Tras una semana de huelga en el mayor yacimiento de cobre del mundo. BHP Billiton, multinacional que explota la mina, se niega a reconocer las demandas de los trabajadores que profundizan la lucha.
Jueves 16 de febrero de 2017 10:34
Las posiciones entre la empresa que explota el yacimiento de cobre en La Escondida, Chile, y sus trabajadores se mantienen distantes para lograr un nuevo contrato colectivo, con duras acusaciones cruzadas en una huelga que ya cumple una semana.
El sindicato que reúne a más de 2.500 operarios acusa a la minera controlada por la gigante global BHP Billiton de querer rebajar beneficios y buscar diferenciar a trabajadores nuevos de los antiguos. En el contexto de los 6 días que cumplió la huelga legal de los mineros, quienes organizaron un gran acampe a la entrada del yacimiento.
Ayer debía desarrollarse la mesa negociadora entre Minera Escondida y el sindicato, instancia que levanto la Dirección del Trabajo.
Pero los representantes de la empresa minera luego de plantear, a través de su vicepresidente de Asuntos Corporativos, que valoraban el espacio convocado y que era una “oportunidad para iniciar una nueva etapa en este proceso”, suspendieron su participación en la medicación sin dar hasta el momento ningún motivo. Mostrando que detrás de esa fachada conciliadora, se esconde la más prepotente e intransigente patronal.
Desde el sindicato han expresado que para restablecer el diálogo la empresa debe garantizar al menos la igualdad de beneficios para todos los operarios y el respeto a los descansos.
Los trabajadores sostienen que la oferta actual elimina el beneficio de indemnización por renuncia voluntaria y se anula el pago de registro de asistencia mensual, además de afectar el sistema actual de descansos.
Pero el punto más controvertido es la diferenciación de beneficios entre operarios nuevos y antiguos, que los agremiados dicen busca bajar el piso mínimo de negociación para los siguientes procesos a la luz de la entrada en vigencia en abril de una reforma laboral.
Los recién ingresados no estarían cubiertos por el actual sistema de salud, no tendrían beneficio de asignación de vivienda ni bono de antigüedad, entre otros, asegura el gremio, que teme que esto se use para fraccionar la fuerza sindical.