Este jueves el movimiento estudiantil protagonizó una huelga con importantes manifestaciones, en una cuarta jornada de protestas en todo Catalunya ¿Qué organización necesitamos la juventud para autoorganizarnos?
Jueves 17 de octubre de 2019
En el cuarto día de protestas contra la sentencias, miles de estudiantes de institutos y universidades han vuelto a llenar las calles de Barcelona y de otras ciudades de Catalunya. Hoy, lo hacía convocados por el Sindicat d’Estudiants (SE) y de Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC), marchando desde la Plaça Universitat a la Plaça Sant Jaume.
Por el camino, muchos nos íbamos enterando que varios rectorados de las universidades de Barcelona se estaban ocupando por estudiantes para exigir a los rectores que no se hagan clases el día de la huelga general. Porque los estudiantes no queríamos una “aturada universitaria” institucional, queríamos parar los centros de estudio con nuestra autoorganización y vaciar las aulas con nuestra autoorganización y lucha independiente. En estas acciones, aunque había decenas de estudiantes, podrían haber sido mucho más masivas si se hubieran hecho públicas y debatido en asambleas abiertas.
Por un lado, tenemos que dejar a un lado la idea de que si los discutimos en asambleas, daríamos información a nuestro “enemigo” o que la policía se va a enterar de lo que planeamos. Dejar en manos de un “grupo de afinidad” la decisión de nuestra organización y plan de lucha no garantiza que no se enteren. Nuestros enemigos ya se enteran, pero quienes no se llegan a enterar son los miles de jóvenes que podrían haber estado participando activamente y acaban yendo a remolque de consignas que vienen por arriba. Además de que deja a un lado la motivación a que nuevos y más estudiantes se comprometan a organizarse como verdaderos protagonistas de la lucha, porque “no son parte” de los “pequeños grupos de confianza”. Para ello debe servir un sindicato de estudiantes, para convertirse en una herramienta de la extensión y autoorganziación de la lucha, y no para bloquearla y por fuera del control de las asambleas organizadas desde abajo.
La consigna de asambleas en todas las facultades no es por fetichismo. Si la defendemos es porque sin estas asambleas, en cada centro de estudio, estamos muchísimo más expuestos a la represión del Estado ¿Por qué? Porque necesitamos que el movimiento sea mucho más masivo y se fortalezca con toda esa juventud que está cortando carreteras y está saliendo desde hace cuatro días a las calles, vaciando las aulas, pero que no tiene ningún espacio donde organizarse y debatir cómo continuar esta lucha.
La mejor manera de garantizar que un movimiento acabe muriendo es que este dependa de consignas que vengan únicamente desde arriba en vez de que se trabajen las convocatorias desde la base. Tenemos cientos de ejemplos estos días. Hemos visto como en institutos y algunas facultades se han hecho asambleas espontáneas para discutir y votar la huelga. Prepararnos estas mismas asambleas en todas las facultades e institutos para pensar cómo continuar esta lucha y cómo enfrentar la represión, que ya estamos viviendo, no solo con las cargas sino también con las detenciones y las prisiones sin fianza.
Justamente porque la juventud está encabezando las movilizaciones de esta semana, está más expuesto a ser reprimida. No es cuestión solo de ahora: la sentencia sienta un duro precedente contra la disidencia política. Como decíamos aquí, ¿qué pasaría si volviera a haber un 15M un proceso estudiantil como la lucha contra Bolonia?
Otra cuestión es que el paro que garantizan los rectorados -los mismos a los que señalamos por precarizanos y privatizar nuestra educación- nos deja ante una huelga general donde como estudiantes estaremos diluidos en infinididad de barrios, piquetes, marchas, etc. Un día de lucha en el que podríamos haber convocado a asambleas y haber ido a las manifiestaciones como bloque estudiantil, para de este modo prepararnos mejor para la huelga del 18O y conformar una unidad con la clase trabajadora y otros sectores populares.