Sindicatos y organizaciones sociales salieron este jueves a las calles de Sri Lanka contra el alto costo de vida producto de una inflación interanual en los alimentos que llegó a un 85,8 % en septiembre, un acuerdo con el FMI que traerá más ajuste y el Gobierno ilegítimo de Wickremesinghe que apuesta a una mayor represión. En julio de este año las manifestaciones masivas tiraron al presidente anterior Gotabaya Rajapaksa.
Jueves 27 de octubre de 2022 12:41
Estudiantes de la Federación Interuniversitaria de Sri Lanka protestan frente a una universidad estatal en la capital, Colombo, exigiendo la liberación de los dirigentes sindicales y estudiantiles, el 18 de octubre de 2022.
Foto: AP/Eranga Jayawardena
Miles de personas salieron a las calles este jueves en la capital de Sri Lanka para manifestar su rechazo a las medidas del Gobierno por el aumento en el costo de vida, que siguen generando una profunda debacle económica que experimenta el país desde hace meses, y las exigencias de un acuerdo con el FMI que implicarán nuevos ajustes.
La protesta, organizada por el Centro de Coordinación de Sindicatos (TUCC), se presentó como una de las más multitudinarias desde que el presidente esrilanqués, Ranil Wickremesinghe, tomó posesión de su cargo el pasado julio tras la caída y posterior huida del exmandatario Gotabaya Rajapaksa.
Como presidente, Wickremesinghe es totalmente ilegítimo para el pueblo de Sri Lanka ya que fue elegido por un parlamento desacreditado que lo votó en forma secreta para reemplazar a Rajapaksa. Hasta ahora Wickremesinghe ha apostado a una mayor represión mientras busca negociar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que implica mayores ataques a las condiciones de vida de los esrilanqueses.
En septiembre el FMI "advirtió" a Sri Lanka que el acuerdo inicial para la concesión de un programa de rescate urgente de unos 2.900 millones de dólares supone "solo el comienzo de un largo proceso que deberá seguir el país para salir de la crisis". Es decir, seguir los condicionamientos del organismo que incluyen ajuste fiscal y reformas en diversas áreas.
Los manifestantes que salieron a las calles este jueves protestaron ante la escalada de precios de los alimentos que sufre la isla, lo que ha provocado un deterioro en la calidad de vida en los poco más de 22 millones de habitantes de Sri Lanka mientras afrontan la peor crisis económica de su historia, provocada por el endeudamiento y la escasez de divisas internacionales.
Según los últimos datos del Banco Central de Sri Lanka, la inflación general interanual alcanzó el pasado septiembre una cifra récord del 73,7 por ciento, mientras que la inflación de los alimentos se situó en un 85,8 por ciento.
Wickremesinghe reconoció en una sesión parlamentaria que la economía de la isla se ha derrumbado por completo, sobre todo en los últimos meses en los que hubo escasez de combustible, de materias primas y cortes de electricidad de hasta las 13 horas.
Los manifestantes piden su caída. Al igual que hace tan solo unos meses atrás terminaron haciendo caer a Gotabaya Rajapaksa.
Ante la profunda crisis que atraviesa el país y las perspectivas de un mayor ajuste y penuria para el pueblo srilanqués que implica un acuerdo con el FMI, la respuesta de Wickremesinghe ha sido una creciente represión sobre los manifestantes.
Pero esto no parece ser un freno para el pueblo de Sri Lanka. Durante gran parte de este año la represión no ha podido frenar las protestas, las huelgas y los enfrentamientos, y nada indica que ahora vaya a ser diferente.