×
×
Red Internacional
lid bot

Alemania. Conferencia de Seguridad de imperialistas en Múnich: protestas contra la reunión de belicistas

Estados Unidos amenaza, China habla de paz, el Ministro de Defensa alemán, de Guerra Fría: la Conferencia de Seguridad de Múnich provocó tensos debates y numerosas protestas.

Domingo 19 de febrero de 2023 21:21

Foto: Maxi Schulze

Foto: Maxi Schulze

Figuras centrales de la política mundial se reunieron en Munich con motivo de la 59ª Conferencia de Seguridad entre ellos, el canciller alemán Olaf Scholz, la ministra de Asuntos Exteriores Annalena Baerbock, la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, un tercio del Senado de Estados Unidos y Wang Yi, director de la Oficina de Asuntos Exteriores, en representación de China. Además, estuvieron presentes destacados grupos de presión del sector armamentístico y representantes de varias empresas de armamento. Además de los discursos geoestratégicos de los políticos, la Conferencia de Seguridad es también un lugar de reuniones secretas de trastienda entre empresas armamentísticas, militares de alto rango y miembros del gobierno. Se dieron a conocer los negocios de armamento organizados por el antiguo jefe de la conferencia, Wolfgang Ischinger.

El tema central de la propia conferencia fue la guerra en Ucrania y el apoyo militar prestado por los países de la OTAN. El Presidente ucraniano Zelensky estuvo presente por vídeo. En la conferencia, el vicejefe de gobierno ucraniano, Kubrakov, exigió a los países de la OTAN el suministro de municiones de racimo, conocidas por matar y herir indiscriminadamente a personas en amplias zonas y, por tanto, ilegales según el derecho internacional.

La prensa prestó especial atención al enfrentamiento entre el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el representante chino, Wang Yi. Blinken advirtió a China de que no apoyara a Rusia. Esto tendría "graves consecuencias para nuestras relaciones". Según Estados Unidos, China se plantearía la entrega de armas. Mientras tanto, Wang Yi anunció su intención de presentar un plan de paz el 24 de febrero, aniversario de la invasión rusa, al tiempo que criticaba duramente el lanzamiento de supuestos globos espía.

El nuevo ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, inauguró su puesto en estas cumbres imperialistas y de las principales potencias, afirmando que era un "hijo de la Guerra Fría" cuya solidaridad con la OTAN era "hasta la médula". Olaf Scholz insistió en la necesidad del rearme y de reducir las dependencias económicas de Alemania. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, habló de estar preparado para soportar un conflicto prolongado con Rusia.

Las protestas de la izquierda y la manifestación pro OTAN

Con motivo de la Conferencia de Seguridad también se celebraron numerosas manifestaciones en Múnich. La tradicional manifestación anti conferencia de la izquierda y el movimiento pacifista sacó a la calle a 3.000 personas. Con cánticos y pancartas, los manifestantes condenaron tanto la invasión rusa como los esfuerzos bélicos de la OTAN. Los discursos desde el escenario abogaban por construir la paz mediante negociaciones. Mientras tanto, como Clase contra Clase (miembro de la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional), hicimos campaña en bloque con el Sindicato de Educación y Ciencia por una posición obrera independiente con el lema: "Ni Putin ni la OTAN: ¡Huelga contra la guerra, el rearme y la inflación!".

En Odeonsplatz (gran plaza del centro de Múnich) tuvo lugar una concentración de nacionalistas ucranianos y partidarios de la OTAN con varios cientos de personas. En sus pancartas exigían armas e incluso apoyo aéreo. Entre otros, habían convocado la protesta la diputada del Partido Democrático Libre (FDP - partido liberal) Marie-Agnes Strack-Zimmermann y el verde Anton Hofreiter, que recientemente habían llamado la atención por sus declaraciones claramente militaristas.

Protestas nacionalistas por más "soberanía alemana”

Pero también hubo protestas de la derecha contra la conferencia de seguridad: por la mañana, hubo un mitin de la Alternativa para Alemania (AfD) –partido ultra nacionalista- con 250 participantes, que se pronunciaron contra las entregas de armas y las sanciones. Pero hicieron campaña a favor de una mayor "soberanía alemana", afirmando que Alemania seguía siendo un país ocupado por Estados Unidos. Su "paz" es establecer una mejor relación con Rusia para reivindicar un papel más fuerte de Alemania en el mundo. Jürgen Elsässer también habló en la manifestación, promoviendo una alianza de fuerzas nacionalistas de derecha y de la izquierda reformista de Die Linke como Oskar Lafontaine y Sahra Wagenknecht.

Más tarde, la AfD se unió a las protestas del movimiento Querdenker (un movimiento de extrema derecha, que durante la pandemia hizo campaña contra las vacunas), que reunió a 10.000 personas en la plaza Königsplatz (una de las plazas principales de Múnich). Los discursos y carteles revelaron la unión de un burdo conglomerado de opositores a la vacunación y teóricos de la conspiración. Además de palomas de la paz, en la protesta podían verse numerosas banderas rusas. Esto hizo que los grandes medios de comunicación metieran en el mismo saco las críticas de la derecha y la izquierda a la Conferencia de Sseguridad. Así, uno de los principales periódicos liberales, el Süddeutsche Zeitung escribió: "El principal enemigo es la OTAN. Como si todavía se tratara de una decisión más bien abstracta sobre el rearme como hace 40 años. El hecho de que en Europa se esté librando una guerra, instigada por el presidente ruso Vladímir Putin, no jugó ningún papel en Múnich (...) Esto también fue cierto para la manifestación rival considerablemente más pequeña del clásico movimiento pacifista residual de izquierdas, que desfiló por las calles de Múnich al mismo tiempo."

Su paz y la nuestra

Los periódicos burgueses hacen sonar ellos mismos la bocina de la guerra, por lo que la ecuación de derecha e izquierda les viene muy bien. Pero se equivocan al hacerlo. Los antifascistas se opusieron a las manifestaciones de la derecha y fueron continuamente acosados por la Policía, que estuvo presente en la ciudad con un contingente de 5.000 agentes. Como Clase contra Clase, también participamos en las acciones contra la derecha. Queremos un movimiento contra la guerra que se oponga claramente al imperialismo alemán, en lugar de buscar -como la derecha- una Alemania fuerte en alianza con Rusia.

La clase obrera no tiene nada positivo que esperar de Putin, la OTAN o Zelensky. Soporta los costes de la guerra en todos los bandos, con inflación, destrucción y muerte. Sólo los trabajadores pueden luchar por una salida progresiva de la guerra deteniendo y bloqueando las entregas de armas con huelgas. Mientras se invierten cientos de miles de millones más en armamento en todo el mundo, los gobiernos recortan en educación, bienestar social, sanidad y medio ambiente. Los trabajadores tienen interés en luchar contra la militarización y cualquier nueva escalada bélica, y el cambio por una vida mejor para todos. Las oleadas de huelgas en Francia y Gran Bretaña muestran la posibilidad de resistir a la inflación y a los ataques contra el nivel de vida. Si los trabajadores desafían a las burocracias de los sindicatos, esto también puede convertirse en un movimiento contra la guerra para detener los planes de los imperialistas.