El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) obliga al consejero Cambray a aplicar la sentencia que obliga las escuelas e institutos catalanes a impartir un 25% de las clases en castellano. Un brutal ataque a la inmersión lingüística, parte de la persecución continua de la judicatura del Estado español contra el pueblo catalán.
Martes 10 de mayo de 2022
¡Desde ContraCorriente volvemos a llamar a desobedecer la sentencia! El ataque al catalán en las aulas supone perseguir una parte esencial de nuestra cultura y perjudicar especialmente los hijos e hijas de la clase trabajadora que estudiamos a la enseñanza pública.
No olvidamos que el catalán como lengua vehicular en la educación fue una conquista del movimiento obrero en Cataluña durante la Transición contra la iniciativa del modelo de doble red defendida por la derecha catalanista. Lejos del relato de la derecha españolista, el catalán está en retroceso y la hegemonía del castellano en Cataluña sigue acompañada por la televisión, las plataformas digitales o el cine, para mencionar solo algunos espacios que contribuyen a la situación.
Esto además se ha combinado con una larga década de recortes por parte de los diferentes gobiernos de la Generalitat. La retirada de recursos, la precariedad y la reducción de las horas de aulas de acogida son parte de estas medidas que han hecho retroceder mucho la inmersión lingüística, la cual hoy es totalmente parcial.
Los sindicatos vuelven a convocar nuevas jornadas de lucha de aquí a final de curso. Por eso estas nuevas jornadas de lucha lo enmarcamos en la gran lucha educativa que sucedió hace menos de dos meses por parte de toda la comunidad educativa (menos la comunidad universitaria), por la reversión de los recortes, la estabilización del profesorado y la defensa del modelo de inmersión, entre otras reivindicaciones, y la huelga del 23M en contra de esta misma sentencia.
Ninguna confianza en Cambray, ERC y JxCat. No será con ellos, sino contra ellos, como conseguiremos salvar la educación pública del desmantelamiento que allanan el camino al rol de mordaza lingüística de la Judicatura.
Desde ContraCorriente exigimos al Departament que no se aplique la sentencia; es decir, que no se apruebe ni una sola instrucción hacia los centros y la inspección que obliguen a cambiar los proyectos lingüísticos de centro. A la vez, llamamos a seguir estas nuevas jornadas de lucha para conseguir una escuela totalmente pública donde el catalán sea la lengua vehicular, por lo cual es imprescindible un aumento de la financiación y la contratación de profesorado en la enseñanza pública. Una de las partidas más insuficientes es dedicada en las aulas de acogida, aquellas que representan horas y profesionales indispensables para garantizar que la inmersión no genere nuevas rendijas contra los alumnos recién llegados.
Así, resulta necesario acabar también con los conciertos educativos y desplegar una gran red de centros públicos, evitando la segregación de los barrios populares que perjudica los hijos e hijas de la clase trabajadora a nivel de lengua y de calidad educativa.
Tomemos las calles nuevamente este 25 de mayo y 9 de junio, junto con los parones en los centros de estudio del día 17 de este mes y el 2 de junio, por la huelga de docentes por la reversión de los recortes. Hacemos un llamamiento a los sindicatos y organizaciones estudiantiles y juveniles para volver a denunciar este ataque al catalán y a la educación pública para sumarnos en la gran lucha de las docentes, separándose de toda confianza del gobierno de Aragonès y Cambray para la defensa de la escuela pública catalana.
