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Red Internacional
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CRISIS EN PESCA ARTESANAL. Constantes movilizaciones de pescadores, indiferencia del Gobierno y un negocio millonario

En las últimas semanas se han producido diversas movilizaciones y protestas que han sido impulsadas por cientos de pescadores artesanales en regiones como Atacama, Biobío y Los Lagos, las que se han caracterizado por duros enfrentamientos y represión por parte de Carabineros. ¿La razón? El incumplimiento de las promesas del Gobierno en cuanto a modificar aspectos centrales de la Ley de pesca, conocida como “Ley Longueira”, la cual privatizó las pesquerías del país.

Martes 7 de abril de 2015

Pescadores artesanales vienen protagonizando constantes movilizaciones en Chiloé, han cortado accesos, realizado protestas en diferentes zonas de la ciudad, exigiendo que el gobierno de Bachelet cumpla lo prometido en cuanto a las modificaciones que se harían a la actual Ley de Pesca, aprobada en el 2012. Lo mismo ocurrió hace menos de dos semanas en Coronel, región del Biobío, donde pescadores artesanales se manifestaron contra dicha ley, exigiendo además el pago de un bono para los trabajadores afectados por las vedas de los distintos recursos. En el norte del país también se han manifestado. El descontento y desconfianza hacia el actual Gobierno es constante y se hace sentir a nivel nacional. ¿La respuesta del Gobierno? Indiferencia.

En el año 2001 comenzó la “repartición” del mar chileno, negocio que deja más de US$1200 millones al año y que se concentra en las manos de nueve grupos económicos, los que son dueños del 90% la pesca industrial de jurel, sardina y anchoveta. Un millonario negocio que tomó mucha más fuerza con la aprobación de la Ley de Pesca, también conocida como “Ley Longueira”, la que vino a privatizar el conjunto de las pesquerías chilenas, permitiendo que las empresas de este rubro se apropiaran de los recursos naturales marítimos.

¿Cómo afecta la “Ley Longueira”? Una de las principales controversias tiene que ver con la cantidad de “cuotas” para pescar que la ley permite, que en la actualidad impide que los pescadores artesanales puedan extraer recursos naturales de la totalidad de las millas marítimas que tiene Chile. Actualmente, con la legislación del año 2012, se establece que los pescadores artesanales tienen autorización para pescar sólo en 1 milla, lo que ha generado el descontento masivo de los pescadores que exigen poder laborar en las 5 millas de mar.

Sin embargo, la mayoría del espacio marítimo de pescas está en manos de las empresas del rubro, las que controlan gran parte de los recursos marítimos del país, lo que también ha provocado serios problemas en el ecosistema del mar, pues debido a la “pesca de arrastre” que ejercen las empresas, hay especies que han desaparecido como es el caso del jurel en las costas o que se encuentran en peligro de extinción. La responsabilidad de esta sobreexplotación de los recursos naturales recae en siete familias conocidas como “dueñas del mar chileno”, las que cada año consiguen millonarios montos: Angelini, Lecaros, Yaconi –Santa Cruz, Stengel, Sarquis, Fernández e Izquierdo, las que durante los últimos años pasaron de tener flotas pesqueras a agruparse en cuatro conglomerados: Orizon, Blumar, Camanchaca Pesca Sur y Mar Food -capitales extranjeros.

Por otra parte, durante el gobierno de Piñera se estableció que el 50% de cuotas (a las que tienen derecho sólo los armadores o dueños de lanchas) quedará para las compañías industriales, mientras que la otra mitad quedará a merced de las licitaciones anuales, para que así puedan ingresar “nuevos actores al negocio”, tanto privados como podría ser el Estado. Otro punto conflictivo del proyecto aprobado es lo que se mencionó sobre la “pesca de arrastre”, la cual consiste en el empleo de una red lastrada que barre el fondo del mar, capturando todo lo que encuentra a su paso, y ocasionando daños considerables en el ecosistema marino.

Movilizaciones y exigencias al gobierno de Bachelet

Como se mencionó, durante las últimas semanas y principalmente en el mes de marzo, las movilizaciones y protestas de pescadores artesanales se han mantenido y en ciertas localidades han aumentado. Están los casos de Concepción, Atacama, Chiloé, entre otros, los que siguen poniendo en el tapete la crisis actual de la pesca artesanal y la indiferencia del Gobierno.

En palabras de la presidenta de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (CONAPACH), Zoila Bustamante “para nadie es un secreto que la pesca artesanal está en crisis, que la baja de las cuotas impuestas para recuperar las pesquerías tiene a los pescadores artesanales ante uno de los peores momentos de los que hayan tenido memoria. Para nadie es una novedad tampoco que el gobierno, a través de la Subsecretaría de Pesca y el Servicio Nacional de Pesca insisten en seguir generando restricciones a los artesanales”, agregando además que “al parecer, se está ocupando la vieja estrategia de dividir para gobernar, apoyando a sectores que instrumentalizan la discusión para ir en busca de sus intereses, a costa de la desesperación y el hambre de miles de pescadores artesanales, dicho en buen chileno “están apagando el fuego con bencina”” (CONAPACH, 26 de marzo de 2015).

“Las protestas y el descontento social que se está viviendo en la región de Atacama, Biobío y Los Lagos, es producto de indiferencia con que la Subsecretaria de Pesca ha reaccionado a los efectos económicos y sociales que trajo la recuperación de las pesquerías y la baja sustancial de las cuotas de pesca” (CONAPACH, 26 de marzo de 2015).