Largas jornadas, sin estabilidad laboral, sin seguridad social y bajos salarios son las principales características de la precariedad laboral, se vive con carencias laborales y pobreza.

Miriam Hernández, trabajadora de la UNAM Trabajadora del STUNAM
Miércoles 15 de julio de 2020
En estas condiciones se encuentran 78% de los trabajadores formales en México, cifra impactante que expresa la gran extensión y consolidación de estas condiciones por todo el país.
No importa el nivel de estudios ni el sector, esta situación se agrava a partir de la crisis pandémica y económica. A esto se le suman los despidos que se calcula llegarán a cinco millones de trabajadores, principalmente jóvenes de entre 15 y 29 años, por lo que hablamos ya de una crisis social.
Un panorama sombrío, en particular para los más desprotegidos, trabajadores jóvenes y mujeres que son parte de las cifras, pero que se traducen en historias desgarradoras para las que la retórica del gobierno de la 4T no alcanza para ver realmente transformadas sus condiciones de trabajo.
Sindicalización no implica protección laboral
En México, según las últimas cifras del INEGI (20018), solo el 12 % de los trabajadores se encuentran sindicalizados y el mayor porcentaje lo están en sindicatos charros. Hay alrededor de 3 mil 347 agrupaciones sindicales del fuero federal registradas ante la Secretaria del Trabajo, más de la mitad están aglutinados en la CTM, CROC Y CROM, el sindicalismo independiente es el menor porcentaje.
Esto se traduce en que, aunque hay grandes sectores como el de trabajadores de la Salud que están sindicalizados, ello no se expresa en protección laboral. Los médicos y enfermeras vienen denunciando desde hace años el saqueo a las instituciones de salud pública y que en medio de la pandemia ni cuentan con el material suficiente para realizar su labor ni protegerse del contagio.
Las condiciones de trabajo para este sector esencial son realmente extenuantes y riesgosas. México ocupa el quinto lugar en número de profesionales de la salud fallecidos por Covid-19. Los sindicatos han sido cómplices de esta situación. Por si fuera poco el gobierno planteó contrataciones por 6 meses a los médicos que enfrentarían esta crisis, sin estabilidad laboral.
Te puede interesar: México 5º país con más muertes en personal de salud, las más afectadas son mujeres
Otro sector que expresa las consecuencias de la precariedad laboral son las maquiladoras en el norte del país, o los trabajadores de la industria automotriz, que se encuentran sindicalizados pero sin condiciones dignas de trabajo garantizadas, por el contrario se mantienen en la más intensa explotación por parte de las empresas.
En los sindicatos universitarios, donde hasta ahora los trabajadores y académicos de al menos 12 universidades en quiebra están siendo seriamente afectados en sus ingresos y estabilidad laboral, o en las universidades más importantes del país como UNAM y UAM, los salarios de los trabajadores son realmente insuficientes, por lo que la mayoría tiene que buscar un segundo trabajo, donde resalta la gran precariedad de los docentes que son pilares de la enseñanza en estas universidades. Los sindicatos no han hecho algo contundente para parar esta situación.
En esta situación se encuentran también los trabajadores del nivel medio superior y superior del país, como los del Conalep, colegio de Bachilleres, universidades Tecnológicas, etc. En todo el sector se han incrementado las denuncias de graves violaciones a los Contratos Colectivos de Trabajo, mientras los líderes solo apuntan a denunciar sin fortalecer un real plan de lucha para enfrentar estos ataques que van debilitando seriamente la organización de los trabajadores.
El Movimiento 20/32 en Matamoros externó el hartazgo ante las direcciones burocráticas que no mueven un dedo ante los despidos, la discriminación, la reducción de salarios y las muertes de los trabajadores, pero que a cambio se llenan los bolsillos con las cuotas sindicales. Fue una gran muestra de lo que podemos hacer las y los trabajadores unidos y peleando con nuestros métodos de lucha.
Lamentablemente no hubo una política que apuntara a la recuperación del sindicato para ponerlo al servicio de la base trabajadora, por lo que pese a la enorme lucha y las decenas de fábricas paradas, la burocracia sindical no cayó.
Por un Movimiento Nacional Contra la Precarización y los Despidos
La reciente visita de AMLO a la Casa Blanca para subordinarse al presidente Trump y avalar un T-MEC a modo de los empresarios estadounidenses y nacionales, sin pelear condiciones de trabajo dignas para los trabajadores de este lado de la frontera, deja claro que ningún cambio profundo vendrá del actual gobierno.
Millones de trabajadores seguirán sometidos a la dura tarea de sobrevivir al día, llenos de deudas, durmiendo poco, angustiados por llegar a fin de mes para pagar renta, luz, internet, etc.
Una de las principales dificultades para que los trabajadores precarizados se organicen es que las condiciones materiales de existencia son tan frágiles que millones de personas no están pensando en conquistar nuevos derechos sino en sobrevivir. Además, el neoliberalismo impuso su ideología del individualismo y la meritocracia, intentando hacernos creer que el problema no es el sistema sino cada uno de nosotros.
En el caso de los trabajadores sindicalizados, somos sometidos por la acción de las burocracias sindicales que se apuestan a contener la inconformidad y la organización genuina e independiente de los trabajadores. La división política que impulsan parcelando por gremio o por sector pretende justamente impedir a toda costa la unidad de las y los trabajadores, porque saben que no hay mayor fortaleza que la unidad de los trabajadores.
Es justamente a esa unidad a la que le apostamos desde el Movimiento Nacional Contra la Precariedad y los Despidos.
Esta propuesta es una iniciativa de los profesores universitarios de la UACM (Universidad Autónoma de la Ciudad de México) que ha sido recuperada por decenas de organizaciones, que aunque con distintas perspectivas coincidimos en la necesidad de unir a distintos sectores que hoy enfrentamos los estragos de una crisis económica que no provocamos pero que nos quieren hacer pagar.
El Movimiento Nacional Contra la Precarización y los Despidos se propone conjuntar a la clase trabajadora para luchar contra el sistema que nos ha arrebatado todo a los que tenemos sindicato y a los que no.
En particular, los trabajadores sindicalizados debemos recuperar las demandas y sentires de los trabajadores sin derechos y exigir a nuestras organizaciones sindicales que se sumen a esta lucha, en particular a las que se reclaman democráticas como la UNT y la NCT. Unidos somos más fuertes, nada nos detendrá. Súmate a esta iniciativa y pongamos un alto a los despidos y a las miserables condiciones laborales de millones.