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Red Internacional
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CASO PALAU. Convergència, el partido del 4%

Jordi Montull declaraba este jueves por el caso Palau. Lo hacía siguiendo la misma estrategia que Millet de tirar de la manta y acusa a CDC de llevarse comisiones del 4%.

Jueves 9 de marzo de 2017

Foto: EFE

A una semana del inicio del juicio por el expolio del ’caso Palau’, este jueves se sentaba en el banquillo de los acusados Jordi Montull, el ex número dos del expresident del Palau de la Música Fèlix Millet. Y lo hacía a lo grande, minando aun más, si cabe, la imagen de la antigua CDC -actualmente PDECat-.

Montull confirmaba ante el tribunal las comisiones ilegales del partido por parte de la empresa ferrovial, a cambio de la concesión de obras públicas. Y que el dinero pasaba por la Fundación del Palau como forma de blanqueo y así tratar de evitar investigaciones.

La mano derecha de Millet, reafirmaba así lo declarado el pasado miércoles por el propio ex president de la institución catalana y por su hija, Gemma Montull, ex directora financiera del Palau. Sin embargo, Montull ha añadido a sus declaraciones que las comisiones que cobraba CDC, si bien al principio fueron del famoso 3%, estas aumentaron al 4% porque “el partido quería más dinero”. Además, corroboró lo declarado por su hija que no es otra cosa que la repartición entre implicados. Es decir un 2,5% para la financiación ilegal de CDC y un 1,5% para los bolsillos de Millet y Montull.

En la misma línea de bombardear al partido de Mas y el clan Pujol para intentar rebajar la condena de su hija y la suya propia, Montull declaró que en sus reuniones habituales Daniel Osàcar, ex tesorero de CDC, éste "venía, yo tenía el dinero a punto en un sobre, él lo contaba, lo cogía y se iba". Además de explicar que el flujo de dinero que recibía CDC para financiarse de forma ilegal se “orquestaba” a través de otras dos líneas a parte del contacto directo con Osàcar. Véase a través de la Fundació Trias Fargas; y el pago de facturas, las cuales Montull no ha querido desvelar si corresponden a servicios rales.

Por otra parte, Jordi Montull afirmó y dio constancia al cuadro de Excel en posesión de los Mossos d’Esquadra (Policía Autonómica de Catalunya) en el que se describe la comisión que se llevaban tanto Millet como el propio Montull. Confirmado así que Millet se quedó 7 millones de euros y él 1,3 millones, señalando que “para mí no fue tanto, pero no le voy a discutir porque no lo puedo demostrar”.

Además, en la misma dirección, ha justificado el sobresueldo que se adjudicaban ambos a través de la institución. Aproximadamente un 80% para el ex president Millet y un 20% para sus bolsillos. Todo cobrado mediante cheques y empresas pantalla.

Sin duda, las estrategias de los acusados consisten en reducir al máximo las penas de 27 años y medio para los dos cabecillas y para ello no dudan en tirar de la manta y llevarse por delante a Convergència.

Por su parte, el partido del ahora ya 4% viene cargando con una pesadísima losa de corrupción desde casi su fundación, con el clan Pujol a la cabeza. La antigua Convergència, el partido de la burguesía catalana en nada se diferencia al resto de los partidos capitalistas del Estado español. Un sistema podrido, donde mientras la clase trabajadora y los sectores populares intentan sobrevivir a duras penas entre el paro y la precariedad laboral, los políticos viven como millonarios.