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Red Internacional
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EL TRAMABUS DE PODEMOS. ¿Contra la “trama”, pero a favor de los “empresarios patrióticos”?

El ’tramabús’ de Podemos rodará toda la semana para denunciar a la “trama”. ¿Pero qué pasa con los supuestos "empresarios patrióticos" que superexplotan a la mayoría de la clase trabajadora?

Arsen Sabaté

Arsen Sabaté Barcelona | @ArsenSabate

Martes 18 de abril de 2017

Foto: EFE

Esta semana echaba a rodar el ’tramabús’ de Podemos por las calles de Madrid. Un autobús fletado por el partido de Pablo Iglesias con el objetivo de poner “nombres y apellidos” a los integrantes de la “trama” y que en su segundo día de rodaje ya ha tenido el primer paro técnico.

El vehículo, de color azul en honor al Partido Popular como principal estandarte de la corrupción capitalista en el Estado español, estará rodando por el asfalto de Madrid durante una semana y luce las imágenes de Rodrigo Rato, José María Aznar, Felipe González, Luís Bárcenas o Juan Luís Cebrián, entre otros. Además, desde la formación morada hacen un llamamiento a los simpatizantes y cargos públicos del partido para que denuncien a los miembros y mecanismos de la trama en cada territorio del Estado y poder desplazar así el autobús “customizado” por cada ciudad.

Para Podemos la “trama” son las tupidas redes clientelares tejidas entre las empresas del IBEX35, una parte del alto funcionariado, algunos políticos del bipartidismo y los grandes medios de comunicación, para ‘secuestrar las instituciones’ en favor de sus intereses. Sin embargo, la denuncia “sobre ruedas” de Pablo Iglesias se limita a ponerle cara a los mismos corruptos de siempre. Hace años que sabemos cómo las gastan los Rato, Bárcenas o el clan Pujol. Todos estos casos, y muchos más, son tan solo la punta del iceberg de la corrupción institucionalizada, ese mecanismo que forma parte del ADN de esta democracia del IBEX35 y las grandes empresas, que garantiza que el Estado y sus “servidores” puedan vivir como millonarios y alejados de la realidad de la inmensa mayoría trabajadora de la población.

Al mismo tiempo, toda la denuncia a la “trama”, sostiene una defensa de los “heroicos empresarios pequeños y medianos”, que según dijo Irene Montero en el acto de presentación del Tramabus, “trabajan hasta 10 horas por día” para sacar adelante sus empresas. Podemos olvida que gran parte de esos medianos y pequeños empresarios en realidad explotan a trabajadores y trabajadoras a los que obligan a trabajar “hasta 10 horas por día”, en condiciones de precariedad laboral y superexplotación. Pero eso no forma parte de la denuncia de Podemos, que busca “medianos empresarios patrióticos” para su proyecto de reformar al capitalismo español.

Por otro lado, la formación que dirige Pablo Iglesias parece guardar para mejores tiempos la denuncia a la Monarquía. Y justamente, esta institución medieval y heredera de la dictadura franquista ha sido el principal garante desde la Transición para aumentar los beneficios de la burguesía española y de todas estas grandes empresas por más de medio mundo. Para ello, no ha dudado en servirse de las amistades y los miles de lazos que la unen con las dictaduras como la de Marruecos o Arabia Saudí. Mientras, la Casa Real no ha estado exenta de verse envuelta en innumerables casos de corrupción como el último (pero no el único) escándalo Nóos. Para denunciar verdaderamente a esta democracia para ricos, al sistema capitalista español, es necesario poner en cuestión a todo el andamiaje que vertebra el Régimen del 78. Empezando por la herencia del franquismo como es la Corona, el poder judicial o las fuerzas del orden y desvelando los mil y un lazos entre el poder político y los grandes empresarios.

Pero la dirección de Podemos está hoy muy lejos de todo ello como lo demuestran los diferentes intentos de formar un gobierno de coalición con el PSOE, la pata izquierda de esta democracia del IBEX35. Y sin ir más lejos, en las ciudades donde Podemos gobierna lo viene haciendo con el apoyo del PSOE, o incluso incorporándolos a sus ayuntamientos como en Barcelona.

Poner en cuestión a esta democracia para ricos de forma eficaz, solamente es posible mediante la activación de la movilización social. Impulsar un movimiento en las calles que se proponga un programa concreto para desmantelar la “trama” y todos sus privilegios.

La única manera de terminar con esta lacra que supone el poder político y capitalista es luchar medidas como que todos los cargos públicos y altos funcionarios tengan un salario como el de una maestra o trabajador cualificado, por la renacionalización de las empresas estratégicas de la economía bajo control obrero, y medidas contra la precariedad laboral y por el reparto de las horas de trabajo entre todos los ocupados y desocupados, para terminar con el paro.

Solo así se podrá avanzar en hacerles pagar al Régimen y a los capitalistas las consecuencias de la crisis. Y eso, lejos de una mera denuncia sobre ruedas, pasa por afectar a los intereses de los grandes empresarios en favor de la clase trabajadora y los sectores populares.