El movimiento estudiantil continúa en las calles protestando contra el fallo que impone cupos para el ingreso a los empleos de la administración pública, en un país donde casi el 40% de la juventud no tiene trabajo, ni acceso al estudio. La primera ministra dispuso un toque de queda nocturno y las fuerzas represivas ya asesinaron, según agencias informativas, un centenar de jóvenes.
Sábado 20 de julio 13:34
Ya se habla de 105 muertes por la represión e India (fronterizo con Bangladesh) está poniendo micros para aquellos estudiantes de esa nacionalidad, que quieran volver momentáneamente a su país. Y la primera ministra Sheik Hasina, al mismo tiempo que ordenaba la antidemocrática medida de establecer un toque de queda, suspendió sus viajes oficiales a España y Brasil.
Recordemos que la rebelión del movimiento estudiantil surgió cuando el gobierno -por un fallo del Tribunal Supremo- anunció el restablecimiento de "cuotas" para acceder al empleo público, lo que indica que el 30% de esos empleos estarán reservados para descendientes de quienes son considerados "héroes de la independencia" de Pakistan (1971). Este sistema de "cuotas" o "cupos" estaba suspendido desde 2018, cuando también llenó las calles una oleada de protestas contra esa medida.
De forma espontánea miles de estudiantes de todas las universidades inundaron las calles de Dhaka, Chittagong y otras ciudades. Desde la Universidad de Dhaka, Jahangirnagar, Rangpur y Cumilla lo jóvenes realizan sentadas en las principales avenidas de la capital de 30 millones de personas. El movimiento se expandió rápidamente hacia otras ciudades, se fueron sumando universidades del interior del país así como los estudiantes secundarios.
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En Dhaka, la capital, es el ejército (junto con la Policía) quien sigue patrullando las calles reprimiendo las protestas, desde este último jueves la conexión a Internet está suspendida y las comunicaciones telefónicas sufren fuertes ralentizaciones, el objetivo es evitar la comunicación entre la juventud movilizada. Durante los últimos cinco días, la Policía lanza gases lacrimógenos, granadas paralizantes, pero también balas de fuego, contra los manifestantes durante las protestas a nivel nacional, pero los estudiantes continúan tomando las calles.
A seis meses de haber asumido el cargo de primera ministra, luego de que su partido ganara las elecciones legislativas, crece la oposición a Hasina. La situación de la juventud bengalí se va deteriorando día a día, según datos (de marzo) de la Oficina de Estadísticas de Bangladesh el 39,88 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 24 años no tiene trabajo, pero tampoco estudia.
Las protestas se están transformando con el paso de los días, de manifestaciones contra una medida restrictiva para la juventud en general (sobre todo si se tiene en cuenta el casi 40% de desocupación), en protestas directamente antigubernamentales y se fueron extendiendo a prácticamente todo el país. Esto hace que ya las potencias de la Unión Europea vea con preocupación y temor la situación, pero tienen el problema de que no pueden abiertamente defender al gobierno de Hasina debido a las medidas abiertamente represivas que está tomando.