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Red Internacional
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PARO EN LA USACH. Contra la violencia machista y el autoritarismo universitario: USACH en paro indefinido

Luego de masiva participación en la marcha convocada bajo la consigna de “Educación No Sexista” con al rededor de 4 mil de estudiantes en el bloque USACH, se da una histórica votación que validó la moción para paralizar actividades académicas de manera indefinida al interior de la universidad. La movilización posiciona en el centro de la discusión la violencia machista y el autoritarismo universitario.

Sábado 19 de mayo de 2018

Más de 10 mil fueron las y los estudiantes que votaron durante la jornada de este jueves para responder al debate que se ha abierto tanto a nivel nacional como local, con diversas paralizaciones y tomas feministas en relación al sexismo en la educación y cómo enfrentar éste. Lo anterior refleja la profunda crisis en se encuentran sumidas las instituciones educacionales, dejando en evidencia el autoritarismo universitario y cómo éste afecta en un avance progresivo hacia un espacio educativo sin violencia machista y que deje fuera el mercado en la educación.

En respuesta a lo anterior, la Vocalía de Género y Sexualidades (Vogesex), levantó un petitorio que se encuentra en proceso de correcciones finales emanadas de las discusiones que se han dado en las distintas asambleas de carreras en el plantel. Dentro de las principales demandas que éste presenta son: formación de género para académicas y académicos, enfoque de género en cada una de las carreras, modificaciones al protocolo actual de prevención, sanción y reparación frente al acoso sexual, de género y otras conductas discriminatorias y como centro de articulación a estas demandas; la democratización.

En consecuencia con lo anterior, se posiciona en el centro de discusión la democratización como medio para lograr cualquier demanda, mediante la participación de todos los estamentos de la comunidad. Esto con la intencionalidad de ser parte de la toma de decisiones de los distintos procesos, demandas y proyectos que se desarrollan en la Universidad.

Dentro de este eje de discusión -democratización- se busca revocar el Decreto con Fuerza de Ley 149, instaurado en dictadura que da la facultad al rector de tomar decisiones de manera unilateral. Cabe señalar que el rector de la USACH, Juan Manuel Zolezzi, se encuentra finalizando su tercer mandato y de cara a presentar su candidatura para postular a un cuarto mando de la rectoría del plantel universitario.

En conjunto con lo anterior, se busca conquistar la triestamentalidad efectiva, apelando a que las decisiones deben ser tomadas de manera democrática y no por una casta selecta de personas como ha sido hasta ahora y que en la práctica ha demostrado que ignora y no responde efectivamente a las demandas estudiantiles.

Ante esto, Valeria Abett, Coordinadora de la Vogesex, manifestó que “El petitorio en este momento es simplemente estudiantil y es por esto que debemos impulsar asambleas triestamentales en cada una de nuestras carreras, conversar con las y los funcionarios, las y los académicos, trabajadoras y trabajadores subcontratados, porque ellas y ellos son quienes sufren más violentamente la precarización”, además agregó que “Ellas y ellos son quienes ven la peor cara del machismo en la sociedad y nosotros tenemos que hacernos cargo de eso. Porque nosotros en posición de elite, como estudiantes universitarios, tenemos que ser capaces de tomar cada una de sus demandas, como por ejemplo, poner fin a la brecha salarial que hoy tienen trabajadores y trabajadoras en la universidad.”

En la misma línea, Pablo Martínez, miembro de la Vocalía laboral, manifestó que a nivel nacional se está viviendo un momento histórico, donde las y los compañeros que se están movilizando han puesto sobre la mesa un tema muy importante como lo es la educación no sexista, pero hace una diferencia al referirse de la Usach declarando que “... Estamos intentando ir más allá, no solo quedarnos en el cambio cultural, sino que buscar posicionar una crítica más progresiva, cuestionando un sistema desde su estructura que avala las prácticas patriarcales, en conjunto del funcionamiento educacional, siendo un sistema de mercado que lo que provoca es endeudar y explotar, sustentandose en el autoritarismo impuesto por decretos de dictadura.”

Todo lo anterior abre el debate sobre qué demandas se deben poner en el centro y cómo avanzar en estas exigencias.

¿Hacia dónde debemos avanzar?

Ante la serie de movilizaciones a lo largo del país en donde las estudiantes se han ocupado de posicionar como discusión la violencia hacia las mujeres, levantando paros y tomas feministas en distintas universidades, incluyendo la USACH, se ha puesto en tela de juicio el actual sistema educativo, reafirmando su crisis y, a la vez, cuestionando duramente el sexismo en éste, al mismo tiempo, desarrollando un debate abierto sobre feminismo.

De esta manera, el movimiento estudiantil vuelve a contender el modelo educativo existente que posiciona como eje central la perpetuación del sexismo en la educación de la mano de la lógica mercantil y su influencia por la moral conservadora de la Iglesia, sustentando concepciones machistas y patriarcales, limitando, por consiguiente, los derechos y autonomía de las mujeres.

Una conexión transversal en la discusión de las diversas universidades es el desarrollo de un protocolo que responda efectivamente a las denuncias en caso de acoso o abuso sexual, independiente de las autoridades, con comisiones triestamentales en conjunto con especialistas de apoyo y que éstas sean de carácter resolutivas. Es en este punto donde se hace visible la real piedra de tope para lograr soluciones efectivas en estos casos: la concentración de poder que recae en la autoridad para la toma de decisiones.

En consecuencia con lo anterior, lo central de las discusiones debe girar en relación al autoritarismo universitario, ya que ha quedado en evidencia -como en el caso de la movilización de la carrera de Historia en la Usach en donde quedaron absueltos dos académicos con decenas de acusaciones de acoso- que las denuncias no llegan a un destino seguro o exitoso, dado que la decisión final recae sobre las mismas autoridades que fortalecen y consolidan la educación sexista y de mercado.

En ese sentido, las diversas soluciones y discursos oportunistas que se han planteando a nivel institucional y de Gobierno, no responden a las reales demandas que se han instaurado en estas movilizaciones, sino que funcionan bajo la lógica de posicionarse como un referente progresista atacando la superficialidad de las demandas y no el problema desde su estructura.

Es por todo esto que debemos apostar a la unidad de todos los estamentos de la Universidad para poner en frente nuestras demandas y potenciar en conjunto a trabajadoras y trabajadores, disidencia sexual y migrantes, con un petitorio unificado, una fuerza para levantar una gran movilización contra la violencia machista y la educación de mercado, poniendo fin al autoritarismo y avanzando hacia un cogobierno universitario.