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Red Internacional
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Paro nacional y plan de lucha. Con un paro aislado no alcanza. ¿Por qué la UTE no quiere enfrentar a Milei y a Jorge Macri?

El lunes 26F se desarrolló un paro nacional convocado por Ctera. ¿Por qué en CABA el acatamiento fue menos del esperado? La conducción de UTE durante estas semanas de vuelta a las escuelas no desarrolló asambleas, ni reuniones para organizar a la docencia. ¿Que se esconde detrás de esto?

Miércoles 28 de febrero 15:57

La crisis avanza, así como la política de atacar a las mayorías por parte del gobierno nacional. Ayer, sin ir más lejos, se conoció el dato de que durante un mes de gobierno de Milei 1,13 billones de pesos se transfirieron directo del bolsillo de los trabajadores a las grandes empresas dueñas del país. Mientras el país está al rojo vivo, (ayer también se conoció que se termina con el plan trabajar), las centrales sindicales llenan sus redes sociales con comunicados y propuestas “de alguna posible medida de lucha, en algún momento, cuando sea oportuno hacerlo”. También ayer, se realizó la reunión del gobierno nacional con los sindicatos nacionales de educación, reunión en la que se volvió a confirmar el quite del Fonid y no hubo una propuesta salarial. Todo cruje.

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Vemos como CTERA tardó una semana en anunciar el paro, e hicieron todo lo posible para que fuera chico. En CABA, UTE, teniendo cientos de delegados en toda la ciudad, no fueron capaces de preparar con asambleas y reuniones distritales un gran paro que fuera construido desde abajo junto a la docencia que tiene bronca porque su salario será recortado, porque ya fue pulverizado con las devaluaciones de los distintos gobiernos. En medio de la terrible inflación que no para de crecer, y a la vez que el hambre se expande entre los estudiantes ¿Qué más tiene que pasar para que realmente UTE se digne a enfrentar todo el plan de Milei?

La conducción de UTE continúa sin estar dispuesta a organizar al conjunto de la docencia y comunidades educativas para enfrentar el ajuste de Milei en Nación y de Macri en CABA. Esto se vió la semana pasada en los llamados a plenarios por área donde no se votó ningún plan de lucha. Apenas publicó tímidamente en sus redes el mismo flyer que sacara CTERA pero sin convocar en cada escuela para que llenemos las calles frente al ex ministerio de educación.

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En las escuelas, las conversaciones giraban en torno a que el acto de la CTERA fue corto y sin ánimos de lucha. Rutinario y con sabor a poco. Y también, en las salas de maestras y profesores, se menciona que la dirigencia no está dando demostraciones de una lucha seria. Esto tiene relación con el rol que juega el peronismo (que conduce los sindicatos mayoritarios como la UTE) que es de rearmarse políticamente, que se desgaste todo y proponer un recambio electoral, construyendo su figura salvadora (¿Axel Kicillof? o vaya a saber quién). Cristina, hace dos semanas dio a conocer una carta en la cual describe los ciclos económicos críticos de la Argentina, plantea una suerte de desaciertos o “límites” que tuvieron determinados presidentes para gobernar, y otros gobiernos de “salvadores”, reivindicando el rol del Frente de Todos en su negociación con el FMI, y hasta las primeras privatizaciones del Menemismo. Son grandes ausentes en su carta el pueblo, los trabajadores en los distintos conflictos, o la movilización popular del 2001, o hasta incluso algo tan cercano como el 2017 donde miles salieron a las calles contra la reforma previsional.

La estrategia de la dirección del sindicato UTE, va a tono con la política de CFK, de “esperar” a que todo se desarrolle, cuidar la PBA y su sugerencia en el documento sobre privatizaciones y reforma laboral contraria a las medidas de fuerza docentes en relación al envío de los chicos por parte de las familias a las escuelas privadas, ya que no hay paros.

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Si realmente CTERA quisiera construir un plan de lucha serio ya lo hubiera hecho. No sorprende, porque en los años previos tampoco enfrentó el ajuste y el avance sobre la educación pública que llevaron adelante tanto el gobierno de Macri como el de Alberto. La estrategia se repite: primero esperar a 2019, luego hacer la plancha frente al gobierno ajustador de Alberto Fernández, y luego llamar a votar al amigo de la embajada yanki, ahora devenido en empleado de un fondo de inversión, Massa. No se puede seguir jugando la carta del mal menor mientras nuestros estudiantes tienen la panza vacía.

Desde la 9 de abril, creemos que es fundamental organizar cada escuela con las familias y los estudiantes para poder enfrentar los ajustes de Milei y los diferentes gobernadores (en CABA, Macri). Ya vemos como no hay viandas para los estudiantes en el período EPA (Empezando primer año), lo cual es grave porque son chicos y chicas que están viniendo a los colegios y no tienen una vianda ni una bebida fría.

La UTE tiene que llamar urgente a asambleas por escuela con mandato de base y un plenario de delegados de base, abierto a toda la docencia, con referentes de escuela o representantes, que ponga en pie un plan de lucha continuado. Las reuniones que propone la conducción, que no son resolutivas y divididas por áreas, solo sirven para dispersar la fuerza del sindicato mayoritario de la docencia en CABA. El mandato de nuestro sindicato a CTERA debe ser el de un plan de lucha nacional, no dejar a las provincias luchando solas y no pactar con los gobernadores salarios a la baja. En CABA, la UTE no rechazó el salario por debajo de la inflación otorgado por Jorge Macri, como también lo hicieron con Baradel aceptando el salario de Kicillof por debajo de la inflación. En el camino, tenemos que ir construyendo -como propone la conducción de Ademys- una gran asamblea abierta unificada de toda la docencia de capital, para unir fuerzas contra el gobierno nacional y Jorge Macri.

A su vez, hay paro de Aerolíneas Argentinas, están atacando Telám y los medios públicos, hubo paro de ferroviarios y sanidad, empresas como Acindar y otras están despidiendo, lo que se necesita urgente es un paro nacional de todas las centrales sindicales

Tenemos que tomar el ejemplo de las asambleas barriales que se vienen organizando en las plazas y esquinas para enfrentar el ajuste, pero que además se pronuncian en solidaridad con los conflictos educativos y están juntando útiles escolares para donar a las familias que no alcanzan a llenar las mochilas frente a un 450% de aumento interanual en la canasta escolar. Este es un camino que deberíamos seguir en cada escuela: empezar a organizarnos con las asambleas de la zona para poder construir fuerza para defender la educación pública, pero además enfrentar el ataque de Milei al conjunto de las familias trabajadoras que la integran.

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Los horizontes de continuidad de la lucha que se vienen discutiendo en las asambleas barriales son este viernes 1M, dónde los y las estudiantes de los terciarios, universitarios y Unidxs x la cultura, convocan a una saltada de molinetes o “molinetazo” como forma de protesta ante el aumento en transportes que afecta en gran medida a que estudiantes y familias acompañantes puedan trasladarse a sus lugares de estudio.

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Y el viernes de la semana siguiente será un nuevo 8M. El gobierno ataca en su “batalla cultural” e ideológica, quitando el lenguaje inclusivo de la administración pública de manera insólita, para seguir alimentando el odio hacia las mujeres y feministas, así como atacan a la diversidad y las personas neuro divergentes, es para distraer, mientras las grandes mayorías se hunden en la pobreza. En un gremio altamente feminizado dónde las docentes siguen siendo mayoritariamente las encargadas de las tareas de cuidado y en muchos casos son sostén de familia, es necesario que la docencia levante las banderas en defensa de la ESI, la IVE, el respeto a la diversidad sexual y en contra del hambre y la miseria que aqueja a las familias de nuestras escuelas y estemos a la cabeza de un gran paro y movilización que unifique las demandas del conjunto de las mujeres trabajadoras. La UTE no puede seguir ignorando esta realidad.