En un juicio extenuante, que tuvo sólo una audiencia de 21 horas corridas, un jurado popular concluyó que los policías Ezequiel Benítez y Cintia Duarte mataron al joven de 18 años la noche del 10 de julio de 2020, en plena cuarentena represiva. Al no haber unanimidad en la votación, no recibirán perpetua. El viernes el TOC 4 de La Matanza dará a conocer la pena.
Miércoles 17 de agosto de 2022 12:30
Fotos de @phuerza para Enfoque Rojo
En la mañana de este miércoles, tras 21 horas corridas de audiencia desarrollada en el Patio de las Américas de la Universidad Nacional de La Matanza, un jurado popular declaró culpables de “homicidio en exceso del cumplimiento del deber” a los policías bonaerenses Ezequiel Benítez y Cintia Duarte, quienes la noche del 10 de julio de 2020 asesinaron en González Catán al joven Lucas Verón e intentaron hacer lo propio con su amigo Gonzalo Aguirre.
La Izquierda Diario cubrió la audiencia y en un próximo artículo se brindarán detalles que demuestran tanto la insensibilidad del Tribunal Oral Criminal (TOC) 4 de La Matanza (que obligó a familiares, testigos, público y al propio jurado a mantener la atención durante 21 horas corridas en una sola audiencia) como pormenores de una condena que estuvo muy lejos de satisfacer a la familia de Lucas y a su amigo Gonzalo.
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Los doce miembros del jurado popular seleccionado para este juicio determinaron, por mayoría, que efectivamente Lucas fue perseguido y asesinado a balazos por miembros de la Policía Bonaerense. Pero parte de sus miembros dijeron que fue un “homicidio en exceso del cumplimiento del deber” y no por una decisión consciente de matar. Tomaron como base la justificación de la defensa de los policías, que llegó a afirmar que como Lucas y Gonzalo “iban en moto y de noche se podía pensar que iban armados”.
Esa disidencia en el jurado impedirá que Benítez y Duarte salgan de este proceso condenados a cadena perpetua. Según fuentes judiciales, podrían recibir una pena de hasta cinco años de prisión, mucho menos de lo que pidieron tanto el fiscal Sergio Antín como la querella. Eso se sabrá el mediodía del viernes, cuando el TOC 4 en una audiencia de cesura notifique las penas para ambos uniformados.
En el juicio declaró el sobreviviente Gonzalo Aguirre, quien aseguró que los condenados nunca dieron la “voz de alto” a la que están obligados legalmente antes de ejecutar cualquier maniobra represiva. También que, al ver que querían atropellarlos con el patrullero aceleraron la moto en la que viajaban y pocos segundos después Benítez y Duarte dispararon al menos cuatro veces, hiriendo mortalmente a Lucas.
El propio agente Benítez admitió en el juicio que persiguió a Verón y Aguirre en un móvil “"con las balizas apagadas” y que disparó dos veces contra ellos porque pensó “que los jóvenes estaban armados”. Y hasta confesó que luego de disparar se fueron sin asistir a los jóvenes porque creyeron “que no habían herido a nadie”.
Cientos de vecinas y vecinos de La Matanza acompañaron durante toda la jornada a Graciela y Cristian, madre y padre de Lucas, a Gonzalo y al resto de los familiares. En las afueras de la UNLaM, con bandera y al grito de “juicio y castigo a los culpables”, como en el interior del Patio de las Américas.
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El de Lucas Verón es uno de los crímenes policiales emblemáticos de la Policía Bonaerense bajo la gestión de Axel Kicillof y su ministro de Seguridad Sergio Berni. Especialmente porque se produjo en pleno Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) decretado por el Gobierno del Frente de Todos en el marco de la pandemia de covid-19. Una cuarentena que tuvo a las fuerzas represivas del Estado como protagonistas, matando, torturando y hasta haciendo desaparecer a muchas personas.