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Red Internacional
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Uruguay

Continúa la solidaridad con los trabajadores y trabajadoras de FRIPUR

Trabajadores de la Cooperativa de Transporte de Pasajeros ABC Coop del Departamento de Colonia, gestionada por sus trabajadores, se sumaron a la Campaña Solidaria. FRIPUR sigue resistiendo.

Miércoles 7 de octubre de 2015

El pasado jueves fueron entregadas varias bolsas llenas de alimentos y ropa provenientes del departamento de Colonia. Allí un grupo de trabajadores de la Cooperativa ABC Coop se sumó a la Campaña Solidaria por FRIPUR. Es que al interior de la clase trabajadora uruguaya existe una tradición histórica de solidaridad de clase y colaboración en los malos momentos.

Los trabajadores, que más tarde conformaran la Cooperativa ABC Coop, saben lo que es la incertidumbre de no saber si se podrá mantener la fuente laboral que les dio de comer durante tantos años. Ellos también tuvieron que sortear la prepotencia patronal. Ellos también ocuparon sus puestos de trabajo en defensa de la continuidad de la empresa, y finalmente se hicieron cargo de la producción y funcionamiento de la misma, bajo el control y administración de los propios trabajadores.

Al enterarse que se había lanzado una campaña de solidaridad con las obreras y obreros de FRIPUR, no dudaron ni un minuto y se sumaron a la colecta.
Pidieron solidaridad entre sus familiares y amigos, y entre otros trabajadores. Una vez juntada una buena cantidad de víveres y dinero en efectivo, la encomienda viajó hasta Montevideo. Cabe señalar que los trabajadores de la empresa TURIL decidieron solidariamente no cobrar la encomienda ya que entendieron que era su forma de colaborar con una causa justa.

FRIPUR resiste

Las trabajadoras y trabajadores de FRIPUR se encuentran desde el pasado 18 de agosto sin trabajar ya que los dueños de la empresa, los hermanos Fernández, decidieron cerrarla dejando en la calle a unas 960 familias. Pero la resistencia obrera y la dignidad por mantener sus puestos de trabajo hicieron que los trabajadores y trabajadoras mantuvieran una vigilia en la planta ubicada en la calle Rondeau de Montevideo custodiando las instalaciones y así evitar su vaciamiento. A nivel judicial, la firma se encuentra en proceso de liquidación y a la espera de un inversor. Uno de los principales acreedores es el Banco Rapública, es decir el estado uruguayo, que ha venido financiando en los últimos años a una patronal que no invirtió los millones de dólares que recibió en la empresa, sino que los re-utilizó para otros negocios. Mientras tanto, los trabajadores y trabajadoras están evaluando la posibilidad de mantener abierta la empresa en una especie de co-gestión.

Una salida obrera al cierre de FRIPUR

Siendo que la firma FRIPUR mantiene una deuda millonaria con el estado, una salida posible y que favorezca a los trabajadores y trabajadoras, es la nacionalización sin pago alguno a los antiguos dueños. Esta es la forma de que el estado recupere algo de lo que prestó, a la vez que la fábrica puede ponerse en funcionamiento ya mismo con la totalidad de la plantilla de empleados y comenzar una producción a partir de la cual se pueda proveer a hospitales y escuelas con pescado bueno y barato. Los trabajadores y trabajadoras no necesitan un patrón explotador, ni tampoco un burócrata del estado que les venga a decir cómo tienen que hacer su trabajo: la administración puede estar tranquilamente a cargo de sus propios trabajadores, que saben y pueden manejar los ritmos de la producción, que pueden controlar que no haya desperdicios en el proceso productivo, que saben las normas de limpieza, y que si se organizan democráticamente y desde abajo, pueden organizar el conjunto de las tareas que hacen a la producción de la fábrica.

El ejemplo de Zanón y Donnelley

A nivel internacional, tenemos las experiencias argentinas de la cerámica Zanón (hoy FaSinPat) o de Mady Graf (ex Donnelley) donde frente al intento de cierre de la patronal, los trabajadores ocuparon y la pusieron a producir bajo su propia administración, porque no iban a dejar que una fábrica a la que le dedicaron tantos años de su vida y de su esfuerzo se cierre. Entonces, a la vez que mantienen la fuente laboral, exigen al estado que las empresas sean estatales para que cumplan un rol verdaderamente social: atender a las necesidades del pueblo trabajador.