Tras dos días de consulta y pese a las advertencias de organizaciones sociales frente al riesgo de contagio, la población de Mexicali rechazó con más del 70% de votos en contra a la construcción de la planta cervecera de Constellation Brands, que traería consigo el despojo de agua de la ciudad.
Axomalli Villanueva @1quiahuitl
Lunes 23 de marzo de 2020
Tras dos días de consulta la población de la ciudad de Mexicali rechazó la imposición de la cervecera Constellation Brands y el despojo de agua. A pesar de que la consulta que "decidió" el futuro de la construcción de la mega fábrica fue denunciada por organizaciones sociales por exponer a la población al contagio del COVID-19.
Con un resultado del 73% en contra de la construcción de la cervecera finalizó el segundo día de la consulta, misma que fue promovida por grupos empresariales, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), quienes rechazaron la tarde de ayer los resultados, después de que desde el sábado el rechazo al megaproyecto se hizo evidente.
Por otro lado Mexicali Resiste y otras organizaciones civiles denunciaron el acarreo que estos grupos empresariales realizaron a pesar de la contingencia sanitaria, que se había decretado previo a la consulta y la publicidad masiva a favor de la transnacional que fue circulada en redes sociales durante semanas.
#Comunicado El CCE rechaza tajantemente el proceso y resultados de la consulta irregular sobre la cervecera Constellation Brands pic.twitter.com/ybxKp2kgG2
— CCE (@cceoficialmx) March 22, 2020
El megaproyecto de la cervecera Constellation Brand –cuya obra ya lleva un 60% de avance– prevé acaparar 5.8 millones de metros cúbicos de agua por año para producir cerveza destinada a la exportación. En cambio, la empresa promete una inversión de mil 400 millones de dólares.
El tema fue abordado en la conferencia matutina de hoy del presidente, expuesto por la Subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, Diana Álvarez Maury.
Resquicios de la democracia; ¿a quién beneficia?
Dicho proyecto no sólo vino acompañado de una férrea oposición de los habitantes, sino, como hemos denunciado desde este diario, una oleada de represión, heridos y presos por oponerse al despojo y ecocidio que traería la planta.
El cinismo de la Coparmex y los demás grupos capitalistas no puede sino enfurecer a quienes han seguido el conflicto de cerca: a pesar de que en reiteradas ocasiones los habitantes denunciaron que la construcción de la planta les afectaría en el acceso del vital líquido, no les bastó con su campaña de propaganda engañosa, equiparando un pequeño negocio como un estante de jugos (que se aprecia en la infografía que pusimos arriba y que es de autoría de la Coparmex) con una multinacional al servicio de los capitalistas extranjeros, y cuando la población se organiza contra su sed de lucro lanzan acusaciones de engaño y fraude de una consulta que ellos mismos impulsaron.
Salen entonces dos conclusiones de este ejercicio. La primera: la democracia en México sólo lo es si beneficia a los grupos empresariales; si, por el contrario (como en Mexicali), un simple ejercicio de votación les resulta desfavorable, denunciarán con todos sus medios que la población del lugar (que ha vivido por generaciones ahí) no sabe del grandioso beneficio que se está perdiendo por su egoísmo de querer defender sus recursos naturales.
La segunda: que estos empresarios, en última instancia, actúan en beneficio de sus socios extranjeros (y en este caso imperialistas). La construcción de la cervecera Constellation Brands viene en un contexto donde, a unos pocos kilómetros al norte, donde el poblado ya no se llama Mexicali, sino Calexico, el presidente de ese país llegó a donde está ahora bajo la promesa de que regresaría los empleos bajo la consigna "America First" (Estados Unidos primero). ¿Qué quería decir con esto? Que las relocalizaciones a otras latitudes de marcas estadounidenses ya no se permitirían, y sin embargo henos aquí, hablando de una planta en territorio mexicano.
La comunidad de Mexicali le dejó claro a la patronal que no quieren su proyecto ecocida. La organización y vinculación solidaria con otros movimientos evitó que los habitantes se quedaran aislados; al mismo tiempo, los trabajadores de Estados Unidos también enfrentan luchas similares en defensa de los recursos naturales y del empleo y tienen más en común con los habitantes de Mexicali que con la patronal estadounidense.
Este tipo de unidad es el que se necesita para frenar la devastación ambiental que los capitalistas quieren imponer. Nuestras vidas y el planeta valen más que sus ganancias.