Organización de Aguas Libres habría denunciado que el Lago Villarrica esta saturado, y se habrían superado los indicadores establecidos llegando a in un nivel de contaminación irreversible.
Miércoles 11 de enero de 2023
Producto de las excesivas emisiones de nutrientes como fosforo y nitrógeno, así como otros contaminantes, las algas microscópicas que los metabolizan aumentaron explosivamente, consumiendo el oxígeno disponible en el agua, fenómeno conocido como eutrofización. Y al haber poco oxígeno, aumentó la mortandad de seres vivos, rompiendo con el equilibrio natural de la cuenca, y la posibilidad de depuración del agua. Pero esto es producto de una problemática que se venía evidenciando hace años.
El 2017, el Ministerio del Medio Ambiente, por un decreto supremo Nº43 estableció que la cuenca del Lago Villarrica está saturada, ya que a partir de los resultados obtenidos de la Norma Securitaria de Calidad Ambiental, se habrían superado los indicadores para evitar un nivel de contaminación irreversible, convirtiéndose en el primer lago declarado como zona saturada de Chile por decreto supremo. El año siguiente según las mediciones hechas en base a la Norma Securitaria de Calidad Ambiental (NSCA), la presencia de Clorofila, Transparencia y Fosforo Disuelto superaría en un 80% los indicadores establecidos.
El 2020 se supo además de los niveles de contaminación, que el lago presentaría una plaga de Didymo, alga que crece en ambientes de aguas pobres en nutrientes o saturadas con algunos componentes orgánicos como el fosfato.
A esto se suma que el 2021 se detectó el afloramiento de cianobacterias, las que generan bacterias que pueden alterar la salud de los que tomen contacto con el agua, ósea los veraneantes.
Toda esta información fue transmitida a Sernapesca (Servicio Nacional de Pesca y Agricultura), sin obtener respuesta, y al ser el principal organismo estatal responsable, fue cómplice de la contaminación y saturación del lago hasta los niveles catastróficos que presentan hoy.
En este sentido, el Dr. En biología celular, Jorge Paroid, uno de los principales impulsores de las investigaciones de los niveles de contaminación del lago, habría indicado como medidas para salvar la vida lacustre, en una entrevista a la consultoría de ingeniera ambiental SURAM, lo siguiente:
“Lo que sugiero, no será considerado porque será un desmedro para la actividad turística del lago. El no uso de equipos náuticos en el mismo, como lanchas a motor, la restricción de habitantes en las riberas, aforos para camping y hoteles y ese tipo de medidas, no solo por una temporada de verano si no que una norma por varios años. El recuperar los humedales, modificar la playa de Villarrica, ya serían estrategias un poco más municipales y luego evitar la entrega de materiales orgánicos a los afluentes, por actividad humana, como producción animal en general.”
Los alcaldes de Villarrica (Germán Vergara, RN) y Pucón (Carlos Barra Matamala, RN) crearán una ordenanza ante el desastre ecológico de contaminación, dirigida principalmente a disminuir el número de embarcaciones que hacen uso del cuerpo de agua, para lanchas en su mayoría. Pero esto claramente no es suficiente, y si los gobiernos y las entidades estatales correspondientes no tomaron medidas eficientes para frenar la contaminación, poca confianza genera cualquier iniciativa que surja ahora. Todo esto sucede con el silencio y complicidad del gobierno, revelando la hipocresía de Gabriel Boric, quien al poco tiempo de asumir como presidente decía ser el “primer gobierno ecologista de Chile”
¡A cuidar nuestros lagos y ríos! Que los empresarios paguen por el ecocidio
Esto no es más que el reflejo de una lógica de saqueo y depredación que impone el sistema en el que vivimos. El capitalismo termina poniendo por delante la ganancia empresarial, y no las necesidades de las personas y el medio ambiente. Donde la irracionalidad de este modo de producción, al estar basado en la explotación del trabajo, en la mercantilización, despojo y destrucción de la naturaleza; lo hace incapaz de mantener una relación armónica con el sistema tierra.
Los empresarios deben pagar por el ecocidio, y el gobierno hacerse responsable por ser cómplice de la contaminación lacustre. Además de terminar con las lógicas de depredación y saqueo, con el negocio inmobiliario que opera sin control alguno, edificando sin los permisos correspondientes, en zonas de áreas verdes y playas; y con una red de alcantarillado y tratamiento de aguas que se corresponda al número de habitantes, así como al numero de visitantes en el periodo de verano. Medidas básicas que solo podrán conquistar con el fortalecimiento y movilización de las comunidades, así como con la creación de un plan de emergencia frente al ecocidio.