El Millonario venció al equipo local y consiguió tres puntos fundamentales que lo ubican en la próxima ronda de la Copa.
Viernes 4 de mayo de 2018
En el estadio El Campín, de la ciudad de Bogotá, Independiente Santa Fé y River disputaron un encuentro trascendental en la definición del grupo D. El Millonario con un empate se aseguraba la clasificación a octavos de final y el equipo colombiano debía ganar para llegar con aspiraciones a la última fecha.
En un terreno mojado y complicado para ambos equipos, los de Gallardo hicieron pie y jugaron mejor en el desarrollo del primer tiempo. Con una actuación notable de Juan Fernando Quintero, un Franco Armani respondiendo nuevamente ante el poco peligro que generó el rival y Enzo Pérez recuperando de a poco su fútbol, el Millonario se plantó y superó a su rival en todas las líneas. El conjunto colombiano se vio desbordado y no supo contener la subida de los laterales ni cortar el circuito de juego de River Plate. El único gol en esta etapa llegó de la mano de Lucas Pratto, quien definió ante el arquero Zapata luego de un contraataque comandando por Juanfer. De ahí en más los locales intentaron llegar al empate, pero la ineficacia y la intervención del guardameta visitante impidieron que así sea.
En el segundo tiempo las ambiciones de los jugadores de Independiente Santa Fé hicieron que River pierda el control del partido. Los dirigidos por Gallardo perdieron la pelota y cedieron espacios a un rival que iba en busca del gol, pero sin claridad al momento de definir. El tándem Ponzio- Pérez, que tan bien funcionó en la primera parte, se vio desbordado, por lo que el técnico visitante apostó por el ingreso de Ignacio Fernández por Quintero, para poder hacerse de la pelota. Lo cierto es que el Millonario lo aguantó y pudo llevarse tres puntos fundamentales de Bogotá, que lo ubican entre los mejores dieciséis de la Copa Libertadores.
El equipo Gallardo, al igual que Racing que también clasificó a octavos tras vencer a Universidad de Chile, demostró soltura y personalidad para afrontar estos partidos de Copa. A diferencia del equipo de Coudet, que viene transitando un semestre ideal por el altísimo nivel demostrado, River, a partir de la final ganada a Boca, viene en alza: hace trece partidos que no pierde, lo cual da cuenta del envión anímico que significó triunfar en aquella final. Se vienen los octavos, pero antes deberán jugarse los partidos que definan las posiciones de los grupos. Lo que sigue será después del Mundial. En Núñez celebran por el objetivo cumplido e imaginan los duelos que más disfrutan, los mano a mano camino a la final.