Salud. “Continúa la sangría”, denuncian los trabajadores del Htal. Germani de La Matanza

“Continua la sangría de personal. El relevamiento de personal presentado data un faltante de 83 compañeras/os para completar una plantilla mínima. Hoy hay que sumar a esta lista de 83, 10 compañeras/os más, 9 nueve por renuncia y una por pase a otro establecimiento, las condiciones laborales siguen empeorando”. Este es un fragmento de la nota presentada por los delegados del Hospital municipal materno infantil Teresa Germani de Gregorio de Laferrere donde los trabajadores detallan una situación que denuncian hace años y pese a reuniones con las autoridades y grandes discursos municipales sigue sin respuesta.

“Una vergüenza que un materno infantil desde hace 6 meses no cuente con internación pediátrica” denuncian en la nota quienes eran aplaudidas en pandemia pero tuvieron salir a pelear durante 2020 y 2021 por los salarios de hambre, infraestructura y una vez más, falta de insumos. Como respuesta, el municipio les dio la espalda a sus exigencias, sin respuestas a los reclamos y salarios de hambre.

Nelson Ramos, licenciado en enfermería y delegado gremial del Hospital Germani, cuenta a La Izquierda Diario: "para lograr una plantilla mínima se necesitan entre 300 y 350 trabajadores. Y 500 aproximadamente para brindar una atención de calidad óptima. Por ejemplo, en enfermería según normativa del Ministerio de Salud de la Nación para la cantidad de camas y servicios que cuentan el hospital, se necesitan 120 enfermeras. Por eso en el relevamiento se solicitan 100".

El Hospital materno infantil Teresa Germani está ubicado en Gregorio de Laferrere en localidad más poblada de La Matanza, donde viven más 200.000 personas, generando así una gran demanda. Pese a esto, en la nota detallan que “el Servicio de internación pediátrica se encuentra cerrado desde septiembre 2021 por falta de pediatras, 7 pediatras para la atención únicamente, fin de semana, guardias cerradas, no se atiende por falta de personal”. A esto se le suman las condiciones en la que trabajan, casi sin insumos. “Sin sensores para control del recién nacido, oxímetros” tienen que reusar los ARM, que pese a ser descartables, los envían a esterilizar para su reutilización.

A pesar de los anuncios y discursos, en los hechos, el gobierno nacional recortó en enero de este año $ 225 mil millones en partidas sociales, Educación y Salud mientras en los hospitales faltan insumos e infraestructura y dinero para salarios. Desde hace rato, la prioridad no era la salud, sino el FMI. Una prioridad que choca con los intereses populares y que pese a que un sector del gobierno ahora quiera lavarse la cara al no haber votado en el Congreso, durante los más de dos años de gobierno, avalaron el ajuste y la intromisión del FMI en decisiones políticas y económicas, sin proponer ninguna lucha para enfrentar la deuda ilegal, ilegítima y fraudulenta en un país que supera el 40% habitantes bajo la línea de pobreza.

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Precarización: eterno tesoro

“En La Matanza hay un tema muy importante que es la precarización laboral de los municipales. Ayer hablaba con una trabajadora de salud que después de 11 años pasó a planta. ¿Saben cuanto cobra? 52.000$”. Con estas palabras, la concejal del PTS en el Frente de Izquierda, Natalia Hernández mostrando la realidad de la primera línea al inicio de las Sesiones Ordinarias del Municipio de La Matanza donde denunció el acuerdo con el FMI que implicará mayores ajustes en salud. “Parece la película de Alicia en el país de las maravilla” fue una de las interpelaciones de la concejal al intendente Fernando Espinoza a su discurso donde definía una realidad de un partido de La Matanza inexistente.

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Los trabajadores del Germani denuncian que “el 40 % del personal está contratado, en algunos casos 16 años|”. “Con contratos basura que datan de los años 90 en plena flexibilización laboral, sueldos de 34.000$ x 48 hs. Semanales (servicios generales), Enfermería Y técnicos 45.000$, profesionales 54.000$ x 36 hs semanales”. Denuncian los salarios que rondan la indigencia, lo que lleva al “pluriempleo para para poder subsistir, en algunos casos viéndose obligados a concurrir a comedores comunitarios”. Esta situación se da mientras la inflación sigue en crecimiento y la canasta básica para no ser pobre llega casi a 84.000$. según la Junta Interna de ATE Indec, el salario de ningún trabajador debería estar por debajo de $136.100.

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