El Appel Arts Centre, un reconocido centro de arte contemporáneo en la ciudad de Amsterdam (Holanda), inició en el mes de diciembre una serie de debates en torno a la temática del boicot y la censura en el campo del arte y la cultura.
Laura Achiou @lau_achio
Martes 16 de diciembre de 2014
Aunque este tema es precedido por una larga historia, desde los primeros “Salón de los Refusés" en el siglo XIX a las múltiples formas en que artistas y profesionales de la cultura han sido censurados o eligieron retirarse de ciertas exhibiciones o bienales, el boicot y la censura han cobrado un nuevo impulso a lo largo del último año.
Numerosos artistas y trabajadores culturales en todo el mundo ya han tomado posición al respecto. Como por ejemplo, la carta escrita por los artistas participantes de la XXXI Bienal de San Pablo.
En un intento por discutir una serie de episodios vinculados a ciertas bienales, contemplando a su vez su contexto político, social y económico, los invitados Clare Butcher, Yazan Khalili y Nicoline van Harskamp compartieron sus puntos de vista y experiencias con Lorenzo Benedetti en una mesa de debate titulada “Hello, my name is Boycott”. Este primer encuentro realizado el jueves 4 de diciembre, buscó fomentar un debate con el público y preparar el terreno para el segundo episodio que tendrá lugar en marzo de 2015.
El boicot como una llamada sirve como una forma de protesta, por ejemplo, para el tipo de empresas que patrocinan la manifestación, o hacia una determinada política gubernamental. Bienales como las de Estambul (2013), Sydney (2013), San Petersburgo (2014) y São Paulo (2014) se encontraron, y siguen estando, bajo la presión de la retirada de los artistas participantes y de la opinión pública. La relación entre la política y el arte se ha convertido en un tema urgente en la definición de la posibilidad de expresarse libremente en un mundo atravesado por la globalización.
¿Cuál es el papel del público? ¿Para quienes son las exposiciones de arte, bienales, etcétera, y cómo ellos se vinculan con las estas problemáticas en cada caso?
¿Puede un boicot, como un valor simbólico, afectar nuestra forma de pensar, en el sentido de que el arte debe ser una campo libre para pensar y producir?
Fueron algunas de las preguntas que recorrieron el debate alrededor de esta temática.
Este evento continuará con un segundo encuentro en marzo de 2015, y concluirá en una publicación donde se tendrá acceso al contenido de los debates y contará además con contribuciones de otros curadores, artistas y agentes culturales.
Yazan Khalili (Palestina) es arquitecto y artista visual. Su presentación analizó la acción benéfica llevada a cabo en Berlin "Closer to Gaza".
Clare Butcher (Sudáfrica) es curadora y profesora en la Rietveld Academy de Amsterdam. En su presentación habló de la investigación que llevó a cabo en la Bienal de San Pablo en torno al boicot y luego la censura por parte de la bienal hacia ciertas obras dado su contenido.
Nicoline van Harskamp (Holanda) es una artista que participó en la bienal de Sydney de 2014. Compartió su experiencia a partir del conflicto que se desató con los fondos aportados por Transfield.
Para más información ver:
deappel.nl (inglés-holandés)
Charles Cunningham Boycott: Administrador de tierras británico en Irlanda, cuyo apellido adquirió reconocimiento cuando un grupo de campesinos de Lough Mask se negaron a pagarle la renta, rescindieron sus contratos y se negaron a realizar cualquier tipo de negociación con él por las condiciones de explotación y subordinación que mantenía con los granjeros.