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Red Internacional
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FÚTBOL. Copa Argentina: Rosario Central campeón, de tanto insistir

El Canalla se impuso por penales a Gimnasia de La Plata, luego de empatar 1-1 en los 90 minutos. Luego de 3 finales perdidas, esta vez lo aseguró con jerarquía desde los 12 pasos por 4 a 1.

Augusto Dorado

Augusto Dorado @AugustoDorado

Viernes 7 de diciembre de 2018 00:00

El dicho popular dice que “la tercera es la vencida”, pero para Rosario Central tuvo que darse una cuarta final para poder coronarse campeón. Con sacrificio y carácter más que con juego, con la seguridad en la instancia decisiva de los penales, el Canalla rompió el maleficio y levantó esta Copa Argentina 2018 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. Tal vez el Negro Fontanarrosa, desde algún rincón del universo se conjuró con “la hermana Rosa” (uno de sus personajes futboleros más recordados, una curandera) y ayudó al equipo de Bauza a obtener este título para la parcialidad azul y oro después de 23 años (en aquella recordada Copa Conmebol de 1995).

Con ejecuciones convertidas por Ortigoza (un especialista que contagió seguridad), Marco Rubén, Parot y el decisorio de Matías Caruzzo, Central logró campeonar ante un Gimnasia que había jugado algo mejor –sobre todo en el segundo tiempo donde buscó sin descanso- pero que en los penales no pudo: Silva desvió por arriba, a Guanini se lo atajaron y el de Hurtado llegó demasiado tarde para los dirigidos por Pedrito Troglio.

En los 90 minutos, Central no lució en un partido que fue durante varios pasajes trabado y plagado de centros anodinos. De hecho, la apertura del marcador llegó de una carambola: Zampedri concretó el 1-0 tras una serie de rebotes. Como reconoció el propio Matías Caruzzo, Gimnasia fue un poco mejor: en el segundo tiempo estuvo cerca de ponerse en ventaja el Lobo luego del empate tempranero de Faravelli, producto de un contraataque muy bien manejado por el uruguayo Silva. En ese momento, el arquero Ledesma tuvo una atajada determinante que le ahogó el grito de gol a los platenses.

Y a fuerza de aguantar, el Canalla lo fue llevando hacia la definición desde los 12 pasos. Y ahí no perdonó: es la instancia en la que salió victorioso en 4 ocasiones en esta copa (contra Talleres de Córdoba, Almagro y Temperley, antes de en esta final). Pero todo es historia a esta altura y esa historia incluye el clásico con Newell´s, ese 2-1 que sólo quedó un poco empañado por el capricho de AFA de jugarlo sin público. Ya no importa nada, Central tuvo su desquite. Y tuvo desahogo (en especial pensando en aquella final bochornosa contra Boca en 2015. Ahora lo que tiene es alegría desatada. Seguramente desatada en el Monumento a la Bandera. O quizás en el Bar El Cairo que frecuentaba el querido negro. A quienes lo miran por TV, otro negro les hubiera dicho “No toca botón”, para que ningún canalla cambie de canal y siga disfrutando de este logro.