Hace más de un mes, las y los docentes de Perú iniciaron una huelga nacional indefinida (12 de julio). La exigencia por parte del magisterio, de incremento del presupuesto al sector educación, por mejores salarios y en contra de la evaluación estandarizada que es una puerta abierta al despido masivo, se empezó a difundir de manera dinámica en todo el país y miles rompieron con la burocracia del magisterio y se plegaron de manera activa a la huelga.
Miércoles 16 de agosto de 2017 20:06
Esta lucha es una de las más grandes manifestaciones del magisterio peruano de estos últimos tiempos. Es una lucha que no solo enfrenta a las políticas antilaborales del gobierno, sino también a las direcciones burocráticas expresadas en el CEN SUTEP, vinculadas a Patria Roja.
Las y los docentes de Cuzco, que habían iniciado su huelga el 15 de junio, el jueves pasado suspendieron su medida de fuerza a través de un acuerdo firmado entre su dirigente Ernesto Meza Tica y el Ministerio de Educación. Esta decisión, fue utilizada por el gobierno para tratar de dividir al magisterio. Sin embargo, cuando el lunes 14, la ministra Marilú Martens visitó el Colegio de Ciencias de Cuzco para constatar que las clases reiniciaban con normalidad, fue repudiada por los docentes del plantel educativo quienes se manifestaron en su contra y exigieron que el gobierno escuche a los docentes en huelga. Lo mismo paso con el Presidente de la República en su visita a Arequipa.
A la fecha, miles de docentes de 23 regiones del país, mantienen la huelga indefinida exigiendo dialogar con el gobierno para acabar con la evaluación punitiva.
Ley de reforma magisterial y la actual lucha del magisterio
La ley de reforma magisterial, es la ley que busca normar las relaciones laborales entre el Estado y los docentes de la educación pública en el país. Fue aprobada el 22 de noviembre de 2012 en el pleno del Congreso de la República. La sustentación estuvo a cargo del presidente de la Comisión de Educación, General (R) y congresista Daniel Mora, el mismo que promovió la ley universitaria.
El interés político de la ley no es otro que imponer la reforma educativa neoliberal. Estas iniciativas se vienen dando en el Perú desde el decenio de 1990-2000 y fueron continuadas por los gobiernos que sucedieron a Fujimori. Estas medidas se han venido dando también en diversos países del continente en el marco de lo que se conoce como la restauración burguesa.
La reforma educativa comprende: reducción del presupuesto de la educación, privatización educativa, desregulación del trabajo docente, currículo tecnocrático desde un enfoque pragmatista, evaluación estandarizada desde una visión productivista de la educación, tercerización de las funciones del Ministerio de Educación, municipalización como descentralización privatizadora de la educación, segmentación del sistema educativo con programas específicos tales como Plan Huascarán, PELA, entre otros.
La ley de reforma magisterial es básicamente una ley antilaboral, porque legaliza la extinción de los derechos laborales y profesionales de las y los maestros, sustentándose en el sistema meritocrático que el pinochetismo y otros regímenes latinoamericanos conservadores impusieron supuestamente para elevar la calidad educativa.
El instrumento del que se valdrán para el despido masivo es el artículo 23 de la Ley de la Reforma Magisterial, el cual a la letra dice:
“Artículo 23. Permanencia en la Carrera Pública Magisterial. La evaluación del desempeño docente es condición para la permanencia, en concordancia con el artículo 28 de la presente Ley, en la Carrera Pública Magisterial, y se realiza como máximo cada cinco años. Esta evaluación es obligatoria, con excepción de aquellos profesores que, durante todo el período de evaluación, se encuentren gozando de las licencias con o sin goce de remuneraciones previstas en la presente Ley o que se encuentren ocupando un cargo en otras áreas de desempeño laboral … Si desaprueban la segunda evaluación extraordinaria, son retirados de la Carrera Pública Magisterial...”
Si no hay solución la huelga continua
Miles de maestros de diferentes regiones del país organizados en torno al Comité Nacional de Lucha presidido por el profesor Pedro Castillo, se encuentran concentrados en la ciudad de Lima y todos los días se movilizan para visibilizar sus demandas. Esto ha terminado por comprometer a otros docentes y a sectores estudiantiles y padres de familia, como quedo expresado en la movilización masiva del viernes pasado.
En el interior del país ocurre lo mismo, incluso hay regiones como Junín donde se implementarán sendos paros regionales en apoyo a los docentes. Una vez más, la política del gobierno de satanizar y dividir la lucha magisterial fracasa, lo cual se refleja en el incremento del apoyo social a la lucha de las y los docentes.
A raíz de la contundencia de esta medida de fuerza, la Ministra de Educación Marilú Martens se verá obligada a ir al Congreso de la República el miércoles 16 de agosto, para responder sobre la forma como el ejecutivo viene encarando la huelga docente.
Mientras al gobierno y a sus operadores políticos de la burocracia sindical cada día se les agotan los reflejos y su popularidad decrece, los docentes mantienen en pie la huelga indefinida. Unir las diferentes luchas en torno a la huelga docente y rodearlos de la más amplia solidaridad, son las tareas más importantes en la presente coyuntura.