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Red Internacional
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FALTA COMIDA, AGUA Y LUZ. Continúan las protestas por comida y servicios en este inicio de 2018

El nuevo año se comienza arrastrando las acciones de protesta que se vieron los últimos días del año, en medio de la crisis económica y social que pesa sobre los hombros de los trabajadores, las mujeres, la juventud y los sectores populares

Jueves 4 de enero de 2018

Los primeros días de enero surgen nuevamente disturbios y manifestaciones en tres estados, Miranda, Aragua y Carabobo, a causa de la escasez de alimentos, la fallas en la distribución de los mismos y los problemas con los servicios públicos y la gasolina. Continuando la dinámica de protestas que se dieron los últimos días del año pasado, tal como reseñamos.

El Gobierno no garantiza el acceso a los alimentos regulados, que son los que pudieran estar al alcance del salarios de los trabajadores y trabajadoras. Para “resolverlo” creó la política clientelista y cooptación que son los “Comité Locales de Abastecimiento y Producción” (CLAP), básicamente la caja de comida con unos cuantos productos básicos, fundamentalmente carbohidratos, a precios regulados o directamente subsidiados que llega una vez al mes (en el mejor de los casos, en algunas zonas la regularidad es mucho más distante, o simplemente no llega), que realmente alcanza para dos personas, sin embargo a cada casa llega solo una sin importar cuantas personas viven allí. Por otro en el sector privado en algunos anaqueles hay productos pero con precios absurdamente altos para el ingreso promedio de la clase trabajadora, incomprables. Ese es el marco de las actuales protestas.

En Guarenas se exige la venta de alimentos regulados, agua y luz

El 02 de enero llegó al abasto Bicentenario (cuya red, como se sabe, el gobierno puso en venta para reprivatizarlo), ubicado en el centro comercial Miranda de Guarenas, frente a la urbanización 27 de Febrero, un cargamento de arroz a precio regulado (15.500 bolívares). Los residentes de la comunidad se concentraron desde la madrugada del día 03 para esperar la venta de los productos. Pero se caldearon los ánimos cuando se les informó que solo venderían una parte de la mercancía.
La multitud de personas indignada por tener que hacer colas desde la madrugada y no saber si llegarían a comprar, exigieron a gritos la ventas de los alimentos regulados, frente a esta situación hubo intentos de abrir a la fuerza la puertas del supermercado. Pero como es ya una norma inmediatamente llegaron los cuerpos policiales para frenar a la multitud. La venta de arroz comenzó a las 10:00 am de la mañana y a las 4:00 pm se había agotado el producto.

Durante la noche, también en Guarenas, hubo protestas por comida y luz. La avenida Intercomunal, en el sentido hacia Guatire, fue trancada con quema de basura, exigiendo la venta de la bolsa o caja del CLAP, así como la restitución de la luz, ya que llevaban 24 horas sin electricidad. En la mañana habitantes de Ciudad Belén habían trancado el distribuidor de Guarenas, tanto para los accesos a la ciudad como en sentido hacia Caracas, por falta de agua y comida, manifestaron llevar 2 meses sin recibir la comida del CLAP.

En Carabobo los jóvenes salen a protestar por la ausencia de servicios básicos

En Naguanagua, que en el 2017 también dio de que hablar, 150 personas, entre ellos un grupo de jóvenes encapuchados salió a las calles para manifestarse por la ausencia de servicios públicos: exigir mejoras en el suministro de agua, de gas doméstico y por las constantes fallas con el servicio eléctrico. Trancaron las calles en el Paseo la Granja y quemaron cauchos. La manifestación duró aproximadamente 30 minutos, hasta cuando llegaron los efectivos de la policía municipal junto con el secretario general del Gobierno, Jesús Santander.

En Aragua, en la noche de ayer hubo un saqueo en una sucursal de Farmatodo, ubicado en Los Samanes, al sur de Maracay, el cual fue controlado por la Policía Nacional Bolivariana (PNB), llevándose detenidas a 20 personas.

“Mano dura inmediata” contra el pueblo que protesta, exige Maduro

El descaro de la instituciones del Estado es cada vez más evidente, en Carabobo el secretario de gobierno, afirmó a los medios locales que la gestión del actual gobernador, Rafael Lacava, se caracteriza por el “dialogo y no por la represión”. Luego de esto, se supo la detención de dos personas que estuvieron en la protesta: Erika Karina Palacios Alfonzo, de 41 años, y Ronal Danil Cevilla Guédez, de 25 años.

Lo que no deja de estar a tono con las deplorables declaraciones del Presidente de la República, justamente en el saludo de fin de año a las Fuerzas Armadas, el 28 de diciembre, en el cual simple y llanamente llamó a reprimir con “mano dura inmediata” al pueblo que se manifiesta. En una maniobra de poca monta, intentando ocultar el contenido de las protestas de los sectores populares por hambre y por el pésimo estado de servicios elementales como agua, luz y gas doméstico, dijo que se trataría de una “reedición de la guarimba”, asimilándolas así a las pasadas protestas dirigidas por la oposición de derecha y cuya composición era mayormente de sectores de clase media: “El que ose convocar a la guarimba, acción de la justicia inmediata, mano dura inmediata”.

La respuesta no se hizo esperar, y tres días después, el última día del añó,un guardia nacional asesinaba de un disparo en la cabeza a una joven embarazada en Mamera, en una protesta por las venta de los perniles subsidiados (e hiriendo a otra persona). Esta es la repuesta de gobierno y sus representantes frente al desespero del pueblo trabajador, de la mujeres y la juventud, en esta tragedia social que vivimos día a día. No solo violenta nuestra integridad, sino reprime, encarcela y asesina.

Organizarnos independientemente del gobierno y la oposición de derecha para enfrentar esta crisis

El de Maduro no es solo un gobierno hambreador, que junto a los empresarios descarga la crisis sobre los trabajadores y el pueblo pobre, que opta por destinar miles de millones de dólares para el capital financiero internacional en pagos de la deuda externa, mientras el pueblo padece hambre y una dramática falta de medicinas y servicios públicos, sino que además tiene las manos manchadas de la sangre de gente de los sectores populares que exige, simplemente, comida.

Por su parte, el plan que tiene la oposición de la oposición de derecha va completamente en contra de los intereses obreros y populares y solo apunta a beneficiar a los grandes empresarios y a los monopolios extranjeros.

Frente a este escenario, Ángel Arias, dirigente de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS), manifestó que desde su organización vienen “planteando la necesidad de un plan de emergencia obrero y popular con una serie de medidas entre las que se encuentra la lucha por la escala móvil de salarios, un verdadero control obrero y popular de precios, y la distribución de alimentos en manos de los propios trabajadores y las comunidades”.

El referente de izquierda agregó que “para esto necesitamos organizarnos de forma independiente, sin hacerle el juego al gobierno ni a la oposición derechista; organizarnos en barrios, lugares de trabajo y estudio, para poner grandes fuerzas en las calles que hagan pesar los intereses del pueblo pobre y trabajador”.