El Ministerio de Trabajo fijó audiencia para el día miércoles 13 y dictó la medida de conciliación obligatoria por 15 días en el conflicto que mantiene Arcor con sus trabajadores.
Lunes 11 de mayo de 2020 20:57
El conflicto se originó por los descuentos realizados a los grupos de riesgo: un recorte de entre 10.000 y 14.000 pesos del salario.
A su vez, también descontó todo el salario a las madres en licencia.
Los trabajadores de la Lista Azul y Blanca venían además exigiendo un bono de $30.000 por producir en época de pandemia.
“Recién esta semana nos entregaron barbijos” denuncian los trabajadores.
Además de los descuentos realizados, la empresa no ha garantizado las medidas de aislamiento social, como ser el respeto de las distancias, la provisión de alcohol en gel y barbijos. En lugar de esto, ha instalado en algunas plantas, cámaras de seguridad en los comedores con la excusa de controlar a los trabajadores para que cumplan el distanciamiento.
Los trabajadores denuncian que el uso de esas cámaras en realidad es para filmar las asambleas que ellos realizan en los comedores.
Mientras, los trabajadores de limpieza no dan abasto, ya que los han recargado de tareas y no han tomado nuevo personal.
Arcor, una de las cuatro grandes alimenticias que monopolizan el mercado, fue beneficiada por el DNU del ejecutivo nacional que declaró esencial a la industria alimenticia. Ha seguido produciendo incluso con horas extras, con lo cual demuestra su total desidia por la salud de los trabajadores.
Traslados de plantas: la reforma laboral de hecho
La empresa viene haciendo uso de la posibilidad de modificar las condiciones de trabajo: medidas que son avaladas por la dirección del gremio, y que con la excusa de la caída de las ventas, han trasladado a 70 trabajadores de la Planta Arcor de San Luis a prestar tareas en la planta de La Campagnola de Villa Mercedes.
¿Fue voluntario? No. Les dijeron que era eso, o suspender a todo el personal, o adelantar nuevamente vacaciones.
Esta modalidad que también empieza a hacer Unilever en acuerdo con General Motors en Santa Fe y que lo quiere hacer Mondelez en sus plantas del Partido de Tigre es, ni más ni menos, que un avance sobre los derechos de los trabajadores, gracias al aval del gremio alimenticio .
Fábricas que no han dejado de producir ni un minuto desde que comenzó la pandemia, que vienen logrando beneficios impositivos y ahora avanzan con suspensiones y traslados de personal, recortando salarios.
Es necesario empezar a organizar la resistencia de los trabajadores y unirnos a los sectores en lucha, para ponerle freno a estas patronales que quieren aprovechar la pandemia para seguir avanzando sobre nuestras condiciones de vida.