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Red Internacional
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Vuelta a clases. Confirman la presencialidad en aulas españolas a pesar de la sexta ola de coronavirus

Esta sería una de las principales medidas de la reunión prevista el 4 de enero entre representantes de Educación, Universidades, Sanidad y las Comunidades Autónomas, a pesar de la explosión de contagios y del estado de una sanidad pública atacada durante décadas.

Martes 4 de enero de 2022 08:40

La presencialidad en las aulas de centros educativos y universidades quedaría confirmada como una de las medidas principales para el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que este 4 de enero reunirá a Sanidad y representantes de las Comunidades Autónomas con la Conferencia Sectorial de Educación y la Conferencia General de Política Universitaria.

La última semana de 2021 dejó 576.738 casos de contagio notificados en siete días, aunque se estima que la cifra podía ser mayor, debido a la saturación de la atención primaria y la incapacidad del sistema público para testear a personas con síntomas y contactos. La situación, acentuada por los recortes en sanidad, que ha dado lugar en algunas comunidades a una situación de “gestione su propio covid”, podría estar ocultando la gravedad de la situación y facilitando una enorme transmisión comunitaria.

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A pesar de rondar los 20 meses de situación pandémica, la situación del sistema de salud en todos sus áreas - desde el rastreo, laboratorios, la atención primaria y la red hospitalaria – sigue siendo de saturación por falta de personal, teniendo en cuenta el despido en otoño de 60.000 trabajadores sanitarios con “contratos covid” en los hospitales, el cierre de plantas y reducción de camas en la salud pública en los años anteriores y el aumento de los tiempos en listas de espera, que rondan los 4 meses de media para operarse.

A pesar de la situación desastrosa de la sanidad pública, junto con la continuidad de las aulas abiertas convivirán nuevas restricciones de actividad, medidas efectistas sin impacto demostrado -como la petición de mascarillas en exteriores- y, con mucho peso, nuevas limitaciones de derechos fundamentales como los que representan el "pasaporte covid" o las peticiones de nuevos toques de queda.

Los recortes en educación pública no se revirtieron, como es el caso de la subida de ratios por aula que no ha sido frenada. Al subir la cantidad de estudiantes por aula no sólo hay menor tiempo para que reciban atención o se destruyen puestos docentes, sino que en el caso de esta pandemia, se facilita que los centros educativos sean espacios más hacinados, como sucede en el caso del transporte público.

En ese sentido, la situación se agrava al no haberse dado en 20 meses la construcción de nuevos centros educativos y más aulas, contratación del personal necesario en educación para el desdoble de grupos, entre otras medidas que no se han dado al tiempo que no había subidas de presupuesto para educación. En lugar de ello en los momentos que ha habido cierre de aulas o de centros al completo, el coste social de los confinamientos ha recaído sobre las familias, acentuado por la brecha digital y las cargas laborales y de cuidados.