Con la imposición de salarios de miseria para jornaleros de San Quintín, gobierno garantiza precariedad laboral y carencias y enfermedades para jornaleros y sus familias.
Sábado 15 de agosto de 2015
Los salarios establecidos para los jornaleros de San Quintín no fueron aceptados por sus dirigentes, que denuncian al gobierno en su intento por que nada cambie para ellos y sus familias, buscan seguir la lucha a nivel internacional.
El gobierno tiene relación con 122 empresas a quienes les permite continuidad de pagos a los jornaleros, que van de los 150 a 180 pesos diarios. Esto fue denunciado por Fidel Sánchez, uno de los dirigentes de los jornaleros en lucha.
El dirigente denunció que el gobierno avanzó en un acuerdo del que no fueron notificados los jornaleros, donde la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del Estado (STyPS) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) avalarían una supuesta categorización, que en realidad es un intento por imponer unilateralmente la precarización y explotación laboral.
Dos escenarios para los jornaleros de San Quintín
La lucha de los jornaleros iniciada en marzo pasado, con un paro laboral que no obtuvo respuesta, ningún ofrecimiento a sus demandas, sólo obtuvieron represión, cárcel y amenazas.
Fue la exposición internacional, en medio del enorme descontento generado por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, lo que permitió que su caso se conociera en los noticieros de México y en algunos otros países.
Con un aumento salarial irrisorio y un cumplimiento a medias de algunas demandas, ahora, el gobierno inicia una maniobra donde se da un acuerdo a espaldas de los trabajadores.
Sus demandas iniciales se mantienen: afiliación al IMSS, acceso a vivienda digna, alimentación seguridad e higiene en el trabajo, respeto a sus derechos laborales, eliminación del trabajo infantil, la creación de un fondo de inversión para los trabajadores, con recursos federales, estatales y de las empresas.
A pesar que el gobierno ha intentado por distintas formas derrotar su lucha, ellos se mantienen y anuncian que buscan fortalecerse con un boicot internacional a las empresas para las que trabajan.
Ellos se niegan a un acuerdo impuesto que confirmaría un futuro inmediato de hambre y enfermedades para ellos y sus familias, como diversos medios denunciaron en días pasados.
Los hijos de los jornaleros padecen enfermedades terribles, como crisis convulsivas, atrofias musculares, malformaciones y discapacidades, que son vagamente diagnosticadas y carecen de atención médica, por la falta de cobertura a los servicios de salud.
El manejo de pesticidas, altamente nocivos para la salud, fue denunciado anteriormente, una realidad cimentada hace décadas, en complicidad con las Secretaría del Trabajo y la Secretaría de Salud.
Por esto, los jornaleros siguen en lucha y no aceptarán el camino que les pretende imponer el gobierno. Han logrado llevar a instancias internacionales su lucha, como la Organización de las Naciones Unidas, misma instancia que a través de la UNICEF aceptó las condiciones de extrema pobreza que padecen los hijos de jornaleros en Baja California y San Quintín.
Esta nueva vía de denuncia da a los jornaleros la posibilidad de llevar su voz a otros países, por ello, Fidel Sánchez informó que las organizaciones aliadas en su lucha lanzaron un llamado al boicot internacional a las empresas que gozan las ganancias de su trabajo a costa de sus condiciones de vida.
Es fundamental que la lucha de solidaridad con los jornaleros de San Quintín se reactive, que se fortalezca con la fuerza de las movilizaciones que exigen justicia en los crímenes de la colonia Narvarte, de los estudiantes de Ayotzinapa, de los jóvenes en Tlatlaya y de todas las luchas democráticas del país.
La ONU no podrá garantizar solución al conflicto de San Quintín
Organizaciones como la ONU que no están a favor de los derechos de los trabajadores, pues su función primordial es armonizar las relaciones capitalistas entre los países del mundo. No confrontará con el gobierno mexicano por violaciones laborales o de ningún tipo que sufran los mexicanos.
A pesar de los llamados formales a mejorar las condiciones de vida de los niños nacidos en San Quintín, realizado por la UNICEF, la ONU observó pasivamente y fue cómplice del avance devastador del Tratado de Libre Comercio en México y ahora las reformas estructurales contra los trabajadores durante años, así como del despojo de la seguridad social.
La ONU ha sido denunciada por su complicidad y jugar un rol pasivo en violaciones a los derechos humanos en el mundo. Como los genocidios cometidos por bombardeos de Estados Unidos en sus intervenciones militares, su complicidad en golpes de estado y hasta complicidad en esterilizaciones forzadas y violaciones, como las de Haití luego del terremoto en 2010.
Por ello, el retroceso de la Secretaría de Gobernación para frenar las maniobras contra los trabajadores de San Quintín, vendrá de la fuerza de los trabajadores organizados en solidaridad con ellos. Y de la unidad de todas las luchas, como la de los trabajadores de la Caja de Ahorro de los Telefonistas, la de Honda, la del magisterio y todas las luchas del país.