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Red Internacional
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Política. Consulta Ciudadana: una amplia participación, pero con letra chica

Una serie de análisis se han realizado a partir de los resultados de las Encuestas Ciudadanas aplicadas en diversas Municipalidades a lo largo del país, sin embargo ¿cómo influye esta medida al tratarse de una consulta que no es vinculante? Aquí unas breves palabras.

Lunes 16 de diciembre de 2019

Diversos personeros de la política han impulsado las llamadas Consultas Ciudadanas desde sus municipios, tales como Jorge Sharp en Valparaíso, hasta Cathy Barriga y Evelyn Matthei desde la derecha junto a Joaquín Lavín y sus polémicas preguntas incluidas en la consulta de la comuna de Las Condes.

Particularmente en Antofagasta, la encuesta arrojo datos contundentes: según los primeros números, 56.595 personas se mostraron de acuerdo con una nueva constitución, lo que es equivalente al 92% de los encuestados. Además, 50.928 de los votantes quiere que esta sea elaborada por ciudadanos electos para este propósito (asamblea constituyente), siendo un 83%.” Según consigna el medio El Regionalista.

En este sentido, de un total de 64 mil personas que participaron, más de 59 mil personas se mostraron a favor de que las empresas privadas que operan en la región tributen para que parte de ese dinero se quede en donde se extrae. Del mismo modo, en cuanto a las empresas mineras, más de 58 mil personas afirmaron que éstas debieran pagar un royalty minero para operar.

Por otro lado, en términos de política nacional, al ser preguntados sobre si las FF.AA debiesen estar presentes en las calles sin la necesidad de un Estado de Excepción (como apunta el proyecto de Sebastián Piñera y la protección de la denominada "infraestructura crítica), más de 35 mil personas se posicionaron en contra. Mientras que 26 mil personas a favor.

Pero ¿cuál es la letra chica de la Consulta Ciudadana?

Primero, debemos partir por el nombre de la medida. Y es que precisamente se queda en los marcos de ser una consulta. Es decir que, pese a la enorme participación a nivel nacional y regional, si esto pasa a definir algo o no, a realizar alguna modificación o no, quedará a la voluntad de aquellos legisladores que ya se encuentran profundamente cuestionados por el pueblo.

Por otro lado, Sobre el cambio constitucional, las opciones en la papeleta son las establecidos en el “acuerdo por la Paz” es decir: convención mixta constitucional o una convención constituyente. Las mismas alternativas que negociaron desde sectores del Frente Amplio y la derecha en su bulleado acuerdo el que le costó una herida de muerte para el FA y las organizaciones firmantes.

Sin dejar de mencionar lo que expertos ya vienen poniendo en alerta: su uso electrónico es una puerta abierta a fraudes y la negación de derechos mínimos democráticos garantizados que permitan una real transparencia de este proceso. Es decir nos encontramos ante una consulta echa a la medida de los alcaldes de turno y sin garantías.

La contracara de esta votación, en donde desde ya votaron miles de personas honestas con la esperanza de un cambio social contundente, es que el día de mañana los mismos políticos que firmaron el “acuerdo por la paz”, y los mismos políticos que han mantenido el “Chile de los 30 años” dirán: “esta amplia votación ciudadana la logramos gracias al acuerdo que hicimos con ‘acuerdo por la paz’”, llamando así a supuestas instancias de diálogo en donde ellos mismos serán los que decidan, y llamar a abandonar las calles.

A todas esas personas honestas que votaron en la Consulta Ciudadana les decimos: No dejemos de movilizarnos. No podemos abandonar las calles, porque si lo hacemos ellos se abrirán a pequeños cambios, pero el Chile que tiene a nuestras abuelas y abuelos en la pobreza, el Chile que tiene a nuestros padres en el trabajo perdiéndose ver cómo crecen sus hijos, el Chile que endeuda a nuestras familias con la educación y la salud, ese Chile seguirá allí.

A todas esas personas: organicemos un plan de movilización ascendente, desde nuestros lugares de trabajo, en nuestros lugares de estudio, en nuestras poblaciones, con un paro nacional, en donde con un paro nacional avancemos en conquistar un Chile para las amplias mayorías, y acabar con el Chile de los ABC1, el Chile de los ricos, los poderosos, y los grandes empresarios.