Militando la impunidad. Confirman que Victoria Villarruel se reunía en 2006 con el entorno de Miguel Etchecolatz

Luego de que en los últimos días se dieran a conocer las anotaciones del genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz, que en su cuaderno de notas durante el juicio que enfrentó en 2006 tenía agendado el nombre y teléfono de Victoria Villarruel, el tema tomó una importante repercusión.

Más aún después del acto negacionista organizado en la mismísima Legislatura porteña, con la legisladora Lucía Montenegro como anfitriona, en el que Villarruel montó una verdadera provocación a quienes han luchado durante más de 40 años por la memoria, la verdad y la justicia.

La candidata a vicepresidenta de Milei, como sabemos, es una militante pro genocidas, que apoya activamente a los imputados en los juicios, desde sus inicios. Acá por ejemplo, está su nombre en el cuaderno en el que Etchecolatz se organizaba para el juicio del año 2006. pic.twitter.com/BSlOJRTQjS

— Guadalupe Godoy (@guadalgodoy) August 30, 2023

La verdadera cara de Villarruel es la de una activa militante por la impunidad de los genocidas que actuaron durante la represión ilegal de la última dictadura. Organizadora de visitas en la cárcel a Videla, con el paso del tiempo reconvirtió su causa militante bajo la fachada de reclamar "justicia por las víctimas del terrorismo". La foto del cuaderno de Etchecolatz, con su nombre y su teléfono anotados debajo de la sigla COFA, no hacen más que reconfirmarlo.

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El Centro de Oficiales de las Fuerzas Armadas (COFA), se encuentra ubicado en la Avenida Presidente Quintana 161, Ciudad de Buenos Aires. Ese habría sido el lugar en donde se produjeron las reuniones entre Villarruel y el entorno del represor Miguel Etchecolatz durante 2006, en pleno juicio por los crímenes de lesa humanidad que cometió durante la última dictadura.

La información fue publicada este martes en el diario La Nación por la periodista Maia Jastreblansky, quien asegura que "dos representantes de grupos de ’memoria completa’ explicaron a este medio que era habitual que sus activistas se reunieran en el Centro de Oficiales de las Fuerzas Armadas (COFA) para debatir sus acciones y su difusión y que Villarruel estuvo en esos encuentros".

La afirmación, publicada en un medio que históricamente ha tenido un discurso alineado con la defensa de los militares que enfrentaban procesos judiciales por su participación en el genocidio, no hace más que contradecir la coartada de Villarruel, quien aseguró verse "sorprendida" por el hecho de que "los que dicen que fueron víctimas del Estado por estar en una agenda, señalen que yo estoy en una agenda y soy culpable de algo". Una más de las tantas provocaciones que ya son costumbre de su parte.

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En su nota, Jastreblansky detalla el recorrido a lo largo de la trayectoria de Villarruel y las distintas organizaciones en las que la candidata a vice de Milei participó en la defensa del accionar de los militares, como la Asociación Unidad Argentina (fundada por el General Fernando Exequiel Verplaetsen, quien años más tarde sería condenado por delitos cometidos en Campo de Mayo). Un recorrido que tiene el mérito de dejar expuesto su compromiso con los represores y con todo su círculo, que ahora pretende maquillar detrás del reclamo de "memoria completa".

Si hay alguien que tiene que contar la verdad de lo que sucedió son los genocidas que han sido defendidos por Villarruel. Así lo señaló Myriam Bregman, candidata a presidenta de la izquierda y reconocida militante por los derechos humanos, quien aseguró que "la verdad la tiene la gente que ella protege" y remarcó: "Son los genocidas los que saben el destino de los 30.000 detenidos desaparecidos, los que saben el destino de esos más de 400 jóvenes que fueron apropiados en la dictadura y que hoy continúan con la identidad cambiada".

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A 17 años del juicio a Etchecolatz, la foto del cuaderno y las declaraciones de integrantes de las organizaciones que Villarruel integraba confirman su vínculo con los genocidas. En ese mismo juicio el represor finalmente fue condenado y Jorge Julio López, testigo clave que declaró en su contra, fue desaparecido por segunda vez y así continúa hasta el día de hoy. Pelear por la verdad y la memoria completa exige que quienes formaron parte del círculo del represor digan qué fue lo que pasó con él. No es posible saber si Villarruel tiene algo para aportar al respecto pero, teniendo en cuenta su accionar, tampoco es posible descartarlo.