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Red Internacional
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No a la guerra. Continúan las negociaciones entre Rusia y Ucrania

Mientras la guerra continúa, las negociaciones siguen adelante. Aquí presentamos un vistazo a los principales puntos que negocian Rusia y Ucrania, sobre todo la neutralidad de Ucrania con respecto a la OTAN y el estatus del Donbass.

Martes 22 de marzo de 2022 14:14

Imagen: Reuters

Desde el 28 de febrero, se han celebrado varias rondas de negociaciones entre Rusia y Ucrania para negociar el fin de la guerra. Aunque Zelensky dijo el lunes (21 de marzo) que no aceptaría "ningún ultimátum de Rusia", en referencia al llamamiento del Ministerio de Defensa ruso para que Ucrania "deponga las armas" en la ciudad sitiada de Mariupol, en la última semana se han producido algunos avances en las conversaciones entre ambas partes.

Discutido en su totalidad por primera vez el pasado lunes, según el Financial Times, el proyecto de acuerdo que permitiría un alto el fuego y la retirada de las tropas rusas de Ucrania incluye varios puntos. Entre ellas, las garantías de seguridad solicitadas por Ucrania, su neutralidad y desmilitarización exigidas por Rusia, el estatus de las repúblicas de Donbass y Crimea..

Este domingo, el portavoz de la presidencia turca, que dirigió parte de las negociaciones, declaró en una entrevista al diario turco Hurriyet que los dos países estarían "cerca de un acuerdo", sobre todo tras el abandono de la solicitud de ingreso en la OTAN por parte de Zelensky, que responde en parte a las exigencias de Rusia sobre el estatuto de neutralidad de Ucrania. Sin embargo, esto también implicaría el cese de la instalación de bases militares extranjeras en territorio ucraniano.

Aunque la prensa internacional ha informado de que se aproxima un acuerdo, aún está por verificarse. De hecho, hay ciertas exigencias de ambas partes que siguen impidiendo llegar a un acuerdo, por ahora. Así, si el gobierno de Zelensky ha afirmado que no entrará en la OTAN, pide a cambio garantías de seguridad "de un cierto número de países", según el asesor del presidente ucraniano Mykhailo Podolyak.

En concreto, Zelensky exige que los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU -Reino Unido, Francia, Estados Unidos, China y Rusia-, así como Alemania y Turquía, actúen como garantes y se comprometan a intervenir militarmente si Ucrania vuelve a ser atacada. Se trata de una posición muy difícil para los Estados involucrados, ya que un funcionario occidental declaró el jueves en el Financial Times que era "muy difícil decir sí o no" mientras las condiciones de estas garantías "no se hayan fijado".

Por su parte, Rusia podría haber dado marcha atrás en su deseo de destituir al gobierno de Zelensky, y es posible, según el Financial Times, que suavice su exigencia de que el ruso sea la segunda lengua oficial en Ucrania si el gobierno ucraniano accede a derogar las leyes que actualmente limitan su uso. Sin embargo, no cederá en el reconocimiento de la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, ni en su anexión de Crimea. Es difícil que Ucrania se plantee una concesión semejante para Rusia, pero el gobierno de Kiev sigue diciendo que está dispuesto a discutir soluciones alternativas.

Además de estas discusiones, hay otras muchas cuestiones, como el desenlace del conflicto, ya que Rusia pide la rendición de Ucrania mientras ésta exige un "alto el fuego", o las modalidades de "reparación", que ascenderían a más de 100.000 millones de euros. Obviamente, las negociaciones están profundamente entrelazadas con la situación militar. Desde este punto de vista, si bien la invasión rusa encuentra resistencia, sigue asolando Ucrania, con la continuación del asedio a Mariúpol y el bombardeo de muchas ciudades, incluidos los alrededores de Kiev, causando muchas víctimas civiles.

Paralelamente a las negociaciones, Zelensky continúa su gira por los distintos gobiernos occidentales. Tras dirigirse al Congreso estadounidense el pasado miércoles para exigir más ayuda a Estados Unidos y pedir a Joe Biden que sea "el líder del mundo", se dirigió al parlamento israelí para pedirles que se posicionen a su favor, afirmando que "es posible ser mediador entre dos países, pero no entre el bien y el mal", y celebrará una videoconferencia el miércoles ante la Asamblea Nacional y el Senado francés, mientras que este martes, según diversas agencias de información planteó que cualquier acuerdo tendría que ser refrendado por un referéndum de la población ucraniana.

Más allá de las conversaciones entre ambas partes, otras posiciones están recibiendo especial atención, como la de China. El gobierno chino, que nunca ha cuestionado el ataque ruso a Ucrania, niega cualquier apoyo militar directo a Rusia y sigue posicionándose "a favor de la paz mundial". Una línea que Xi Jinping reafirmó durante una entrevista con Joe Biden el viernes, buscando aparecer como el otro "policía mundial", mientras el presidente estadounidense amenazaba con represalias si daba ayuda directa a Rusia.

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Una cosa es cierta, la guerra en Ucrania está agitando el tablero mundial, y sea cual sea el resultado, el pueblo ucraniano pagará el acuerdo entre Rusia y Ucrania, detrás de la cual se han alineado las potencias imperialistas, aprovechando esta guerra reaccionaria para rearmarse. En este contexto, el reto de una política antiimperialista independiente, basándose en las primeras acciones de algunos sectores de trabajadores europeos contra esta guerra y contra el rearme europeo y la expansión de la OTAN, sigue siendo fundamental.

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