Luego de dos semanas de medidas de lucha, sin afectar a los usuarios, trabajadores de la Línea 60 de la empresa DOTA (ex Monsa) acataron la conciliación obligatoria que dictó la cartera laboral de la Nación.
Mariela Pozzi Trabajadora telefónica // Agrupación Violeta
Miércoles 5 de noviembre de 2014
El conflicto se había iniciado por "despidos discriminatorios, suspensiones arbitrarias, mala liquidación de haberes, deficiencia en el servicio y práctica antisindical", según indicaron los trabajadores en un comunicado de prensa.
Los choferes de la Línea 60 de colectivos, que une la terminal de Constitución con Tigre y Escobar, implementaron un mecanismo de protesta distinto a la paralización total del servicio, en la cual circularon sin cobrarles boleto a los pasajeros, recibiendo el apoyo de los usuarios.
Como consecuencia de esta medida, la empresa despidió a dos choferes y efectuó la suspensión colectiva de veinticinco empleados, por lo cual los trabajadores comenzaron en la madrugada de este último lunes una asamblea en la que resolvieron un paro por tiempo indeterminado a partir de las 5.30 a. m.
Los delegados dijeron que "la empresa ahora quiere apagar el fuego con nafta, suspendiendo a trabajadores por hacer la medida de fuerza de no cobro de boletos", se advierte en el comunicado, por lo cual resolvieron decretar la paralización total del servicio.
El lunes por la tarde, la cartera laboral de la Nación firmó la conciliación obligatoria por la cual la empresa debe retrotraer la situación de los despidos y las suspensiones.
Redacción ID / Fuente: Infonews.
