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Red Internacional
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Conmebol ratifica el torneo. Copa América: en Colombia gritan "No habrá fútbol sobre un charco de sangre"

El certamen previsto para junio y julio en Colombia y en Argentina, pretende realizarse a pesar de la crisis sanitaria por el covid-19 y sobre todo, sin escuchar la creciente desaprobación del pueblo colombiano que se ha manifestado en su contra.

Daniela GuzMar @daniguzmar

Viernes 14 de mayo de 2021 11:52

Este jueves, el Consejo Directivo de la Conmebol reconfirmó a Colombia como sede de la Copa América. El certamen previsto para los meses de junio y julio en el país y en Argentina, pretende realizarse a pesar del complejo escenario sanitario por el Covid-19 y sobre todo, sin escuchar la creciente desaprobación del pueblo colombiano que se ha manifestado en su contra, intentando visibilizar la problemática social que se vive, en el marco del Paro Nacional y por la continua violencia desmentida de las fuerzas de seguridad.

El rechazo contra el evento ya se venía haciendo sentir, no sólo porque extraoficialmente se estipula que el torneo le costará a Colombia más de 12 mil millones de pesos (alrededor de 4 millones de dólares), sino que también ha sido motivo de protestas por parte de los jóvenes que consideran que no hay motivo para celebrar y gritan #queparehastaelFutbol, a las afueras de los Estadios y en los lugares de concentración de los equipos.

Sin ir más lejos, el encuentro que se disputó este jueves 13 en el Estadio Romelio Martínez de la ciudad de Barranquilla, entre el América de Cali y el Atlético Mineiro por los Cuartos de Final del Grupo H de la Copa Libertadores, fue suspendido durante algunos minutos debido a que los mismos jugadores y cuerpo técnico, se vieron afectados por los gases lacrimógenos.

Fotografía AFP
Fotografía AFP

Situación que no fue contraria a la vivida ayer en la misma ciudad, en el encuentro por el grupo D entre el Junior y River PLate y en Pereira en el partido del Grupo F entre los Nacionales de Colombia y Uruguay, cuyos partidos se disputaron con el ruido de las bombas aturdidoras de fondo, los gases lacrimógenos que penetraron las canchas y que ocasionaron retrasos en el inicio de los partidos. Una vez más, la policía y ESMAD arremetió contra los jóvenes ante la mirada del mundo y como parte de la seguidilla de errores que dejan en evidencia la debilidad del gobierno de Iván Duque.

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No sólo la Conmebol sino también la dirigencia del Fútbol Profesional Colombiano, han demostrado la apatía ante los hechos históricos que transcurren en Colombia, durante el estallido social más grave de las últimas décadas. Hacen oídos sordos a una juventud que en otras oportunidades se ha mostrado como la principal fanática de uno de los deportes más amados del mundo. Por su parte, han sido las mismas agrupaciones de hinchas, las que han evidenciado su malestar a la continuidad de algunos eventos deportivos, haciendo una fuerte oposición a la Copa América.

La grave crisis de Derechos Humanos que el gobierno de Duque pretende tapar con un dedo, es evidente y genera solidaridad con quienes por Colombia tienen que pegarse la pasadita en los últimos días, e inevitablemente sienten el olor a represión y muerte, que inmunda las calles del país caribeño y que se hace imposible disimular.

Tal fue el caso de Marcelo Gallardo, el entrenador de River Plate, quien manifestó que "Se jugó en situaciones muy incómodas con humos de gases lacrimógenos durante varios momentos, fue una situación anormal en todo sentido. No podemos mirar para otro lado".

Así mismo, el argentino Gonzalo Bergessio, jugador del Club Nacional de Uruguay, afirmó que: "Necesitamos más empatía de ellos. Somos todos compañeros, todos jugadores de fútbol", refiriéndose al planten del Atlético Nacional y mientras discutía con el juez Diego Haro que exigía “olvidarse de lo que pasaba afuera”. Otra de las cosas lamentables, es que los propios jugadores de los equipos colombianos, hayan decidido participar de las fechas, mientras el Estado asesina a sus hermanos en las calles por luchar por un mejor futuro.

Por su parte los futbolistas colombianos llamaron al paro nacional y ponen en jaque a la Copa América. "Como ciudadanos, antes que futbolistas, queremos manifestar nuestro total apoyo al clamor expresado por el pueblo colombiano en su protesta y nos unimos a esas voces que piden un país más justo, equitativo e inclusivo, en el que se nos garanticen a todos, sin distinción, las condiciones mínimas para vivir con dignidad", manifestaron en un comunicado este jueves. Es que la situación en Colombia se vuelve insostenible como para hacer oídos sordos a la rebelión en curso, cuestión que no les interesa en lo más mínimo a las dirigencias y a la Conmebol que solo ven sus negocios y ganancias.