Aunque el Gobierno se vio obligado a permitir que se instale la escuela itinerante, mantiene la dureza frente al reclamo docente. Hay que responder con medidas contundentes.

Federico Puy Docente | Secretario de Prensa Ademys

María Díaz Reck Docente y congresal de Suteba La Plata
Martes 11 de abril de 2017
Diez años después de un paro histórico como fue el del 9 de abril de 2007, cuando toda la docencia salió a la calle luego del fusilamiento de Carlos Fuentealba en Neuquén, la Policía Federal reprimió salvajemente y detuvo a un grupo de docentes de la Ctera que iba a instalar una escuela itinerante frente al Congreso. Con gas pimienta y cientos de efectivos armados para la guerra, la represión del domingo implicó la detención de cuatros docentes.
El Gobierno, en vez de invertir dinero para los salarios docentes y para la educación pública, gasta millones en represión. Mientras dice que no hay recursos para los salarios docentes, se prepara para la posible compra de nueva tecnología para la “dispersión” de manifestaciones. Dicho más sencillamente, buscan aumentar los métodos para la represión contra el pueblo trabajador. La única “idea” que el macrismo tiene para la Educación es la represión a los docentes y al conjunto de los trabajadores.
Ayer, como para agregar una muestra más de su desprecio por los docentes, el ministro Esteban Bullrich justificó la represión diciendo en los medios "tenemos que entender que cuando un oficial nos da una instrucción, lo tenemos que obedecer".
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El mismo domingo por la noche, pero más tarde, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires emitió un comunicado donde justificó la represión a los docentes y acusó a los manifestantes de "hurto", entre otras cosas. El Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires también dio a conocer un comunicado donde justificaba haber evitado la instalación de "una estructura" que se montaba sin "ningún tipo de permiso".
La instalación de la escuela itinerante por parte de la conducción de la Ctera, se desarrollaba en el marco de un impasse en la lucha impuesto por el Frente de Unidad docente, luego de 24 días de paros y marchas de cientos de miles de docentes.
Además, la represión a la Escuela itinerante se dio luego de otra brutal represión en el marco del paro nacional del jueves 6 de abril. Allí hubo heridos y detenidos luego del desalojo del corte en la Panamericana, corte que era impulsado por sectores del sindicalismo combativo y la izquierda.
En este caso, el que dirigió el operativo fue Eugenio Burzaco, secretario de Seguridad de la Nación, quien también fuera secretario de Seguridad de Jorge Sobisch cuando este era gobernador de Neuquén. Fue quien llevó adelante la represión que se cobró la vida de Carlos Fuentealba.
Repudios y olvidos
A distintos niveles, todo el arco político que se dice opositor denunció la represión, desde Sergio Massa hasta la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Pero no son más que poses electorales ya que tanto Massa como CFK atacaron a los docentes en distintos momentos, a lo largo de los últimos años.
No se puede dejar de recordar la represión a los docentes de Santa Cruz en 2011 frente al Ministerio de Trabajo de la Nación, con hidrantes y presos, tal como lo hizo el macrismo. En esa época, Massa era parte del oficialismo kirchnerista. Hoy los docentes de Santa Cruz siguen peleando y su gobernadora Alicia Kirchner apenas ofreció un 3 % de aumento salarial. Vienen aplicando el mismo ajuste que Macri.
Precisamente, quienes se dicen opositores los que vienen bancando todas las políticas del Gobierno. Los integrantes del bloque de senadores del FpV, que aprobaron la enorme mayoría de los proyectos de Cambiemos ¿acaso pensaban que el Gobierno no iba a reprimir la protesta social?
Para pararle la mano al Gobierno es necesario un plan de lucha en serio
La represión del domingo generó una enorme indignación que se reflejó el día lunes en todas las escuelas. En la conferencia de prensa realizada al mediodía la Ctera anunció el paro nacional.
Pero la noche del domingo demostró que el Gobierno está dispuesto a seguir endureciendo su posición. Ante esa escalada represiva y los ataques contra el conjunto de los trabajadores que se multiplican, se hace necesario responder con más contundencia.
Precisamente por eso, era necesario que el paro de hoy fue llamado como activo, convocando a cortes y movilizaciones en cada rincón del país, junto con los padres que vienen apoyando la lucha docente, los trabajadores y los estudiantes, como parte de un verdadero plan de lucha nacional decidido en asambleas para torcerle la mano a este Gobierno. Esa es precisamente la política que viene sosteniendo la Agrupación Marrón, que es parte de la izquierda que conduce los Suteba opositores.
A pesar de sus esfuerzos, el Gobierno y todos sus medios no han podido generar que los padres estén contra los docentes. Aunque los diarios como Clarín y El Día, se hayan apresurado a anunciar un triunfo del Gobierno de Vidal, la paritaria aún no cerró y la bronca y el malestar se han acrecentado a partir de la brutal represión.
A nivel nacional existen fallos judiciales que alegan que el Gobierno tiene que convocar a la paritaria nacional. Solo con la lucha y la movilización se podrá conseguir.
Se vuelve urgente que Suteba, UTE y la Ctera, a través de sus gremios de base en cada provincia, convoquen a plenarios de delegados con mandato para reorganizar la pelea y votar en forma democrática un plan de lucha. Para pararle la mano al Gobierno es necesario que la fuerza del millón de trabajadores de la Educación de todo el país se ponga en acción.
Además, es necesario el apoyo de toda la clase trabajadora. Todas las centrales sindicales vienen de llamar al paro nacional del jueves 6 de abril, pero no le dieron continuidad. Eso permite al Gobierno pensar en avanzar. Por eso, no alcanzan los paros aislados, las medidas anunciadas por WhatsApp de un día para el otro.

Federico Puy
Docente | Secretario de Prensa Ademys