas las maneras que al menos en el primer semestre de este año no se realice algún tipo de elecciones.