A pesar de que el 29 de Junio de 2018, se dictó sentencia condenatoria contra ocho ex miembros del Ejército de Chile, por su participación en calidad de autores en el asesinato del cantautor Víctor Jara y el abogado Littre Quiroga, aún hay impunidad. Entre los condenados se encuentra Nelson Haase Mazzei quien, según testimonio de un cercano directo, permanece en libertad.
Viernes 1ro de febrero de 2019
Más de 40 años tardó el sistema judicial chileno en pronunciarse en torno a las responsabilidades ligadas a la muerte de Víctor Jara y Littre Quiroga; ambos asesinados en el Estadio Chile (rebautizado Víctor Jara) a pocos días del golpe de Estado del 11 de Septiembre de 1973.
A través de un fallo pronunciado por el ministro en visita Sr. Miguel Vásquez Plaza, el 29 de junio pasado se condenó a Hugo Sánchez Marmonti, Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana, Hernán Chacón Soto y Patricio Vásquez Donoso a la pena de 15 años y un día por el homicidio calificado de Víctor Jara y Littre Quiroga.
Sin embargo, a través de información entregada por un cercano directo de Nelson Haase Mazzei, tomamos conocimiento de que entre los condenados, este ex agente de la DINA sigue en libertad viviendo una vida tranquila, manejando una empresa de su propiedad dedicada a la exportación de envases de vino.
Según consta en el fallo que condena a los ocho procesados, Haase Mazzei, fue oficial de la Escuela de Ingenieros Tejas Verdes. Según testimonio de testigos, era muy cercano al entonces Coronel Manuel Contreras y se jactaba de su participación en la tortura y asesinato del cantautor Víctor Jara Martínez.
La libertad de Haase Mazzei, se debe a que su defensa (llevada adelante por Vivian R. Bullemore –profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile- y Yasna Bentjerodt) empleó maniobras legales para dilatar el cumplimiento efectivo de las condenas, como la interposición de recursos, por los cuales la sentencia condenatoria se encuentra suspendida hasta que estos se resuelvan.
Ningún gobierno de la democracia pactada que solo favorece a los ricos, ha acabado con la impunidad de los crímenes de la dictadura, al contrario, se han dedicado a administrar la herencia de la dictadura, profundizando el modelo neoliberal.
Estos hechos de impunidad se mantendrán mientras los jueces sigan otorgándoles beneficios a los torturadores y asesinos de la dictadura, es necesario que todos los genocidas paguen con cárcel común y efectiva y el cierre de Punta Peuco para los privilegiados.
