Durante esta semana una oleada de población migrante llego a Ceuta, enclave español en África, como parte de la crisis diplomática entre Marruecos y España.
Sábado 22 de mayo de 2021
El Sahara occidental es un territorio de casi 270 mil kilómetros cuadrados, se encuentra en el borde occidental del desierto del Sahara, y se extiende a lo largo de mil kilómetros de costa. Limita al norte – este con Marruecos, al este con Argelia (aliado Saharauis) y al sur con Mauritania.
Tal espacio es el que se encuentra en disputa entre los Saharauis (habitantes originarios) quienes controlan cerca del 20% del territorio, y Marruecos (país limítrofe) quien controla cerca del 80% del territorio. Es considerada una zona estratégica por su posición frente al Mediterráneo y los recursos pesqueros y mineros (fosfato) que posee.
UN POCO DE HISTORIA
Los orígenes del conflicto se sitúan hacia finales de 1960. La zona del Sahara era un enclave colonial de España cuando la ONU, en 1967, le planteó a España la necesidad de independencia del Sahara, pero la disputa entre Mauritania, Marruecos y España por el enclave no lo permitieron.
En 1973 se fundó el Frente Polisario, un movimiento de liberación nacional Saharaui que lucha desde entonces por la defensa del territorio y su derecho a la independencia.
En 1974 España, bajo dictadura franquista, propone organizar un referéndum de independencia pero el entonces rey de Marruecos, Hassan II, padre del monarca actual, envió a cientos de miles de civiles, junto al ejército, en lo que se conoció como la "Marcha Verde". Este hecho significó por una parte, la salida de España del territorio al renunciar al control administrativo del Sahara Occidental, cediendo el control a Marruecos y Mauritania, y desentendiéndose de la situación de la zona que dominó por casi un siglo. Por otro lado, la marcha desencadenó una guerra que duró cerca de 16 años (hasta 1991 cuando se firmó el alto al fuego por intervención de la ONU) dejando muerte y desapariciones. Con la intervención de la ONU se preveía la celebración del referéndum para 1992 pero hoy a casi 30 años aún no ha podido llevarse a cabo por la constante oposición de Marruecos.
EL CONFLICTO HOY
Actualmente, España mantiene dos enclaves en la zona de conflicto: Ceuta y Melilla. Por su parte, la población Saharaui continúa viviendo dividida entre el Sahara Occidental y los campamentos de refugiados en Argelia que dependen de la ayuda humanitaria internacional. El conflicto se encuentra estancado en negociaciones sin salida y ataques puntuales entre Marruecos y el Frente Polisario que en la práctica es la organización política y militar que dirige y gestiona la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), la que es reconocida por más de 80 países, es miembro de la Unión Africana pero la Organización de Naciones Unidas (ONU) la considera como un territorio no autogobernado, pero reconoce el derecho del pueblo saharaui de llevar un referéndum de autodeterminación.
Marruecos se ha transformado en una especie de gendarme de las fronteras de la Unión Europea (UE) en África, impidiendo que la migración de población africana llegue hasta las costas de Europa. Esto ocurre porque empresas españolas, francesas, alemanas y de otros países de la UE se han beneficiado en estas décadas de la ocupación de Marruecos en el Sáhara Occidental. De ahí que España y otros Estado Europeos respaldan la ocupación del Sahara Occidental.
Las ultimas semanas se desato un conflicto diplomático entre España y Marruecos porque el Estado Español recibió al Secretario general del Frente Polisario, Brahim Galhi, en un hospital de Logroño para tratarse de COVID 19. Así, Marruecos recurre a su principal estrategia de coacción: desbloquear la frontera migratoria hacia Europa. Lo que significó la llegada de cerca 6000 migrantes (entre los que cuentan niños, adolescentes y adultos) a la ciudad autónoma española de Ceuta (península ubicada en África y en el territorio en conflicto), por lo que el Estado español hizo envió de su ejercito para detener el avance de las y los miles de migrantes que buscan llegar a las costas españolas escapando del hambre y las guerras.
Los intereses de capital y el desacuerdo diplomático entre España y Marruecos por recibir a Brahim Galhi, es lo que explica que hoy España realice el trabajo sucio de apresar y devolver a las personas migrantes a cargo de su ejercito.